La decimosexta versión de la Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP16) ha sido un éxito en materia de turismo, después de que se conociera que los hoteles de la ciudad de Cali mantienen el 100 % de su ocupación.
De hecho, la masiva afluencia de visitantes nacionales e internacionales logró que la capital del Valle tuviera que “acomodar” a varios de los delegados internacionales en hospedajes poco habituales y que sorprendió a muchos caleños: los moteles.
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Así fue el caso de un delegado de Uganda Aggrey Rwetsiba, quien llegó a la COP16 con problemas con su reserva de hotel. Sin embargo, encontró hospedaje en el motel Deseos, aunque reconoció que dentro de su habitación hay particularidades que no había encontrado en otros países.
“No sé si he entendido bien lo que debe ser un motel, pero he visto algunas características únicas… Como el espejo del techo. Nunca lo había visto en un hotel”, señaló el extranjero en diálogo con la agencia AFP.
De hecho, las instalaciones, que inicialmente están diseñadas para alquilarse por horas y con el fin de que las parejas puedan tener un espacio de intimidad, tuvieron que acomodar sus portafolios de servicios y retirar de las habitaciones elementos eróticos como sillas de kamasutra, “máquinas del amor” y hasta columpios sexuales.
“Hubo elementos que no pudimos retirar como los espejos y el tubo de ‘Pole Dance’, pues estaban empotrados. Sin embargo, esto no ha garantizado un impedimento. Algunos delegados sí han mencionado esos elementos que desde su país de origen no están acostumbrados a verlos, pero hasta ahí. De hecho, algunos han sido un ‘plus’”, comentó Echeverry a El País.
Además, debieron añadir servicios de hotel como desayunos, además de establecer tarifas por día y no por hora o “amanecida”, como sucede el resto del año. Diana Echeverry, administradora del motel Deseos, señaló que la experiencia ha significado un reto para el lugar, aunque reconoce que la COP16 ha traído excelentes ingresos para el establecimiento.
“Inicialmente, llegaron a través de funcionarios de la alcaldía de Yumbo que iban al aeropuerto a recibir las diferentes delegaciones, pues cuando aterrizaron en la ciudad, muchos no tenían reservas confirmadas en el hotel o se las habían cancelado”, contó Echeverry al medio regional.
Además, el lugar logró adaptar una tarifa que, a comparación de hoteles tradicionales de la capital del valle, compite con precios que van desde los 150.000 pesos por noche, con desayuno incluido. Sin embargo, para los delegados internacionales ha resultado curiosos ver en sus habitaciones jacuzzis, máquinas de hidromasajes, tubos de pole Dance, y hasta los baños con visibilidad total a la habitación.
“La configuración es bastante diferente. Nunca había visto un hotel en el que cada habitación tenga parqueadero”, señaló el delegado ugandés Aggrey Rwetsiba a AFP.
Asimismo, los moteles se han adaptado para ofrecer a los huéspedes la mejor experiencia de alojamiento, a pesar de las atípicas habitaciones que ofrecen. Incluso, han tenido que contratar personal bilingüe para guiar a los extranjeros y hacer recomendaciones de turismo.
“Hemos estado en función de ellos, hablándoles en inglés, dándoles recomendaciones de qué lugares pueden visitar en la capital del Valle. De hecho, de acuerdo con sus gustos y necesidades adecuamos el menú. Hemos sido un lugar que los ha acogido con un buen servicio”, señaló Diana Echeverry.
Finalmente, destacaron que su labor ha sido reconocida por los huéspedes, ya que han servido como alojamiento de emergencia, pero de excelente calidad, para quienes han presentado inconvenientes en sus reservaciones o llegaron al país sin una.
“Nos causa gracia que mucha gente se aterra: ¿Cómo así que los delegados se están quedando en un motel? ‘Deseos’ tiene habitaciones que son cómodas, modernas y amplias como cualquier hotel”, concluyó Diana Echeverry en diálogo con El País.