La escoba es un elemento esencial en el hogar que permite una limpieza rápida y efectiva de diversas superficies, desde pisos interiores hasta exteriores. Es una herramienta sencilla y económica que, a través de sus cerdas, ayuda a eliminar polvo, residuos y suciedad acumulada en el suelo, contribuyendo a mantener el hogar libre de partículas que pueden afectar la salud.
Además, su versatilidad permite adaptarse a diferentes tipos de superficies y necesidades de limpieza. La escoba es fácil de usar y, a diferencia de equipos más sofisticados, no requiere electricidad ni mantenimiento complejo, lo que la convierte en un recurso accesible para todos. Gracias a su simplicidad y eficacia, sigue siendo una herramienta fundamental en la limpieza diaria del hogar.
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En ese orden de ideas, resulta preciso conocer algunos trucos para extender la vida útil de la escoba y evitar que se dañe con el tiempo, esto incluye algunos cuidados y técnicas de mantenimiento sencillas pero efectivas.
- Almacene adecuadamente
Guardar la escoba en un lugar seco es fundamental para evitar que las cerdas se deformen o absorban humedad. Si se almacena en espacios húmedos, como el baño, es más probable que las cerdas se deterioren rápidamente. Cuelgue la escoba o guárdela verticalmente en un rincón donde las cerdas no queden aplastadas; esto evitará que pierda su forma original.
- Limpie regularmente
Con el uso, las cerdas de la escoba pueden llenarse de polvo, pelos y residuos que, si no se retiran, acortarán su vida útil. Después de cada uso, sacuda bien la escoba o pásele un peine viejo entre las cerdas para eliminar los restos. Para una limpieza más profunda, sumerja la escoba en agua tibia con jabón o vinagre, enjuaga bien y deja secar al aire. Esto también ayuda a evitar malos olores en escobas utilizadas en áreas exteriores.
- Evite el uso excesivo en superficies rugosas
Las escobas de cerdas más finas, como las de interior, no están diseñadas para usarse en superficies ásperas o exteriores, ya que esto desgasta rápidamente las cerdas. Para superficies duras y rugosas, es preferible usar escobas específicas para exterior o cepillos de cerdas más gruesas.
- Alterne las escobas para diferentes áreas
Una estrategia para hacer que una escoba dure más tiempo es destinar una escoba específica para cada área de la casa. Así, evitará que una sola escoba acumule el desgaste de toda la limpieza del hogar. Por ejemplo, use una escoba para el interior de la casa y otra distinta para exteriores o el garaje.
- Mantenga la posición de las cerdas
El modo en que se utiliza la escoba también influye en su durabilidad. Procure no ejercer demasiada presión al barrer, ya que esto puede deformar las cerdas con el tiempo. En su lugar, realice movimientos suaves y uniformes. Evite también que la escoba permanezca con las cerdas aplastadas en el suelo o en posición horizontal durante períodos largos, ya que esto puede causar deformaciones permanentes.
- Repare las cerdas dañadas
Si algunas cerdas están dobladas o desgastadas, puede recortarlas con unas tijeras para darles una nueva forma. Esto es particularmente útil en las cerdas exteriores, que suelen ser las más expuestas al desgaste.
- Proteja la estructura y el mango
Es común que el mango de la escoba también se desgaste, especialmente si es de madera. Para protegerlo, puede barnizar el mango con un producto especial para madera, lo cual evitará que se deteriore con la humedad y el uso constante. Si es de plástico, asegúrese de no exponerlo al sol durante largos períodos, ya que esto podría hacerlo más frágil y quebradizo.
- Sustituya el cabezal
Algunas escobas permiten reemplazar solo el cabezal cuando se deteriora, lo que evita tener que comprar una escoba nueva. Esto es ideal para extender la vida útil del mango y reducir gastos a largo plazo.