La trágica muerte de un joven en Quindío tiene consternadas a las autoridades y a la comunidad. El caso se reportó en la noche del domingo 27 de octubre alrededor de las 11:00 p. m., cuando un ciudadano notificó a la Policía Nacional sobre el hallazgo de un joven sin vida de 24 años, quien se encontraba en su hogar tras recibir una invitación para pasar la noche. El joven, identificado como Arbeláez Agudelo, era originario de Pereira, Risaralda, y recientemente había residido en distintas localidades como Alcalá en el Valle del Cauca y Santa Marta, Magdalena.
La historia se desarrolla tras el encuentro casual del fallecido con un amigo en el sector del CAM, quien, al escuchar que llevaba días deambulando por la zona, decidió ofrecerle un lugar donde quedarse. Para su comodidad, lo acomodó en una colchoneta en su residencia, donde inicialmente no mostró señales de malestar. Sin embargo, luego de un tiempo, el anfitrión intentó llamarlo, pero al ver que no respondía, revisó la situación y descubrió que el joven ya no tenía signos vitales.
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Ante la emergencia, el caso fue reportado al Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue), y el personal médico acudió al lugar, solo para confirmar que no había nada que hacer por el hombre, quien no presentaba signos de violencia ni tenía antecedentes de enfermedad que pudieran justificar su fallecimiento repentino. Esto plantea interrogantes, dado que, a su corta edad, su muerte no fue certificada como natural, y ahora el proceso para determinar la causa de su deceso queda en manos de las autoridades forenses.
La presencia de la Policía en la escena fue fundamental para preservar la evidencia y coordinar los protocolos correspondientes mientras se espera que sus familiares se presenten en las oficinas de Medicina Legal para completar los trámites necesarios para la reclamación del cuerpo.
Violencia en Quindío
La lucha por el control territorial en el tráfico de drogas sigue siendo el principal motor de los homicidios en el Quindío. Según el coronel Luis Fernando Atuesta, comandante de la Policía en el departamento, en lo que va del año ha habido una disminución del 13% en homicidios respecto al mismo período de 2023, con 15 casos menos. Sin embargo, destacó que la mayoría de las recientes víctimas tenían antecedentes judiciales, habían salido de prisión recientemente o cumplían condenas domiciliarias, señalando que la disputa por el dominio territorial sigue generando violencia.
Atuesta explicó que tanto la Policía como la Fiscalía investigan estos casos, y señaló que las muertes están ligadas a personas que estuvieron involucradas previamente en homicidios o delitos relacionados con el microtráfico. “Muchos de los asesinatos en el departamento se asocian a quienes han salido de prisión o están bajo detención domiciliaria. Esto indica que el conflicto por el control del microtráfico en el Quindío sigue activo, y nosotros continuaremos reforzando nuestras acciones”, expresó el comandante.
Además, el coronel recordó que en los últimos meses se lograron capturas significativas de personas dedicadas a la venta de estupefacientes en diversas zonas del departamento. “En las últimas dos semanas, realizamos operaciones que resultaron en 25 capturas de individuos involucrados en el comercio de drogas en puntos estratégicos de la ciudad. Esto provoca que otros delincuentes, al salir de prisión, busquen retomar el control de esos sectores, y allí estaremos para contenerlos”, afirmó.
Con el fin de frenar esta problemática, Atuesta también enfatizó la importancia de atacar de raíz el tráfico de drogas mediante intensas incautaciones e investigaciones exhaustivas. Estas medidas buscan asegurar pruebas contundentes que garanticen que los responsables de estas actividades ilícitas terminen en prisión.