El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aclaró la situación respecto al nombramiento de Diego Cancino como presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), en medio de denuncias de supuesto acoso sexual. Bonilla afirmó que el nombramiento de Cancino es “hipotético”, ya que aún no se ha emitido un decreto oficial que lo confirme en el cargo.
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La declaración del ministro surge en respuesta a las preguntas sobre la permanencia de Cancino en la SAE, una entidad clave en la administración de activos especiales en el país. La falta de un decreto formal significa que, por el momento, Cancino no tiene un nombramiento oficial, lo que deja su situación en un estado de incertidumbre.
Las acusaciones de acoso sexual han generado un debate sobre la idoneidad de Cancino para ocupar el cargo, lo que ha llevado a las autoridades a evaluar cuidadosamente los pasos a seguir. La SAE, que maneja activos significativos, requiere un liderazgo claro y sin controversias para garantizar su funcionamiento efectivo.
Bonilla enfatizó que, hasta que no se emita un decreto de nombramiento, cualquier discusión sobre el liderazgo de Cancino en la SAE es meramente especulativa. Esta situación refleja la importancia de los procedimientos formales en la designación de cargos públicos, especialmente en entidades de gran relevancia económica.
La SAE, bajo la supervisión del Ministerio de Hacienda, juega un papel crucial en la gestión de activos que son de interés para el Estado, lo que hace que la transparencia y la claridad en sus nombramientos sean esenciales para mantener la confianza pública.
La designación de Cancino en la SAE
Diego Cancino había sido designado como el nuevo presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), según informó El Heraldo. Cancino, filósofo de la Universidad Nacional de Colombia y con estudios de maestría en política pública de la Universidad de los Andes, asumiría el cargo en reemplazo de Daniel Rojas, quien fue designado en febrero tras la renuncia de Jorge Iván González.
Cancino ha tenido una carrera en el ámbito político. Fue viceministro del Interior durante el Gobierno de Gustavo Petro, donde participó en el desarrollo de políticas públicas. Además, fue elegido concejal de Bogotá en 2020 por el partido Alianza Verde. Su experiencia incluye también su participación en las negociaciones de paz, donde trabajó en la construcción de paz territorial y en la creación de narrativas transicionales en diversas regiones del país, como Cauca, Caquetá, Putumayo y Montes de María.
Antes de su rol en el Concejo de Bogotá, Cancino fue secretario privado de Antanas Mockus durante la campaña presidencial de la Ola Verde en 2010. También trabajó como asesor de Ángela María Robledo en el Congreso de la República entre 2010 y 2014. Durante este periodo, participó en el reconocimiento de las voces de las mujeres víctimas de violencia sexual en el contexto del conflicto armado y en la estructuración de la Ley 1719/2014, que garantiza el acceso a la justicia para estas víctimas.
Las acusaciones contra Cancino
La designación de Diego Cancino como director de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) fue rápidamente opacada por una denuncia de acoso sexual presentada en su contra. Viviana Vargas Ávila, asesora del Ministerio del Interior, acusó a Cancino de haber intentado besarla y tocarla de manera inapropiada durante una reunión que tuvo lugar el 9 de octubre.
El encuentro entre Vargas y Cancino tenía como objetivo discutir posibles oportunidades laborales para Vargas, quien buscaba continuar su carrera en el sector público tras la finalización de su contrato. Sin embargo, la reunión tomó un giro inesperado, llevando a Vargas a presentar una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación.
La noticia del nombramiento de Cancino como director de la SAE fue anunciada el 24 de octubre, cuando su hoja de vida fue publicada en la página de aspirantes de la presidencia. Este nombramiento, realizado por el presidente Gustavo Petro, ha generado controversia debido a las acusaciones que ahora enfrenta Cancino.
La relación entre Vargas y Cancino se remonta a la época en que Cancino era concejal de Bogotá, lo que añade un contexto adicional a la denuncia. Vargas, de 31 años, trabaja actualmente en la Dirección de Seguridad, Convivencia Ciudadana y Gobierno del Ministerio del Interior, y ha expresado su preocupación por la situación, que ha sacudido el ámbito político colombiano.