Migrante colombiana en Alemania explicó por qué se quiere devolver: “Organizarse acá toma unos tres años”

Hablar el idioma para aspirar a un buen trabajo también es un proceso que puede tardar meses, según explicó

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Villa explicó que establecerse podría tardar unos tres años - crédito @marisolvilla_s / TikTok
Villa explicó que establecerse podría tardar unos tres años - crédito @marisolvilla_s / TikTok

Con el aumento en la migración, también suelen dispararse los números de migrantes a la inversa o migrantes en retorno.

De hecho, entre el 2001 y el 2008, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) regresaron a Colombia 319.010 nacionales, que intentaron, sin éxito, establecerse en el extranjero.

En un estudio publicado en el 2022, Carmen Jiménez, Adriano Jiménez y José Francisco Márquez, sugirieron que existen dos tipos de migrantes: “el que ya comenzó el conteo regresivo del retorno y cuyo principal objetivo es volver, y el que decide de manera rotunda nunca más regresar”.

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Sin embargo, un tercer tipo podría estarse desarrollando, como es el caso de la migrante colombiana en Alemania Marisol Villa, quien, a través de las redes sociales, se mostró indecisa sobre su vida en Europa.

Los primeros meses, se ha visto obligada a depender de su esposo, casi que en un 100% - crédito @Marisolvilla / TikTok

“Me quiero devolver para Colombia. Hoy tuve una cita en el job center (centro de trabajo) porque trabar y estudiar a tiempo completo se me está haciendo extremadamente difícil. Fui para ver si me daban alguna ayuda, para obtener un mini job y poder dedicarle más tiempo a mi formación, porque estudio tres horas en la mañana, me dejan un montón de tarea y tengo que llegar a repetirme todos los temas que vimos en clase, porque las clases para mí no es suficiente, entonces me tiró otras tres horas en la casa”, explicó.

Y es que dividir su día entre el estudio y el trabajo la ha llevado al límite; ya que, rara vez tiene un espacio para sí misma y cuando logra encontrarlos se ve limitada por su manejo del idioma local:

“Después de eso, estoy exhausta y me toca ir a trabajar en servicio al cliente, que es aguantar maricad#$%& de la gente todo el día, entonces, a veces siento que la paciencia se me está acabando, pero la asesora del job center me dijo que el curso que estoy haciendo me da un nivel B1 y después necesito otros cuatro meses de curso para alcanzar un nivel B2”.

Panorámica de Berlín - crédito shutterstock
Panorámica de Berlín - crédito shutterstock

Llegar a establecerse en Alemania podría tardar años, con todo y que su proceso de migración ha ido adelantándose de manera regular:“Mi idea es tener un trabajo bien remunerado, una vida tranquila acá, que se demora en promedio unos tres años. Entonces yo me pongo a hacer cuentas y el montón de tiempo que se necesita... llevo tantos años trabajando, desde que tengo memoria lo hago, incluso desde mucho antes que los 18 y a estas alturas quisiera tener algo de orden y organización, pero sentir que estoy iniciando de ceros...”.

Pero el proceso va más allá de su vida en el trabajo: “Es lo mismo con conseguir un apartamento; comprarme mis cosas; el idioma, que nadie se imagina lo que es vivir todo el tiempo a medias, porque uno va a pedir algo y es a medias, uno va a reclamar algo y es a medias. Dependo casi que 100% de mi esposo para que él haga las vueltas por mí, porque yo sola no puedo hacerlas”.

Panorámica de Berlín - crédito Michele Tantussi / Reuters
Panorámica de Berlín - crédito Michele Tantussi / Reuters

Admitió que, a veces, amanece pensando: “¿Qué estoy haciendo con mi vida? Me quiero devolver para Colombia, allá todo es una mierd@$%#, pero por lo menos puede defenderme, puedo hablar y ya tengo una vida construida. Nunca me imagine decir esto, estaba muy contenta aquí y pensaba que estaba haciendo las cosas bien, veía un futuro, pero hoy no es ese día”.

Para Villa resulta frustrante no lograr defenderse en situaciones del día a día, como cuando se tropieza con alguien en el metro o tiene algún disgusto. Sin embargo, en el fondo, sigue pensando que su vida en el extranjero vale oro; ya que la sensación de seguridad que tiene al caminar por las calles no se compara con la que alguna vez tuvo en su país de origen.

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