El país ha vivido un año muy movido por cuenta del alto número de sismos que ha registrado el Servicio Geológico Colombiano en 2023. Y es que, en el transcurso del jueves 17 de agosto, varios temblores ocasionaron una serie complicaciones en la infraestructura de algunas edificaciones y a su vez costó la vida de una persona.
De acuerdo con el doctor John Makario Londoño Bonilla, director de Geoamenazas del Servicio Geológico Colombiano (SGC), Colombia cuenta con amplio equipo para la detección de sismos, pero predecir estos es algo que no se puede hacer.
“No es posible predecir un sismo por muchas razones, primero porque la Tierra es muy dinámica, segundo porque en todo el planeta hay posibilidades de que tiemble, es muy vasto el territorio en donde puede temblar en cualquier momento, entonces detectar el sitio exacto en donde puede temblar es imposible con las tecnologías que tenemos en este momento, y si así pudiéramos detectarlo, todavía quedarían cosas muy difíciles de predecir”, comentó.
De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riego de Desastres (Ungrd) un sismo es la liberación súbita de grandes cantidades de energía, que se representan a través de ondas que se desplazan por el interior de la tierra y que al llegar a la superficie puede ser percibida por las personas, animales y hasta estructuras.
En el plano internacional se han reportado delicadas emergencias relacionadas con sismos en los últimos meses; si bien la tierra nunca deja de moverse, algunas de estas actividades son mucho más perceptibles para la ciudadanía. En Colombia este fenómeno genera una amplia preocupación por los antecedentes, lo que insta a los expertos a mantener en constante alerta y aclarar cualquier tipo de información sobre el mismo.
En respuesta a emergencias y situaciones de riesgo, ciudadanos pueden acceder a un sistema integral de líneas telefónicas especializadas. La línea principal y de acceso inmediato en caso de emergencias es el 123, que sirve como puerta de entrada a una amplia gama de servicios estatales de seguridad y asistencia. Este número único facilita la comunicación con distintas entidades encargadas de proporcionar ayuda y respuestas rápidas ante variadas situaciones de peligro.
El conjunto de números de emergencia está compuesto por el 112 para la Policía Nacional, 127 para la Policía de Tránsito, 144 para la Defensa Civil, 119 para Bomberos, 132 para la Cruz Roja, 125 para el Servicio de Ambulancias, 165 para el grupo Gaula en casos de antisecuestros, y el 111 para atención ante desastres. Este esquema permite una cobertura extensiva en casos de accidentes, secuestros, desastres naturales, entre otros, asegurando una intervención eficiente y a tiempo por parte de las autoridades y organismos correspondientes.
Luego del sismo con magnitud 5.7 que sacudió gran parte del país el pasado 28 de mayo, con epicentro en Los Santos, Santander, que causó la evacuación en edificios y la publicación de cientos de reacciones de internautas, pone en la lupa nuevamente este municipio que, según el Sistema Geológico Colombiano (SGC), es el epicentro de aproximadamente el 60 % de los sismos ocurridos en el país, pero ¿por qué?.
El país ha vivido un año muy movido por cuenta del alto número de sismos que ha registrado el Servicio Geológico Colombiano en 2023. Y es que, en el transcurso del jueves 17 de agosto, varios temblores ocasionaron una serie complicaciones en la infraestructura de algunas edificaciones y a su vez costó la vida de una persona.
Colombia sigue registrando actividad sísmica en diferentes regiones del país durante la jornada del 30 de octubre. Un nuevo sismo de magnitud 2.0 fue detectado a las 12:00 p.m. en Mesetas, Meta, con una profundidad superficial, según informó el Servicio Geológico Colombiano (SGC). Este movimiento telúrico tuvo como municipios cercanos a Mesetas, a 19 km del epicentro; Lejanías, a 23 km; y San Juan de Arama, a 37 km.
La mañana del 30 de octubre continuó marcada por la actividad sísmica en Colombia. A las 10:32 a.m., se registró un nuevo sismo en el departamento de Santander, específicamente en Santa Helena del Opón. Según el Servicio Geológico Colombiano (SGC), el movimiento telúrico tuvo una magnitud de 2.3 y una profundidad de 82 kilómetros. Aunque de baja intensidad, el evento se sintió en municipios cercanos como Contratación, a 19 km, y La Paz, a 26 km del epicentro.
Este sismo se suma a la serie de movimientos registrados en la madrugada en distintas regiones del país, reflejando una jornada de constante actividad sísmica en áreas como Sucre, Valle del Cauca y Santander.
El 31 de enero de 1906, un terremoto de magnitud 8.4 y una intensidad grado 10 en la escala de Mercalli estremeció el Pacífico colombiano, generando un devastador tsunami que impactó las costas de Colombia y Ecuador. El fenómeno natural arrasó comunidades enteras en Nariño y Cauca, dejando cerca de 600 muertos, además de playas, viviendas y cultivos destruidos. Este evento catastrófico, que causó inundaciones al revertir el curso de ríos y provocó deslizamientos de tierra, marcó un antes y un después en la historia sísmica del país.