El martes 29 de octubre de 2024, el FBI en Miami, Estados Unidos, capturó a Gustavo Castaño, el primer sospechoso en la investigación por la desaparición de las colombianas Liliana Moreno y su hija, Daniela Moreno, en el año 2016.
Según la investigación preliminar, Castaño era expareja de Liliana y padre de su hija, pero no lo habían arrestado por falta de evidencias. La madre e hija fueron vistas por última vez cerca de un almacén Home Depot en Hialeah Gardens, en Miami, y hasta el día de hoy las autoridades no han podido dar con su paradero.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Según declaraciones de familiares, días después de la desaparición, Castaño habría tenido una acalorada discusión con Liliana antes de dejarlas en Home Depot.
De acuerdo con el medio estadounidense Local 10 News, Castaño, quien también es de origen colombiano, (de Palmira Valle), habría sido acusado por un gran jurado federal de dos cargos de secuestro con resultado de muerte.
El hombre capturado cuando fue interrogado por las autoridades trató de defenderse de manera violenta; incluso, se produjo un brusco forcejeo entre él y los policías. El sospechoso se negaba a abrir la puerta, pero las autoridades locales lo sometieron a un arma de tipo táser para poder proceder con la captura. El sospechoso perdió un ojo por este hecho.
En una entrevista exclusiva con Diario Las Américas, Eduardo Moreno, hermano de Liliana y tío de Daniela, compartió sus primeras impresiones sobre el avance en el caso. “Ayer (lunes) en horas de la mañana me informaron sobre el arresto en EEUU. Me llamó un oficial de la policía de Miami-Dade. No me dijo exactamente dónde fue el arresto. Ya han pasado ocho años, no me esperaba esta noticia, siempre te dicen ‘hay que esperar y podemos abrir el caso’, por eso no lo creía”.
Toda la familia de Moreno recibió la noticia como una voz de aliento para entender lo ocurrido con sus familiares.
“Para nosotros como familia, escuchar sobre el arresto por lo menos es el inicio de saber lo que ocurrió con mi hermana y mi sobrina, que es lo que siempre estamos anhelando o tratando de buscar: saber qué sucedió con ellas y encontrar el paradero de ella que hasta la fecha no sabemos”, le dijo el hermano de Liliana, al canal Telemundo 51 de Miami.
Los informes de la Policía de Miami señalan que tras la desaparición se encontraron alimentos frescos, documentos, bolsos y pertenencias personales en el hogar de Moreno. Este hallazgo reforzó las previas sospechas de los investigadores de que no se trató de una fuga y que podría implicar que la madre e hija se fueron sin tiempo para prepararse, o que alguien más pudo haber estado involucrado
El FBI, que sigue buscando información sobre la ubicación de Liliana y Daniela, está ofreciendo una recompensa de $25.000 dólares por cualquier información de la ciudadanía que ayude a dar con su localización.
Por el momento, se espera que Gustavo Castaño comparezca ante un juez en el sur de Florida, mientras la familia mantiene la esperanza de obtener después de ocho años respuestas sobre qué pasó con la mujer y su hija.
De acuerdo información del diario El Colombiano, la mujer no tenía una relación amorosa formal con Castaño. Su vínculo se marcaba por el hecho de que él estaba casado y no deseaba que su esposa ni su familia se enteraran de la existencia de Daniela, su hija con Liliana.
Castaño, al enterarse del embarazo de Liliana en 2007, su principal preocupación fue ocultar la situación para proteger su vida familiar. A pesar de las sospechas de la familia Moreno en su contra, la falta de evidencia sólida tenía a Castaño en libertad, pues el sistema legal estadounidense establece que una persona no puede ser juzgada dos veces por el mismo crimen si ya ha sido absuelta o condenada. Ante esto los investigadores tenían que realizar una recolección meticulosa de pruebas antes de avanzar a un juicio contra el presunto victimario.