El 27 de octubre de 2024 se destapó un escándalo de abuso sexual dentro del Gobierno Petro, tras conocerse una denuncia por acoso en contra del recién nombrado presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Diego Cancino.
La encargada de revelar los hechos fue Viviana Vargas Ávila, una joven de 31 años que actualmente trabaja para la Dirección de Seguridad, Convivencia Ciudadana y Gobierno del Ministerio del Interior, que buscó al entonces viceministro Cancino para explorar oportunidades laborales debido a la finalización de su contrato.
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Según el testimonio de Vargas a la Fiscalía General de la Nación, en medio de una reunión, Cancino le insistió en reiteradas ocasiones que ingiriera bebidas alcohólicas. Luego de eso, la habría intentado acosar físicamente al intentar abrazarla por la espalda, además de eso le tocó los senos sin su consentimiento.
La denunciante también aseguró que el nuevo presidente de la SAE intentó agredirla en cuatro oportunidades, siempre acompañado de palabras como “eres genial” y que “le encantaba”. “Se alejaba en algunos momentos, subía a su habitación, se veía ansioso, entraba al baño, bebía vino y nuevamente intentaba acercarse a mí”, se lee en la denuncia conocida por Infobae Colombia.
Tras las denuncias de la funcionaria del Ministerio del Interior, la procuradora General de la Nación, Margarita Cabello, rechazó el acoso sexual, manifestando que lo más importante en este tipo de casos es respaldar a la mujer presuntamente acosada.
“Hoy en día creo que es importante respetar la posición de que la mujer debe ser atendida y no debe ser abusada bajo las tesis de galanteo o coqueteo”, sentenció, en rueda de prensa, haciendo mención de las declaraciones del presidente de la SAE, en las que dijo que solo estaba intentando cortejar a Vargas.
Para la alta funcionaria, es fundamental que se respete la dignidad e integridad física de cualquier persona, sin importar su sexo, gustos, raza o culto religioso. De igual manera, dijo que tanto la autonomía como su individualidad no debe ser violada bajo ningún concepto.
Bajo la misma línea, Cabello, afirmó que el primer paso a seguir es establecer como ocurrieron los hechos para abrir un proceso en contra del funcionario.
“Tenemos que analizar si evidentemente el exviceministro en el momento en que hizo los hechos motivo de la acusación por acoso sexual era funcionario o no. En eso estamos. Si no era servidor público, como es lo que creemos que está ocurriendo, no podríamos abrir la investigación disciplinaria porque la Procuraduría General de Naciones u órganos solo controla y vigila a servidores públicos”, aseguró la Procuradora.
Con respecto a la investigación, reveló que una agencia especializada será la encargada de participar en el proceso legal que adelanta la Fiscalía General de la Nación para que haya un enfoque de género.
“Se escogió, se asignó a un agente especial para que esté presente en todas las actuaciones de carácter penal y vigile el seguimiento de ese proceso con la visión que tenemos de la Procuraduría de preparación de nuestros procuradores con perspectiva de género y enfoque diferencial”, añadió Cabello.
¿Qué dijo Diego Cancino sobre las acusaciones de acoso sexual?
El presidente de la SAE se defendió de la denuncia en su contra y contó su versión de los hechos, admitiendo que intentó cortejar a Vargas, pero que nunca se sobrepasó con ella.
“Yo intenté en el cortejo acercarme a ella, lo admito, estaba cortejando, pero jamás para que se considere acoso sexual”, explicó Cancino en entrevista con Revista Cambio. Asimismo, reconoció que sí le parecía atractiva Viviana Vargas Ávila, por lo que intentó besarla en ese momento para demostrarle su amor.
“Me parecía bella, valiente, impresionante y yo estaba cortejándola. Por eso yo intenté acercarme y darle un pico, un beso. Eso es totalmente cierto, eso fue en medio del cortejo y de la simpatía”, añadió.
Cancino también mencionó que al momento de intentar besar a Vargas, ella lo rechazó de manera inmediata. Ante la respuesta de la mujer de 31 años, el funcionario explicó que decidió hacerse a un lado y no volver a insistir.
“En medio del cortejo y del entendimiento ella dijo no y yo me hice a un lado, eso no es un delito”, afirmó Diego Cancino al medio citado.