Cientos de jóvenes han sido reclutados por grupos al margen de la ley mediante propuestas laborales engañosas publicadas en redes sociales. Los engañan ofreciéndoles un salario superior a $2 millones de pesos como gancho, con el fin de darles un incentivo adicional para aceptar la oferta.
Una vez aceptan la propuesta y llegan a lugares en el sur de Bolívar, Norte de Santander y el Bajo Cauca, son instrumentalizados y puestos a disposición de estas estructuras para la guerra contra las disidencias de las Farc y el ELN, en una lucha por el control del territorio que el Clan del Golfo disputa en función de las rutas del narcotráfico.
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Uno de ellos relató para W Radio cómo fue el proceso de reclutamiento y la forma en la que eran recibidos por el grupo armado: “Me mandan la solicitud, y yo se la acepté normal; cuando ellos me escriben ‘hola, mijo, ¿qué más, cómo está’, yo les digo que bien. Me dicen que están buscando trabajadores para una finca y, como yo estaba sin empleo, pues listo. Me mandaron el transporte y me dijeron que llegara hasta Medellín, luego a Caucasia y después a Nechí. Y eso hice”, explicó, aclarando que su lugar de residencia era la ciudad de Cali.
Al llegar al lugar donde le habían indicado, le dijeron que su llegada implicaba que no podía regresar a ver a su familia, y fue advertido de que su entrada al grupo no tendría retorno en muchos casos.
El joven relató que, en los primeros días, se les entregan unas botas, una sudadera y una camisa negra; después son trasladados al lugar donde se realizan los entrenamientos de combate para los enfrentamientos con el ELN y las Farc. Además, comentó que quienes han sido soldados reciben pocos días de entrenamiento, pero para aquellos sin experiencia en el manejo de armas, el entrenamiento puede extenderse hasta un mes y medio, durante el cual amplían su conocimiento en armamento y fortalecen su resistencia física.
Asimismo, asegura que el Clan del Golfo le ordenó asesinar a otro de estos jóvenes que se rehusaba a seguir obedeciendo las órdenes: “Me dieron la orden de matar a un chino que había llegado nuevo allá. Como ese chino quería irse para su casa porque lo engañaron, entonces me dieron la orden a mí. Yo no la acepté, y luego el comandante de escuadra le dijo al viejo que yo no había cumplido la orden. Entonces ordenaron que me mataran”.
Este joven hace un llamado para que este grupo poblacional tenga en cuenta cualquier propuesta que le llegue por medio de las redes sociales e indaguen muy bien antes de aceptarla o de desplazarse a ciertos lugares, pensando encontrar un mejor futuro para ellos y sus grupos familiares.
Ejército destruyó fábrica de explosivos en Casanare
En el municipio de Támara, en el departamento de Casanare, las fuerzas de seguridad colombianas llevaron a cabo una operación que culminó con la destrucción controlada de una fábrica de artefactos explosivos. Según las autoridades, este lugar estaba vinculado al Grupo Armado Organizado Residual (GAO-r) Subestructura 28. La intervención se realizó tras enfrentamientos en la vereda El Zulia, donde se identificó la presencia de esta estructura armada.
La operación fue ejecutada por el Grupo de Caballería Mecanizado Guías de Casanare, en colaboración con el Grupo Aéreo de Casanare de la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional. En el lugar se descubrió una capacidad para fabricar más de 900 explosivos, lo que representaba una amenaza significativa para la seguridad de la región.
Durante la intervención, las fuerzas de seguridad incautaron 100 detonadores eléctricos, 460 barras de explosivo indugel y 200 anfoeléctricos. Además, se encontraron rampas de lanzamiento y 170 tatucos ya fabricados. También se halló maquinaria industrial utilizada para la producción de estos artefactos explosivos, lo que evidencia un nivel avanzado de preparación y capacidad operativa del grupo armado.