Según el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), es crucial tomar medidas para proteger la salud de los más pequeños y minimizar riesgos durante esta celebración.
Entre las recomendaciones, se destaca la importancia de adquirir dulces empaquetados de marcas confiables y evitar aquellos sin envolturas o con información de etiquetado ausente.
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El Programa de Enfermería de la Universidad ECCI también subraya la necesidad de revisar cuidadosamente los dulces antes de su consumo, asegurándose de que los empaques estén en buen estado y sellados.
Además, se aconseja evitar dulces caseros o de origen desconocido para prevenir intoxicaciones alimentarias. Limitar la cantidad de dulces consumidos en una sola noche es otra medida importante para evitar problemas de salud como el malestar estomacal o el riesgo de caries.
El Invima advierte sobre el consumo excesivo de dulces y alimentos en una sola noche, ya que puede afectar la salud. Recomienda comprar en establecimientos autorizados y verificar la información del producto, asegurándose de que cuente con la autorización sanitaria correspondiente.
Además, se debe evitar el consumo de productos que presenten coloración anormal, humedad, olores extraños o una textura blanda.
También, este instituto de alimentos enlistó una serie de dulces, caramelos y golosinas que, aunque se realice la venta de estas, no se recomienda la compra o el consumo de las mismas, sobre todo en menores de edad, pues son de usos recreativos para adultos al contener sustancias alucinógenas. Estos son: TripitosPops, Trips Ahoy y Gomitas de gelatina Trilli Big Bold Bears.
En caso de que los niños presenten síntomas como náuseas o dolor abdominal tras el consumo de dulces, se debe buscar atención médica de inmediato y evitar la automedicación. La supervisión de un adulto es esencial para garantizar la seguridad de los menores durante la recolección de dulces.
El Ministerio de Salud también sugiere considerar alternativas más saludables, como frutas decoradas de forma creativa, para reducir el consumo excesivo de azúcar y proporcionar nutrientes importantes. Estas opciones pueden ser igual de atractivas para los niños y contribuyen a una dieta equilibrada.
El Programa de Enfermería de la Universidad ECCI recomienda que los niños estén acompañados por un adulto durante la búsqueda de dulces y que se planifiquen rutas bien iluminadas y seguras. También se aconseja optar por disfraces cómodos que no obstaculicen la visión ni la respiración, y mantener una buena higiene lavándose las manos antes de manipular y consumir dulces.
En caso de que un niño presente síntomas de intoxicación como dolor abdominal, vómito o diarrea, se debe acudir de inmediato a un centro de salud y evitar la automedicación, ya que el consumo de productos en mal estado puede tener serias consecuencias, especialmente en los niños.
Además de las recomendaciones sobre el consumo de dulces, el Programa de Enfermería de la Universidad ECCI enfatiza la importancia de otros cuidados durante la noche de Halloween. Entre ellos, el uso de disfraces seguros que no obstaculicen la visión ni la respiración, y la planificación de rutas bien iluminadas y seguras para el recorrido.
Halloween: el legado cultural de una tradición celta en Colombia
Halloween es una celebración que, aunque no es originaria de Colombia, ha encontrado un lugar significativo en la cultura contemporánea del país. Esta festividad, que se celebra el 31 de octubre, tiene sus raíces en antiguas tradiciones celtas y ha sido transformada y globalizada a lo largo del tiempo. En Colombia, Halloween se popularizó principalmente debido a la influencia cultural de Estados Unidos, especialmente desde las décadas de 1970 y 1980.
La llegada de Halloween a Colombia se debe en gran parte a la exposición a películas, programas de televisión y otros contenidos culturales estadounidenses.
Esta influencia ha llevado a que la festividad se integre en las dinámicas locales, convirtiéndose en una fecha esperada por muchos. En las ciudades colombianas, es común ver a niños disfrazados pidiendo dulces, adultos organizando fiestas de disfraces y comercios decorados con motivos de terror.
A pesar de no ser una celebración tradicionalmente colombiana, Halloween ha sido bien acogida y adaptada a las costumbres locales. El historiador e investigador de misterio, Esteban Cruz, explicó a Señal Colombia que Halloween en Colombia es una especie de “eco cultural” que se transmite a través de películas, juguetes y otros bienes materiales de consumo. Según Cruz, esta adaptación ha dado lugar a una versión “tropical” del Halloween en el país.
Cruz también señaló que, aunque Halloween se celebra como un carnaval más, en Colombia se ha desligado de su asociación con los muertos, ya que la tradición local está más vinculada al Día de las Almas y de Todos los Santos. Esta diferenciación cultural ha permitido que Halloween se desarrolle como una festividad única dentro del contexto colombiano.