Colombia, junto con la Comisión del Mar de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y la Fundación Worldview International Foundation (WIF), socializó en la XVI Conferencia de las Partes de la Organización de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (COP16), los progresos de su iniciativa de resiliencia costera, enfocada en la restauración de manglares y la protección de los ecosistemas de carbono azul en la región del Gran Caribe.
La Cancillería colombiana destacó que esta iniciativa busca rehabilitar los manglares degradados en los países miembros de la AEC, y al mismo tiempo, contribuir a los compromisos globales en el marco del Acuerdo de París, el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
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La Cancillería detalló que la recuperación de estos ecosistemas no solo representa un beneficio ambiental al actuar como barreras naturales frente a la erosión costera y como reservas de carbono, sino que también tiene implicaciones sociales y económicas importantes para las comunidades que dependen de estos recursos.
El panel: ‘Preservando la Biodiversidad del Gran Caribe’
Como parte de la programación de la COP16, el panel titulado ‘Preservando la Biodiversidad del Gran Caribe: Unidos Contra la Erosión Costera’ fue un espacio donde expertos, representantes gubernamentales y líderes comunitarios abordaron la importancia de la resiliencia costera en el Caribe.
“El cambio climático es una amenaza directa para el Caribe, y nuestros esfuerzos deben enfocarse en brindar soluciones sostenibles y efectivas que garanticen la protección de estos ecosistemas y el bienestar de las comunidades”, afirmó el canciller Luis Gilberto Murillo, quien preside el Consejo de Ministros de la AEC.
Asimismo, enfatizó la relevancia de que Colombia sea el anfitrión de este evento, señalando que este hecho reconoce la importancia de la región del Gran Caribe en los esfuerzos globales para la sostenibilidad ambiental.
Diplomacia por la Vida y la Naturaleza
Un aspecto destacado de la iniciativa es su enfoque en la “diplomacia por la vida y la naturaleza”, un principio fundamental en la agenda internacional de Colombia. Esta postura busca consolidar el liderazgo del país en la región para responder a la crisis climática a través de alianzas estratégicas y proyectos de impacto tangible.
En línea con este enfoque, el canciller Murillo resaltó: “Hoy, reafirmamos que la diplomacia por la vida y por la naturaleza es el único camino posible para salvaguardar la biodiversidad del Gran Caribe, y estamos pasando de las palabras a la acción”.
La alianza entre la AEC y la WIF, concretada mediante la firma de un manifiesto de interés, establece las bases para desarrollar proyectos de restauración de manglares en el Caribe.
Un nncuentro para fortalecer la cooperación regional
La COP16, además de su carácter oficial, contó con diversas actividades paralelas en las que se incluyeron foros, reuniones y encuentros con actores sociales, delegaciones de los países miembros de la AEC, expertos en biodiversidad, y representantes de comunidades indígenas y afrocaribeñas. Estos espacios de diálogo permitieron fortalecer la cooperación entre los países del Caribe y resaltar el compromiso de la región en la lucha contra la erosión costera, así como en la protección de la biodiversidad.
Uno de los logros destacados en esta actividad fue la construcción de una plataforma de cooperación regional que, además de la recuperación de manglares, busca promover la resiliencia costera a través de políticas integrales y soluciones basadas en la naturaleza. Se discutieron, además, iniciativas de financiamiento y apoyo técnico para llevar a cabo proyectos que se ajusten a las realidades y necesidades de cada país, aprovechando la experiencia y el conocimiento local.
El Gran Caribe: hacia una región resiliente y sostenible
Para los países del Caribe, la erosión costera y la pérdida de biodiversidad representan amenazas graves que afectan su economía, sus comunidades y sus ecosistemas. Por lo tanto, iniciativas como la resiliencia costera y la restauración de manglares se presentan como soluciones necesarias para proteger la biodiversidad, fortalecer la seguridad alimentaria y mejorar la capacidad de adaptación de las poblaciones.
En este sentido, la colaboración entre la AEC, WIF y Colombia establece un precedente importante en la región, promoviendo una visión de largo plazo en la que la restauración de los ecosistemas costeros es vista no solo como una solución ambiental, sino también como una oportunidad para fortalecer las capacidades locales y construir un futuro sostenible.