Diomedes Díaz es uno de los íconos de la música vallenata en todo el territorio nacional. Y es que a lo largo de toda su carrera, el guajiro supo cautivar a miles de colombianos con algunos de sus más grandes éxitos, melodías con las que sus seguidores podían llegar a sentirse identificados en historias de amor, familia, entre otras situaciones.
Precisamente, una de las canciones emblema del cantautor vallenato fue “Mi Muchacho”, éxito que data de 1984 y que contó con la participación del acordeonero Nicolás Elías “Colacho” Mendoza, uno de los más cercanos a “El Cacique de la Junta” antes de convertirse en uno de los personajes más famosos en todo el país.
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Y es que dicho “himno”, como es considerado por muchos de los amantes de la música vallenata, narra la historia de un padre y su hijo. De hecho, en esta canción, Diomedes Díaz hace alusión a Rafael Santos, uno de sus primogénitos que también siguió su legado en el ámbito musical.
Así las cosas, a más de 10 años del deceso del oriundo de San Juan del Cesar, el mismo Rafael Santos reveló el origen de esta melodía, que ha sacado más de una lágrima a todos los padres en el país e incluso a nivel internacional.
Fue en una entrevista con Los 40 que el también cantante, que además es actor, explicó la historia que existe detrás de “Mi Muchacho”.
Santos, que fue el primer hijo de la relación entre Diomedes Díaz y Patricia Acosta, contó que, cuando él tenía seis años, él salió junto con sus padres, en pleno domingo, a visitar a uno de los “colegas” del cantante en el municipio en el que residían para ese momento.
Así las cosas, los tres integrantes de la familia Díaz Acosta emprendieron rumbo en una camioneta Ford y pasaron por en frente de una tienda en la que “El Cacique” acostumbraba a comprar las botas con las que se presentaba en sus conciertos.
Al percatarse de ello, Santos dio aviso a sus padres de que él quería unas botas del mismo estilo; sin embargo, el problema radicó en que la mencionada tienda estaba cerrada, razón por la que era imposible comprar tal calzado.
La molestia de Rafael fue tal que, aseguró, él hizo una “pataleta” a sus padres con el fin de que hicieran hasta lo imposible para poder conseguir las botas.
Así las cosas, Diomedes, que ya se empezaba a molestar por la situación, optó por detenerse, pero no para comprar el calzado; una vez estacionó, el cantante tomó a su hijo y le dio dos palmadas como un “correctivo” para que este dejara de llorar y discutir por la situación.
Los hechos generaron rabia e impotencia en el entonces niño de seis años que, según explicó, adoptó una actitud distante con su padre durante algunos días.
Al parecer, el ambiente se tornó incómodo hasta para la misma Patricia Díaz que, con el fin de que la relación entre su pareja y su hijo mejorara, convenció a Diomedes de que compusiera una canción en honor a Rafael Santos.
“Dice mi mamá que yo salí mucho a la familia de mi mamá, que son muy sentimentales. Mi mamá le dijo a él: ‘Mira, yo creo que es mejor que le saques una canción a tu hijo y así te vuelves a reencontrar con él porque él no quiere saber nada de tí'”, dijo Rafael Santos.
Y es que Diomedes también habría estado sumamente preocupado por la relación con su hijo, razón por la que se decidió a escribir la canción.
Así las cosas, luego de ir a una presentación musical, Diomedes sorprendió a su hijo con un “regalo”.
Eran las 3:00 a. m. cuando el cantante pidió a Rafael que saliera para que él pudiera interpretar la canción, gesto que, explicó Santos, ayudó a que la familia pudiera reencontrarse nuevamente.
Incluso, Rafael Santos aseguró que la anécdota también sirvió de enseñanza a “El Cacique” para que no intentara solucionar sus problemas a los golpes.
“Mi Muchacho”, uno de los mayores éxitos de Diomedes Díaz
“Mi Muchacho” es una canción del reconocido cantante colombiano de vallenato Diomedes Díaz. La letra de la canción expresa sentimientos de amor y orgullo hacia su hijo, reflejando experiencias personales del artista.
El tema destaca la relación paternal y los deseos de un futuro próspero para el hijo, combinando elementos poéticos y la tradicional narrativa vallenata. La música acompaña adecuadamente la emotiva letra con el característico acordeón que domina las composiciones de Díaz, lo que hace de esta canción una pieza memorable dentro de su repertorio.