A partir del 31 de octubre y hasta el 4 de noviembre de 2024, Colombia enfrentará un racionamiento temporal de gas natural, como resultado del mantenimiento programado en la regasificadora del Caribe.
Esta decisión, anunciada por el Ministerio de Minas y Energía, ha suscitado un intenso debate en el sector energético del país, porque las preocupaciones sobre el suministro de gas son cada vez más apremiantes.
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La regasificadora, ubicada en Cartagena, es fundamental para la importación de gas natural, porque abastece a importantes plantas térmicas, como Termoflores, Tebsa y Termocandelaria.
El mantenimiento anual es necesario para asegurar la operatividad de la infraestructura, que desde 2016 ha jugado un papel clave en el sistema energético nacional. Aunque el hecho de que este mantenimiento coincida con un periodo de creciente preocupación sobre la disponibilidad de gas ha llevado a la propuesta de racionamiento.
¿A quiénes afecta la medida?
Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía, ha aclarado que esta medida no impactará a los hogares ni al comercio, argumentando que su objetivo es garantizar la disponibilidad de gas para las plantas térmicas durante el mantenimiento.
Según el ministro, “para la ciudadanía, los hogares y el comercio no tiene ninguna implicación”, ya que el racionamiento se enfoca en los grandes consumidores de gas, principalmente la industria, en especial Ecopetrol.
El racionamiento programado afectará mayormente a los grandes consumidores industriales, que enfrentarán restricciones en su suministro. Camacho subrayó que el gobierno ha tomado medidas preventivas para mitigar cualquier impacto adverso en el consumo de gas residencial y comercial.
Este tipo de racionamiento ha sido implementado en años anteriores (2009, 2014 y 2021), y las autoridades aseguran que se han establecido protocolos para priorizar la demanda esencial.
Causas del Racionamiento
La necesidad de este racionamiento se origina en la situación actual de los embalses, que son la principal fuente de energía en Colombia. Normalmente, cerca del 70% de la electricidad del país proviene de fuentes hidroeléctricas.
Aunque tras el fenómeno de El Niño, que finalizó en abril, la recuperación de los niveles de los embalses ha sido lenta. Aunque para el 20 de octubre los embalses alcanzaron un nivel útil del 53.64%, se necesita una mayor recuperación para enfrentar el “verano eléctrico” que comienza en diciembre, cuando las lluvias suelen ser escasas.
Las plantas térmicas han asumido un papel crucial en este contexto, generando más energía para compensar la falta de agua en los embalses. Sin embargo, el suministro limitado de gas natural importado ha complicado esta operación, lo que ha llevado a la necesidad de implementar racionamientos temporales.
Preocupaciones del sector y de los gremios
El racionamiento se centrará en la región Caribe, pero ha generado preocupación en otros sectores. Los gremios de energía han solicitado que cualquier medida de racionamiento no se limite solo a esta región, sino que se aplique a nivel nacional. Argumentan que un enfoque equitativo podría mitigar el impacto de la crisis energética en todo el país, en lugar de concentrar las restricciones en un solo lugar.
Los industriales del Caribe temen que el racionamiento, que podría alcanzar entre el 30% y el 40% de su suministro de gas natural, impacte gravemente sus operaciones. En comparación, si el racionamiento se extendiera a nivel nacional, la afectación total sería mucho menor, entre el 5% y el 7%. Esta propuesta ha llevado a un llamado a la colaboración entre las diferentes regiones para encontrar soluciones más justas.
El Futuro del Abastecimiento de Gas
Naturgas y otros actores del sector han enfatizado la urgencia de fomentar la exploración y producción de gas local, así como de fortalecer la infraestructura existente. Se necesitan medidas para garantizar un suministro estable y confiable, en particular para atender la demanda esencial e industrial.
La presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas, advirtió que el racionamiento podría llevar a que algunos usuarios, especialmente en regiones como Cesar, Atlántico y Bolívar, se vean obligados a recurrir a combustibles alternativos, lo que podría aumentar los costos de energía y crear dificultades adicionales.
La colaboración y la planificación proactiva serán esenciales para enfrentar los desafíos que presenta el mantenimiento de la regasificadora y el suministro de gas en el país.