La isla Tierra Bomba, situada a solo quince minutos en lancha desde la ciudad de Cartagena, es protagonista de un conflicto ambiental que podría dejar al exclusivo sector de Punta Arena sin su principal manglar debido a los altos niveles de contaminación.
Así quedó reportado en una reciente investigación de la revista Cambio, en la que quedó reflejada la acumulación de residuos sólidos en la zona de Punta Arena que está poniendo en peligro la biodiversidad local, incluyendo especies como la tortuga carey y la iguana verde.
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Sin embargo, moradores de la isla han concordado en que el principal responsable del daño ambiental que se está cometiendo en el manglar es el hotel Fénix Beach, una lujosa instalación propiedad de la actriz colombiana Natalia Reyes, quien en redes se ha catalogado como ambientalista y protectora de los ecosistemas nacionales.
Aunque habitantes de la isla, que comprende sectores como Caño Loro, Bocachica y Punta Arena, afirmaron a la revista haber visto a algunos empleados del hotel desechando basura en el manglar, Natalia Reyes negó estas acusaciones y aseguró que el establecimiento ha implementado medidas para proteger el entorno, como la eliminación de plásticos de un solo uso y el uso de compostaje.
“El Fénix ha rellenado todo el mangle con basura. El hotel está al frente de la playa, pero hacía atrás, donde se han improvisado unos caminos hechos con arena, es a donde trasladan en unas carretas los residuos que producen todos los días los turistas”, señaló uno de los habitantes el medio nacional.
La situación se ha agravado debido a la falta de un sistema eficiente de recolección de basura, lo que ha llevado a que los desechos se acumulen en el manglar. Pero Reyes, en comunicación con Cambio, también denunció que algunos miembros de la comunidad han dañado el manglar, y que esta información es conocida por las autoridades ambientales.
A pesar de las denuncias, no se ha tomado ninguna acción concreta para mitigar el problema. La Corporación Autónoma Regional de Canal del Dique (Cardique), que tiene jurisdicción en la zona, ha sido criticada por su falta de respuesta efectiva ante la crisis.
Entretanto, los moradores insisten en que, no en pocas ocasiones, han visto a los empleados del Fénix Beach arrojar los desechos a un terreno que colinda con la parte trasera del hotel y que queda justo en la zona del manglar.
“Ellos (Fénix) tienen el lote de atrás a su total disposición y no pueden decir que no les pertenece porque son los únicos que tienen acceso. Incluso hay cámaras del mismo hotel que podrían mostrar cómo todos los días botan la basura y hasta hacen quemas de algunos residuos”, señaló uno de los habitantes a la revista, aunque prefirió reservar su nombre por seguridad.
Ante las denuncias, Natalia Reyes aseguró que se pondrá al frente para revisar la situación, pues destacó que el hotel ha tenido varios pleitos con las autoridades sanitarias de Tierra Bomba y Cartagena por los malos manejos de residuos. Además, aseguró que Fénix Beach ha adoptado una política de no plásticos de un solo uso e, incluso, adquirió una máquina trituradora de vidrio desde Nueva Zelanda para mitigar el impacto ambiental.
La situación en Tierra Bomba refleja una gestión ambiental deficiente en la región de Bolívar, donde múltiples entidades se reparten la responsabilidad sin tomar medidas concretas. La falta de un sistema de recolección de residuos adecuado ha llevado a que la basura se acumule, afectando no solo al ecosistema, sino también a la comunidad local que depende del turismo y la pesca.
La isla, que se ha convertido en un destino turístico importante, enfrenta el riesgo de perder su atractivo si no se toman medidas urgentes para resolver la crisis ambiental. La comunidad y los ambientalistas han hecho un llamado a las autoridades locales y nacionales para que intervengan y establezcan un sistema de gestión de residuos más eficiente, que incluya el reciclaje y la reforestación del manglar.