En la tarde del domingo 27 de octubre de 2024, el cantante colombiano Duma sorprendió a sus seguidores al revelar detalles sobre un presunto pacto que habría hecho con la misteriosa organización de los Illuminati.
Y es que en una entrevista para el programa La Red de Caracol Televisión, el artista, cuyo nombre real es Brian Salazar, relató cómo esta experiencia marcó un antes y un después en su vida.
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Según expresó, la propuesta de unirse a esta organización llegó en un momento vulnerable: “Estaba pasando por un mal momento en todos los aspectos. Me sentía solo, triste y económicamente devastado”, comenzó por explicar el artista que aseguró que el llamado a unirse a los Illuminati llegó de manera inesperada y mediante un simple mensaje por la aplicación de WhatsApp.
La enigmática invitación y el presunto ritual de iniciación
Duma relató que el contacto inicial fue directo y con una propuesta clara: la promesa de “éxito rotundo” y de una vida sin carencias materiales a cambio de su alma: “Me pidieron grabarme en video diciendo una oración que me enviaron. Tenía que decir tres veces mi nombre y aceptar la entrega de mi alma de forma rotunda. Todo esto lo hice en medio de la incredulidad y con la esperanza de que mis problemas acabaran”.
Durante la entrevista, Duma detalló el proceso del supuesto ritual y las indicaciones que le habían dado: pasos específicos, mensajes casi automáticos y peticiones que lo llevaron a un punto de no retorno: “Todo parecía muy organizado y sin margen de error”, agregó.
En uno de los momentos más impactantes de su relato, compartió las palabras exactas de la oración que debía recitar, mencionando términos como “Lucifer” y “las élites del 666″: “En el comienzo de un nuevo capítulo convoco y llamo a los antiguos padres de la fraternidad y las élites del 666 para que den testimonio de mi gran opción hacia la riqueza”.
El arrepentimiento y las consecuencias
A pesar de haber aceptado inicialmente, Duma afirmó que la decisión lo sumergió en una pesadilla que no había anticipado: “Perdí mi paz y mi tranquilidad, no sabía lo que era dormir, sentía que ellos sabían todo sobre mí: dónde estaba, qué hacía y hasta cómo me sentía”.
Las consecuencias de su decisión no se limitaron a su paz mental, pues según Duma, empezó a recibir mensajes que involucraban a su familia, especialmente a su hija, lo que lo llevó a un estado de profunda preocupación y angustia.
En un intento desesperado por cortar cualquier tipo de contacto con la organización, Duma optó por bloquear el número de sus presuntos interlocutores; sin embargo, los mensajes y supuestas amenazas continuaron, aumentando su temor y llevándolo a buscar una salida definitiva, incluso, mencionó que en un punto álgido fue convocado para realizar un ritual con animales, algo que, según expresó, jamás podría haber aceptado.
La búsqueda de la paz espiritual y un giro inesperado
En la desesperación por liberarse de la situación, Duma decidió acudir a la iglesia del Parque de Envigado y fue allí donde, según él, se produjo un giro inesperado: “Entré a la iglesia y me puse a llorar. Me sentía perdido y le pedí a Dios que me ayudara”, en ese momento, según su testimonio, una señora desconocida le entregó un rosario de madera, afirmando que “venía de la Virgen”.
Este acto, interpretado por Duma como una señal divina, lo llevó a romper en llanto y a replantearse toda la situación: “Fue como si mi cuerpo y mi vida se desgarraran. Sentí un alivio y una paz que no había experimentado en mucho tiempo”.
Desde ese instante, el artista sintió que el supuesto pacto se rompió y que se sintió liberado de la opresión que había experimentado desde el comienzo de la historia.