“No solo no pase, el jurado se burló de mí de la peor manera”: la profunda reflexión de un maestro que fue humillado en audición de tv

A través de sus redes sociales, el bloguero y docente de idiomas Enrique Threebilcock compartió con sus seguidores la historia sobre la vez que se presentó a las audiciones de Protagonistas de novela, donde: “No solo no pasé, sino que el jurado se burló de mí de la peor manera”.

Según comentó, “esto pasó hace 12 años, pero, la verdad, es que fue una experiencia tan fuerte que me marcó hasta el día de hoy. Por eso es que, ahora, que soy profesor de inglés, todos los estudiantes que han pasado por mis clases en vivo se acuerdan de que en la primera clase soy muy reiterativo con que, si alguien se burla de ellos, es esa persona quien tiene el problema”.

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A pesar de nunca haber sido alguien tímido con los idiomas, esta situación lo llevó a entender lo que se siente ser burlado, porque, además, sucedió en televisión nacional “y no vino de cualquier persona, vino de un jurado”. Un juirado que, durante la temporada en la que aspiró a un cupo “estaba conformado por Alejandra Borrero, de quien no tengo nada malo que decir porque siempre fue muy respetuosa; un director de televisión, cuyo nombre ya no recuerdo, y otra señora, que de esa sí me acuerdo muy bien, pero ni siquiera la voy a mencionar”.

Para entonces; es decir, “en el año 2012 estaba estudiando comunicación social y también estudiaba actuación para cuando abrieron la convocatoria al programa, ya tenía algo más de un año en la escuela de actuación y me dije: ¿por qué no? Vamos a intentarlo”.

La convocatoria, para Bogotá, fue u viernes, durante el que Threebilcock estuvo haciendo fila todo el día en el coliseo del Salitre, en donde pasó por tres filtros, antes de enfrentarse al jurado principal.

“Me acuerdo que, al final de esos tres filtros, uno tenía que hacer su audición ante una argentina. Yo no sé por qué, pero tuve la sensación de que la que escogía era esa mujer. Sentí que era la que decidía quién pasaba y quién no. Y cuando terminó mi audición, me preguntó por qué quería entrar a protagonistas y, yo, que en ese momento vivía una situación económica muy difícil porque mi familia se acababa de quebrar dos años atrás, le dije: porque necesito ayudar a mi familia a salir adelante y veo en este programa una oportunidad”.

Al salir del coliseo en el que se presentaban las pruebas, Threebilcock tuvo la sensación de que había logrado convencerla, así que asistió confiado a la prueba frente al jurado de televisión, con un monólogo que preparó durante días.

Sin embargo, “no salió bien. Estuve muy nervioso o el monólogo no era lo suficientemente bueno, pero en el fondo sentí que lo que realmente importaba para pasar no era la audición, porque había gente con audiciones terribles que terminó quedando, sino que era algo que ya estaba definido desde antes”.

Y continuó: “Lo que sí noté, que me sorprendió y shockeó un poco con el jurado, es que era más como una puesta escena, porque los tres jurados estaban representando un personaje que se activaba y se apagaba, según el director gritaba: grabando o corte”.

No tardó en darse cuenta de que su audición no había logrado descrestar a los tres jurados y cuando empezó a escuchar comentarios desagradables decidió quedarse con la misma expresión de principio a fin:

“Cuando noté que todo era tan puesto en escena y que no me iban a decir nada bueno, me quedé callado, en silencio absoluto, porque era una forma de sabotear la audición para que no saliera en televisión (...) Alejandra Borrero fue clara en que era un no, pero de manera muy respetuosa. Sin embargo, no pudo decir lo mismo del director de televisión y de la otra señora que no voy a mencionar. Hicieron un par de chistes malos para decirme que pase una vergüenza y cuestionarme por pensar que iba a pasar con eso. Me destrozaron. Me hicieron trizas”.

Su audición nunca salió en televisión, ni quedó registro alguno de ella; lo que, a fin de cuentas, fue un gran alivio para Threebilcock ; ya que, aquel episodio bochornoso y con tintes humillativos, estaría solo en su cabeza. Aunque, lejos de permitirle crecer como un trauma, decidió enfrentarlo y hacer de la experiencia una enseñanza de vida.

“En esa época, en las audiciones, había gente a la que se le burlaban muy feo, hubo gente a la que se le burlaron mucho peor que a ji y ¿si uno era tan malo por qué lo dejaban llegar hasta allá?... fácil, por algo muy cruel que se hacía en esa época. Te dejaban pasar no porque fueras bueno, sino porque querían gente que fuera a hacer el oso frente al jurado para tener material para tv y fui uno de esos”.

Al salir, escuchó claramente a la tercera miembro del jurado comentando que era un niño rico, sin talento, jugando a ser actor. Una frase que desconocía por completo su cruda realidad y su intento por conseguir fondos adicionales para ayudar en casa:

“Tan niño rico era yo que la motivación para perseguir un cupo en ese programa era la posibilidad de encontrar un trabajo para ayudar a mi familia, tan niño rico era yo que el año siguiente pude terminar la universidad gracias a una beca para estudiantes con dificultades económicas. Y podría escribir un libro con las cosas que me ha tocado vivir por no tener plata (...) y que una persona que sale en tv, que tiene una trayectoria y por la que sientes cierto respeto profesional, se burle de ti, de esa manera... no es fácil”.

No la culpa, pero sí se cuestiona: “¿Cómo aceptas un trabajo en el que te ponen a burlarte de un tipo del que no conoces su historia, que se ha matado dos días en una fila, otro día aguantando hambre en un estudio y cómo vas a burlarte del sueño de una persona? por algo este tipo de burlas no siguieron viéndose en televisión nacional (...) ahora soy profesor de inglés y trato de motivar a la gente a que, a pesar de las burlas y los traumas, uno tiene que ser lo suficientemente fuerte para vencerlos, ir más allá y luchar por lo que se quiere, porque sé que se siente que se burlen de ti, intentar algo y no conseguirlo, que te digan que no y aquí estoy”.