De acuerdo con información revelada por el Inpec (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario), se informó sobre el hallazgo de una maleta donde se escondían disfraces para un intento de fuga, en La Picota, en Bogotá.
La entidad encontró en la tarde del sábado 26 de octubre, en el pabellón 31 de la Estructura 3 por medio de un llamado radial a la unidad de Policía Judicial, varias prendas de vestir con camuflaje tipo ejército.
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Entre los elementos hallados por los agentes del Inpec en el centro carcelario fueron: tres chaquetas color verde recubiertas con camuflaje tipo ejército de manera artesanal; tres pantalones color verde recubiertos con camuflaje tipo ejército de manera artesanal; tres gorros color verde tipo pasamontañas; un par de guantes color verde; una cortina de manchas tipo camuflaje ejecuto artesanal; una maleta color gris y negro.
Todos los elementos quedaron bajo la custodio de la unidad de Policía Judicial.
Jaider Ospina Castillo asumió el liderazgo de la cárcel La Picota en Bogotá en septiembre del 2024, uno de los centros penitenciarios más grandes de Colombia, que alberga a más de 7.200 internos.
Ospina Castillo, quien anteriormente dirigió la cárcel de Cómbita en Boyacá y la cárcel de La Tramacúa en Valledupar, Cesar, reemplaza a Mauricio Ríos, que estuvo al frente desde enero tras la jubilación de Horacio Bustamante.
La Picota es conocida por su infraestructura de mediana y alta seguridad, y cuenta con pabellones destinados a internos extraditables y funcionarios de alto perfil.
Intento de fuga masiva en la cárcel de Sincelejo durante un amotinamiento
En un registro realizado por miembros del Inpec en la cárcel La Vega de Sincelejo, se desató un amotinamiento entre los reclusos que obligó a las autoridades a desplegar un operativo de seguridad para controlar la situación. La intervención tuvo lugar en el pabellón 2, donde 92 hombres fueron inspeccionados.
Durante estas labores, algunos individuos intentaron impedir la requisa, lo que generó enfrentamientos con el personal de seguridad. “Durante los altercados, dos reclusos corrieron hacia uno de los muros del centro penitenciario e intentaron trepar para huir,” reportó el Inpec.
El incidente tuvo momentos de alta tensión cuando dos internos intentaron escapar escalando un muro. Un dragoneante desde una garita hizo disparos al aire para detener el intento de fuga.
Según confirmó un comunicado del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario “la situación fue controlada por el Personal de Custodia internamente y con el apoyo de la Policía Nacional, que aseguró el establecimiento en el perímetro externo”. Esto permitió restablecer el orden en el centro penitenciario.
Inmediatamente, refuerzos de la Policía del departamento de Sucre se desplazaron al lugar, creando una barricada humana alrededor del recinto para evitar cualquier nueva fuga. “Decenas de patrulleros en motocicletas crearon un cerco humano en el área”, detalló la entidad. Estos esfuerzos lograron disuadir a otros reclusos de intentar escaparse y aseguraron el control completo de la situación tanto adentro como afuera de la cárcel.
El alcalde de Sincelejo, Yahir Acuña, se pronunció tras los sucesos. Según la declaración del mandatario: “Controlada toda la situación en la cárcel La Vega por parte de la institucionalidad. Conteo completo de reclusos, sin faltantes, todo restablecido y en orden”.
Yahir Acuña también informó que se realizó un conteo triple de los internos en el pabellón afectado para garantizar que todos permanecieran en el lugar. Este recuento asegura que la población penal suma 574 reclusos, coincidiendo con el número registrado antes de los incidentes.
Durante la inspección, se identificaron a tres reclusos como los principales instigadores de los disturbios. José Miguel Padilla Angarita, Eduardo José Escobar y Khan Carlos Pérez Terán fueron los responsables de intentar frenar la requisa y agitar a sus compañeros.
Según el Inpec, “durante la requisa, se encontraron sustancias estupefacientes y varios celulares, que fueron decomisados”. Este descubrimiento subraya los desafíos continuos que enfrenta la administración penitenciaria en su esfuerzo por mantener el orden dentro de los muros del establecimiento.