La Policía Metropolitana de Santa Marta capturó a un presunto integrante del grupo armado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), conocido como Clan del Golfo, por el delito de amenaza contra defensores de derechos humanos y servidores públicos.
De acuerdo con el reporte entregado por las autoridades, este sujeto estaría detrás de las intimidaciones al Juez Cuarto Penal del Circuito Especializado Itinerante del Distrito, Henry Hernando Ortiz, luego de varios meses de investigación que incluyó declaraciones de testigos y revisión de cámaras de seguridad, con el que fue vinculado por estos hechos.
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La Policía señaló que el juez ha sido blanco de 18 amenazas en su contra, por lo que había pedido un esquema de seguridad para garantizar el bienestar de su vida y la de su familia. Sin embargo, el togado denunció que, pese a contar con dicho esquema, las amenazas seguían llegando no solamente a su residencia, sino a su lugar de trabajo.
Las autoridades señalaron que las intimidaciones fueron producto de su participación en procesos judiciales contra cabecillas de organizaciones criminales y de narcotráfico, por lo que organismos judiciales alzaron su voz de protesta para que los jueces no sean atemorizados por grupos armados ilegales, ya que este no es el único caso presentado en el territorio nacional.
Según información de medios locales, una de las amenazas se produjo en medio de una audiencia virtual realizada el pasado 7 de marzo de 2023, hecho que fue denunciado ante la Fiscalía General de la Nación. Allí, la Unidad Nacional de Protección fortaleció su esquema de seguridad, protegiendo su vida ante las amenazas de muerte por parte del grupo criminal.
El hombre, cuya identidad aún no ha sido revelada por las autoridades, fue dejado a disposición de las autoridades competentes, donde deberá responder por el delito mencionado anteriormente.
Cayó segundo cabecilla del Clan del Golfo en Ciénaga, Magdalena
Por otra parte, la Policía informó la captura de un presunto integrante del Clan del Golfo que pretendía liderar una ofensiva contra el grupo armado Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (Acsn) en el municipio de Ciénaga, departamento de Magdalena.
Según el informe oficial, la captura se produjo en inmediaciones al municipio, en la Troncal del Caribe, donde las autoridades realizaban labores de registro e identificación. Cuando los uniformados detuvieron al sujeto que se movilizaba en un vehículo particular, notaron que el hombre de 25 años tenía una actitud sospechosa, y en el momento de su inspección, hallaron un revólver marca Colt Trooper Mark III, calibre 38, con seis cartuchos marca Winchester, que portaba sin ninguna autorización.
La Policía señaló que este sujeto sería el segundo cabecilla de la subestructura Sergio Antonio Carrascal Gómez, del Clan del Golfo, que opera en varios municipios del departamento como Ciénaga, Chibolo y Puebloviejo. “Este individuo habría llegado al municipio de Ciénaga hace dos meses con el fin de hacer frente a la confrontación con el GDO ACSN”, informó la Policía en un comunicado.
También, la institución detalló que este sujeto tenía una orden de captura vigente por el delito de concierto para delinquir con fines de extorsión agravada, por lo que fue dejado a disposición de las autoridades, en la que también deberá responder por el delito de porte ilegal de arma de fuego.
Hallaron el cuerpo descuartizado de cabecilla del Clan del Golfo en Palomino
De otro lado, las autoridades informaron el hallazgo de dos cuerpos sin vida en inmediaciones del municipio de Palomino, en el departamento de La Guajira.
Los cuerpos fueron identificados como José Nibardo Marín, conocido con el alias de El Abogado, y su esposa Saudi Karina Cotes, que estaban dentro de sacos de café a un costado de la Troncal del Caribe. Marín era un presunto líder del Clan del Golfo, una de las organizaciones criminales más poderosas de Colombia.
Primeras versiones apuntan a que la pareja había desaparecido el pasado 22 de octubre, cuando se dirigían a una reunión en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Se presume que fueron interceptados por miembros de una banda rival conocida como Los Pachencas, quienes los habrían torturado y asesinado antes de desmembrar sus cuerpos con una motosierra. Este acto de violencia se interpreta como un ajuste de cuentas en el violento mundo del narcotráfico.