“Ni el presidente Duque ni los altos mandos autorizaron la compra”, afirma Víctor Muñoz, exdirector del Dapre, sobre Pegasus

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que el gobierno anterior adquirió el software Pegasus para espiar a la oposición. Esta acusación ha generado una serie de reacciones y solicitudes de aclaración, especialmente después de que la empresa israelí NSO Group, fabricante del software, mencionara transacciones con Colombia sin especificar detalles.

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Víctor Manuel Muñoz, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) durante el gobierno de Iván Duque, negó categóricamente que se hubiera dado alguna instrucción para comprar Pegasus. En una entrevista con El Tiempo, Muñoz insistió en que ni el presidente Duque ni los altos mandos militares y policiales del país autorizaron la compra de dicho software. Además, habló de la importancia de que la Fiscalía aclare rápidamente esta situación, ya que existen indicios de una posible compra en 2021.

“Reitero lo que he dicho. El presidente Iván Duque y desde la Presidencia nunca se dio instrucción alguna para comprar una plataforma como Pegasus. Los integrantes de la cúpula militar y de Policía, y los exministros de Defensa durante el periodo Duque dejaron claro en un comunicado que ni recibieron instrucciones ni compraron ese software”, dijo el exfuncionario.

Por su parte, NSO Group emitió un comunicado en el que asegura que todas sus transacciones se realizaron conforme a la ley y con la documentación adecuada. Sin embargo, no proporcionaron detalles adicionales cuando fueron consultados por el medio citado.

“NSO es una empresa respetuosa de la ley. Como tal, todas las transacciones se realizaron de acuerdo con la ley y con la autorización y documentación adecuada en ambos países. Cualquier otra afirmación es inexacta y no refleja la realidad”, aseguró el exdirector del Dapre.

El presidente Petro, en una alocución a principios de agosto, presentó un documento que, según él, prueba la compra del software por parte de la Dipol, la Dirección de Inteligencia de la Policía. Según Petro, las transacciones habrían sumado 11 millones de dólares y se habrían realizado en un banco a nombre de NSO Group.

“Por las fechas que ocurrió ese tipo de transacción, se comenta en ese documento, que dos transacciones se realizaron, una por cinco millones y medio de dólares, la segunda por igual cantidad para completar 11 millones de dólares que costó el software Pegasus”, aseguró el presidente Petro cuando denunció la presunta compra de Pegasus.

Muñoz, que también es experto en tecnología, destacó que todas las compras del gobierno deben estar registradas en las plataformas de compras públicas, sugiriendo que cualquier adquisición de Pegasus debería estar documentada. Además, instó a los exfuncionarios del gobierno de Duque a pronunciarse sobre el tema para clarificar las especulaciones.

“Las compras del Gobierno en las diferentes áreas e instituciones se rigen bajo los parámetros de ley y están publicadas en las plataformas de compras públicas. Por lo que todas las compras deben estar registradas”, aseguró Muñoz.

La controversia sobre el uso de Pegasus en Colombia ha generado un intenso debate sobre la privacidad y el uso de tecnologías de vigilancia en el país. La Fiscalía continúa investigando los indicios de la compra del software, mientras que el gobierno actual busca esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.

En Colombia, el uso del software de espionaje Pegasus ha generado preocupación entre periodistas y defensores de derechos humanos, quienes temen ser blanco de vigilancia sin su conocimiento. Este software, desarrollado por la empresa israelí NSO Group, permite acceder a mensajes de texto, llamadas, fotos y videos de las víctimas, según informes recientes.

El descubrimiento de Pegasus en 2021 reveló su utilización por parte de varios gobiernos para espiar a individuos de interés, incluyendo periodistas, activistas y políticos. En Colombia, se ha informado que varios periodistas han sido objeto de ataques con este software, lo que ha encendido un debate sobre la privacidad y la seguridad en el país.

El impacto de Pegasus en Colombia ha suscitado un intenso debate sobre el equilibrio entre la seguridad nacional y los derechos individuales. La posibilidad de que periodistas y defensores de derechos humanos sean vigilados ha generado inquietud sobre las implicaciones para la libertad de prensa y la protección de datos personales.

El uso de Pegasus no se limita a Colombia; ha sido una herramienta controvertida a nivel mundial, utilizada por diversos gobiernos para monitorear a personas consideradas de interés. La capacidad del software para operar sin el conocimiento de las víctimas plantea serias preocupaciones sobre la invasión de la privacidad y el abuso de poder.