Álvaro Uribe critica al Gobierno de Gustavo Petro por “imposición dictatorial marxista”

Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia, ha lanzado una crítica contundente al actual gobierno, acusándolo de imponer políticas sin un análisis objetivo.

Durante una convención departamental de su partido, Uribe afirmó que el gobierno sigue una “vieja escuela marxista dictatorial”, según declaraciones en sus redes sociales.

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En este contexto, instó a su partido a realizar una autocrítica del pasado y a proyectar el futuro del país con objetividad. Además, enfatizó la necesidad de una política de seguridad que fomente la paz y una política económica que apoye el emprendimiento privado para impulsar la justicia social.

“Lo que necesita Colombia se puede obtener mirando el pasado con autocrítica, con objetividad y proyectando el futuro”, expresó el exmandatario, subrayando la importancia de aprender del pasado para construir un mejor futuro.

En su discurso, Uribe también abogó por un “Estado pequeño” que no consuma recursos excesivos, sugiriendo que estos podrían ser mejor utilizados en proyectos para jóvenes emprendedores. Este enfoque, según él, permitiría una mejor distribución de los recursos y fomentaría el crecimiento económico a través del sector privado.

Además, Uribe hizo un llamado a la bancada parlamentaria y a los precandidatos de su partido para que se posicionen como una “garantía para todos” los colombianos.

Enfatizó la importancia de atraer a simpatizantes de otros sectores políticos, incluso aquellos más cercanos al actual gobierno, para ampliar la base de apoyo del partido. “Si por ahí hay un petrista cerrero AAA, expliquen lo que es este partido”, instó Uribe, sugiriendo que el partido debe mostrarse como una opción abierta y accesible a todos.

El expresidente también destacó la importancia de sostener la lucha política con “tesis, argumentos y, sobre todo, amor por Colombia”, invitando a su partido a mantenerse firme en sus convicciones y a trabajar por el bienestar del país.

Uribe subrayó que, a pesar de las críticas al gobierno actual, su partido debe enfocarse en propuestas constructivas que beneficien a todos los colombianos.

En un evento reciente en Cali, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó duramente el legado del expresidente Álvaro Uribe en materia de derechos laborales.

Petro acusó a Uribe de oponerse a las mejoras en las condiciones de los trabajadores, argumentando que estas medidas son vistas por el expresidente como perjudiciales para la economía del país.

Esta crítica se produjo en el desarrollo de la Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo, donde Petro comparó la postura de Uribe con “la voz de Franco y la voz del esclavista”.

La respuesta de Uribe no se hizo esperar. A través de un mensaje en la red social X, el expresidente acusó a Petro de tener actitudes dictatoriales, independientemente de su ideología.

Uribe afirmó que Petro es incapaz de fomentar un debate democrático y argumental, y lo acusó de incitar al odio de clases, promoviendo la distorsión y la agresión. Estas declaraciones intensificaron la tensión entre ambos líderes políticos, que han mantenido una relación conflictiva desde hace tiempo.

En respuesta, el presidente Petro ha defendido su gestión, argumentando que su gobierno respeta los derechos humanos, a diferencia de las administraciones anteriores, incluida la de Iván Duque.

Petro ha señalado que el verdadero odio de clases surge de leyes que atentan contra la dignidad de los trabajadores, especialmente de las mujeres, y ha criticado las medidas laborales implementadas durante los mandatos de Uribe, como el horario nocturno que regía desde las 10 p.m. hasta las 6 a.m.

El debate sobre la reforma laboral ha sido un punto álgido en la política colombiana. Petro sostiene que solo se superará el odio de clases cuando los colombianos tengan empleos con salarios dignos y condiciones laborales justas. En contraste, Uribe ha sido un crítico constante de esta reforma, sugiriendo que mantiene la explotación laboral en el país, siendo injusta con los colombianos.