La situación en El Plateado, Cauca, es cada vez más intensa, las autoridades informaron que “alias El Mocho, alias Kevin, alias Giovanny, alias Carroloco y alias Paola están citando campesinos, mototaxistas, cultivadores y recolectores de hoja de coca para que se organicen por grupos numerosos y que, al detectar tropas en la zona, actúen en contra de los uniformados y mediante asonadas los obliguen a salir de la región”.
De acuerdo con un informe conocido por Noticias RCN, los criminales no solo estarían obligando a los civiles a realizar asonadas en contra del Ejército Nacional, también amenazaron con que reclutarían a los menores de edad si sus padres se niegan a participar del conflicto.
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“Lo que han venido informando algunos campesinos es que en dichas reuniones el ambiente ha sido absolutamente hostil y agresivo por parte de los miembros de las disidencias. En ellas, permanecen con su armamento terciado y visible hacia las personas, les prohíben el ingreso de celulares (se los retienen al ingreso y se los regresan al terminar) y les obligan a firmar unas planillas para mantener un censo sobre las personas que trabajan en la zona”, dice el comunicado de la fuerza pública.
El Ejército señaló que las disidencias estarían incitando a las comunidades para que roben armamento y material de intendencia de las tropas, llegando incluso a ofrecer dinero a quienes sustraigan estos elementos de los efectivos militares. “Cada familia deberá aportar la totalidad de los adultos que la compongan y en caso de los menores de edad, los mayores de 15 años también tendrán que hacer parte de las aglomeraciones y asonadas”, agregaron.
La situación es alarmante, pues si las familias muestran una postura negativa ante lo dictado por el grupo armado ilegal, sus hijos serán llevados a zonas campamentarias. “De no hacerlo y no participar en esta práctica ilegal, las disidencias amenazaron con reclutar de manera forzada a los menores de edad y llevarlos a engrosar las filas de las disidencias. A los adultos los amenazaron con represalias que van desde multas, trabajos forzados (desyerbar la maleza en las vías, labores de aseo, cocinar en campamentos, etc.) hasta quitarles la vida”, advirtieron.
Esta estrategia tendría el objetivo de “sacar las tropas y evitar que lleguen las instituciones del Estado con salud, educación, infraestructura, trabajo y progreso para esta región que tanto lo necesita”. La práctica permitirá “emplear a terceros sin exponer a las integrantes de la estructura criminal”, además de “manipular mediáticamente a la población”.
El documento también alerta que las disidencias buscan desacreditar y deslegitimar las operaciones militares llevadas a cabo en la región por el Ejército Nacional, la Armada de Colombia y la Fuerza Aérea Colombiana. “En repetidas ocasiones les hablan, con falsos hechos, sobre homicidios de campesinos, destrucción de viviendas o falsos bombardeos, acciones que no han ocurrido pero que mediante el discurso manipulador y recurrente de los criminales buscan que los campesinos actúen contra la Fuerza Pública”, subraya el informe.
Las disidencias habrían advertido que el pago de extorsiones continuará y que incluso aumentará, debido a que “sus estructuras han tenido que mover sus posiciones para evitar ser detectadas” por las tropas involucradas en la Operación Perseo.
Los instigadores de estas acciones, identificados como alias ‘El Mocho’, alias ‘Kevin’, alias ‘Giovanny’, alias ‘Carroloco’ y alias ‘Paola’, son señalados como responsables de asonadas y de ejercer constreñimiento sobre la población civil. Además, están implicados en diversos delitos, como narcotráfico, extorsión, homicidios, reclutamiento forzado y la instalación de artefactos explosivos. La ofensiva de las fuerzas militares persiste en esta zona para asegurar el control de una región que sufre constantes episodios de violencia.