Adulto mayor murió tras recibir golpiza por hacer un reclamo en Popayán: capturaron a tres personas implicadas

Luego de luchar por su vida durante trece días, un hombre de 68 años que permanecía internado en una UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) de un centro médico en Popayán, murió como consecuencia de las heridas que le provocaron dos golpizas que recibió. Todo por hacer un reclamo.

Debido a la muerte del adulto mayor, que se registró en una zona conocida como el asentamiento Quebrada Púbus, las autoridades iniciaron las pesquisas para dar con el paradero de los responsables de causarle la muerte al hombre, y en cabeza del alcalde de Popayán, Juan Carlos Muñoz Bravo, se confirmó que tres personas fueron detenidas y tendrán que responder por la muerte del hombre.

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Los detalles se revelaron el jueves 24 de octubre de 2024 por parte del mandatario y el comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, coronel Jhon Zambrano, que destacaron que este resultado se dio por parte de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), luego de que el caso se presentó el lunes 11 de marzo de 2024.

Trece días después, tras confirmarse la muerte del hombre de la tercera edad, la Policía dispuso todas sus capacidades para iniciar con la recopilación de pistas y testimonios, que terminaron por revelar detalles escabrosos, debido a la forma en cómo un simple reclamo terminó en un homicidio.

La madrugada de aquel lunes, el adulto mayor hizo el reclamo a dos hombres que iban pasando por el frente de la fachada de su vivienda. En ese momento ambos comenzaron a romper los vidrios de los ventanales de la vivienda, según destacaron las autoridades.

Debido a esto la víctima de 68 años bajó y les hizo al reclamo a los dos muchachos, que estaban “presuntamente bajo los efectos del alcohol y estupefacientes”. Pero la situación, en vez de calmarse con el diálogo, se calentó debido a que los dos sujetos se abalanzaron en contra del ciudadano y lo metieron dentro su propia vivienda, y allí lo cogieron a puños y patadas.

Tras la primera golpiza, y cuando en ese momento se trataba de mediar la situación, llegó otro grupo de personas que volvió a golpear, pero esta vez hasta con piedras, al hombre, que quedó inconsciente en el lugar. La víctima de este hecho de intolerancia fue auxiliada por sus familiares, y tras permanecer internada por trece días en la UCI, falleció.

Gracias a la rápida y eficaz intervención de funcionarios de policía judicial, las investigaciones permitieron identificar a los responsables mediante testimonios y reconocimientos fotográficos, lo que condujo a la captura de los tres principales agresores (dos mujeres y un hombre) quienes fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación para que respondan por el delito de homicidio.

Tras ser presentado ante un juez, se les impuso medida de aseguramiento intramuros mientras avanza el proceso judicial con el que se busca obtener la condena definitiva de estas personas por este hecho de intolerancia que vuelve a encender las alarmas en la sociedad colombiana sobre uno de las principales motivos por llamadas a la línea 123 a nivel nacional: riñas o actos de intolerancia entre vecinos.

En otro caso que se presentó en 2024, pero en la madrugada del 12 de mayo, un trágico incidente de intolerancia sacudió a Medellín, cuando un hombre de 50 años, Gilberto de Jesús Alzate, fue asesinado tras solicitar a sus vecinos que redujeran el volumen de la música.

El hecho ocurrió en el barrio Santa Cruz, en la comuna 2 de la ciudad, durante la celebración del Día de la Madre. El altercado se tornó violento cuando Alzate fue apuñalado en múltiples ocasiones por los asistentes a la fiesta. Su hijo, de 28 años, también resultó herido en el ataque.

Ambos fueron trasladados a un centro asistencial en Medellín, donde Alzate falleció debido a la gravedad de sus heridas, mientras que su hijo se encuentra en recuperación con un estado de salud estable.

La rápida intervención de la Policía del Valle de Aburrá permitió la captura de tres individuos, de 26, 27 y 29 años, quienes son los presuntos responsables del homicidio. Estos deberán enfrentar cargos por el asesinato de Alzate.

Este suceso ha generado conmoción en la comunidad local, destacando la problemática de la intolerancia en situaciones cotidianas. La violencia desatada por un simple pedido de bajar el volumen de la música pone de manifiesto la necesidad de abordar conflictos vecinales de manera pacífica y dialogada.