Ricardo Bonilla, el jefe de la cartera de Hacienda de Colombia, se reunió en Washington D.C., Estados Unidos con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para explorar la posibilidad de acceder a una nueva línea de crédito.
Esta acción se realizó en aras de refinanciar parte de la deuda nacional, que actualmente asciende a aproximadamente USD3.400 millones, según los datos oficiales.
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De acuerdo con una recopilación de datos que publicó RCN Radio, durante el año en curso, el Gobierno colombiano ha realizado tres pagos al FMI, cada uno por USD 630 millones.
En ese sentido, la propuesta del Gobierno colombiano es similar a una “compra de cartera”, donde se busca consolidar deudas en un paquete con tasas de interés más bajas. Actualmente, estas tasas de interés de los créditos del FMI para Colombia oscilan alrededor del 4.5%, mientras que los créditos multilaterales se sitúan entre el 5% y el 6%.
Ya desde el 16 de octubre de 2024, el ministro Bonilla había expresado su preocupación por las altas tasas de interés de los nuevos créditos, lo que obliga al país a destinar una gran cantidad de recursos al pago de la deuda. En ese orden de ideas, acceder a una nueva línea de crédito del FMI podría aliviar esta carga financiera.
Ese día, durante una intervención en la Cuarta Comisión del Senado, Bonilla presentó el proyecto de Ley de Financiamiento, con el que se busca “equilibrar el Presupuesto General de la Nación para el 2025″, a través del recaudo de 12 billones de pesos.
En 2025, se proyecta que $112,6 billones se destinen al pago de la deuda, lo que representa un incremento del 14% en los recursos asignados para este fin.
Bonilla precisó en el Senado que la idea es “una especie de compra de cartera efectiva, pero con tasas más bajas, lo que nos genera un alivio. Tenemos que mirar también a qué plazos, pero es no es una compra. Todavía estamos en conversaciones”.
No obstante, para el cierre de septiembre, el ministro afirmó que “no se renegociarán las deudas externas”, de manera que seguirían pagándose las obligaciones.
“No estamos renegociando el crédito del FMI, ya pagamos 3 de 8 cuotas y se van a seguir pagando”, dijo luego de una reunión en Nueva York con representantes del fondo, en la que se habría hablado de “conseguir, con apoyo del fondo, recursos que nos permitan bajar el monto que tenemos que pagar de tasas de interés”.
El otro objetivo de Bonilla en Washington D.C.
En las reuniones de otoño, Bonilla también abordó la necesidad de que la banca pública y privada modifique sus parámetros de valoración para los proyectos de inversión, especialmente aquellos con impacto ambiental.
Bonilla también habló sobre la necesidad de modificar estos parámetros para facilitar la financiación de iniciativas que contribuyan a la descarbonización del planeta, según declaraciones recogidas en el evento.
El ministro subrayó que los proyectos ambientales enfrentan desventajas frente a inversiones más rentables, como las del sector minero-energético. “Si seguimos con ese tipo de parámetros, nunca descarbonizamos el planeta”, afirmó Bonilla, quien insistió en la importancia de dirigir recursos hacia regiones críticas para la recuperación del oxígeno, como la Amazonía.
Bonilla también señaló, como se leyó en un comunicado del Ministerio, que la falta de componentes técnicos en estos proyectos contribuye a su descalificación, lo que dificulta su estructuración y financiamiento.
En este contexto, el ministro enfatizó la necesidad de reestructurar estos proyectos para que cumplan con los estándares de valoración y otorgamiento de recursos, especialmente en Suramérica, hogar de uno de los pulmones más importantes del planeta.
El ministro invitó a los asistentes a participar en la COP16, que se celebra en Cali hasta el primero de noviembre, y a los debates financieros programados para el 28 y 29 de octubre. Bonilla concluyó su intervención reiterando la urgencia de valorar los proyectos ambientales de manera diferente a como se valora la rentabilidad, con el fin de asegurar un futuro más sostenible.