Freddy Alexánder Gómez, agente de la Sijín, declaró que fue utilizado como un “peón sacrificado” en el caso de presunta corrupción relacionado con las grabaciones ilegales a Marelbys Meza, exempleada de Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre).
En una audiencia reciente, se firmó un preacuerdo que fue avalado por un juzgado, otorgando beneficios a Gómez y a Rafael Santos Puentes, conocido como “la fuente humana”. Santos había proporcionado un testimonio falso para incriminar a Meza en el robo de dólares en la residencia de Sarabia. Ambos serán condenados por fraude procesal, enfrentando penas que podrían superar los cuarenta meses de prisión.
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En las declaraciones tomadas por La FM, Gómez afirmó que “solo fui un peón sacrificado en el afán que tenía el capitán Óscar Mojica de dar un resultado, por un caso en el cual yo no tenía nada que ver, pero al cual resulté vinculado por la presión que estaba del capitán Mojica”.
Gómez relató que su negativa a participar en la manipulación fue recibida con amenazas de mayores repercusiones, ya que Mojica le indicó que “eran órdenes de arriba, que eran órdenes de los jefes, que era un caso de Presidencia”.
En su desesperación, el agente se sintió acorralado y cuestionó su situación: “me dijo que si me iba a ir en contra de Presidencia, que si me iba a ir en contra del Gobierno”.
Al expresar su arrepentimiento, Gómez hizo un llamado a la justicia y advirtió que hay más directivos de la Policía que están implicados en el caso de las chuzadas.
“Que la administración de Justicia sea justa y que las demás personas que tienen que estar aquí las traigan pronto, que no las vayan a llamar solo a imputaciones, porque claro está que siempre sabemos que caemos los de abajo, los peones. Esperemos a ver que la justicia llegue a la verdad”, concluyó Gómez.
“Como lo manifestó el señor Fredy Alexander Gómez, yo soy una víctima más de todo eso que han venido pasando en este caso. Me arrepiento de corazón y pido perdón a la señora Marelbys Meza, porque por mi mentira pude haberle causado un gran daño moral, al señor Yhonson Pineda también le pido perdón públicamente, por todos los daños que le pude haber causado”, declaró también Rafael Santos Puentes, pidiendo perdón a las víctimas.
Con esta declaración, ya son dos señalados que alegan que las órdenes venían desde Casa de Nariño
Alfonso Quinchanegua, un policía implicado en el caso de las interceptaciones ilegales a las exniñeras de Laura Sarabia, reveló detalles sobre cómo se llevaron a cabo estas acciones, según Noticias Caracol.
Quinchanegua, quien se ha convertido en testigo de la Fiscalía, también confesó que las interceptaciones fueron ordenadas desde la Presidencia y mencionó la participación del fallecido coronel Oscar Dávila.
El caso se remonta a una serie de reuniones en el piso 13 del edificio de la Dian, adyacente a la Casa de Nariño, donde se planificaron las interceptaciones.
Según Quinchanegua, el mayor Duván Andrés Muñoz fue quien dio la orden de elaborar un informe falso para vincular a las empleadas con el Clan del Golfo, con el objetivo de localizar una maleta con una suma considerable de dinero que había desaparecido del apartamento de Sarabia.
Durante su testimonio, Quinchanegua explicó que, aunque inicialmente desconocía con quién se reuniría, fue informado por su superior que se realizaría una ampliación de denuncia contra Sarabia. Sin embargo, en la reunión, se le pidió enviar un cuestionario al correo del coronel Dávila, para que Sarabia lo respondiera.
Quinchanegua también mencionó que el capitán Oscar Leandro Mojica Cordón insistió en la necesidad de realizar las interceptaciones, a pesar de sus objeciones. Mojica habría participado en otras reuniones donde se planearon estas acciones, y según Quinchanegua, ya había estado presente en la Casa de Nariño durante la realización de un polígrafo a Marelbys Meza.
El testigo afirmó que accedió a realizar las interceptaciones por temor a represalias, ya que consideraba la orden como una amenaza. Según él, se le advirtió que podría enfrentar consecuencias, como ser trasladado a otro departamento o incluso ser retirado de la Policía, si no cumplía con las órdenes.