Sigue los coletazos de la controversia que provocó el presidente de la República, Gustavo Petro, luego de que en la inauguración de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16), que se realiza en Cali (Valle del Cauca) desde el pasado fin de semana, sostuviera que la capital colombiana podría quedarse sin agua en el primer trimestre del 2025.
“Necesitamos que la selva amazónica llegue de nuevo hasta la cordillera oriental. Es por lo cual la ciudad de Bogotá no tiene agua hoy. Y estamos muy preocupados porque una vez acabe la época de lluvias, más o menos en diciembre, pues los meses de enero, febrero y sobre todo marzo, el embalse donde sale el agua potable a Bogotá, va a llegar quizás a cero”, señaló el jefe de Estado.
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La advertencia del mandatario prendió las alarmas entre los ciudadanos, por lo que el mismo alcalde Mayor de la ciudad, Carlos Fernando Galán, dio un parte de tranquilidad sobre esas afirmaciones y sostuvo que pese a la crisis de agua, se seguiría contando con el servicio.
“FALSO. Ni el Sistema Chingaza ni Bogotá se van a quedar sin agua de acá a marzo. En Bogotá hemos tomado todas las medidas necesarias para evitar que eso ocurra (sic)”, indicó en su cuenta oficial de la red social X.
Galán reiteró que incluso si ocurriera una sequía extrema en lo que queda del 2024, el servicio vital se seguiría prestando.
“Ni siquiera en el escenario de que no llueva ningún día de acá a marzo en Chingaza (escenario MUY poco probable), Bogotá se quedaría sin agua. Seamos responsables, no es con pánico que vamos a resolver esto: es con trabajo serio y conjunto (sic)”, expresó.
No obstante, el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), Carlos Carrillo, defendió a Petro y sostuvo que la manera en que se informó sobre su vaticinio del agua en Bogotá no daba cuenta del problema medioambiental que está ocurriendo en la sabana.
“Muchas veces la agenda noticiosa en Colombia tiende a centrarse en un trino o en una declaración del señor presidente, con las que empiezan a hacerse unas interpretaciones que no necesariamente reflejan ni su intención comunicativa o la realidad de lo que viene trabajando el Gobierno. Tenemos que ser muy cuidadosos cuando hacemos este tipo de análisis de lo que dijo”, expresó el alto funcionario en una entrevista que concedió al informativo de televisión Noticias Caracol.
Para Carrillo, el presidente se refería a una posibilidad de que Bogotá se quedé sin agua para marzo, basado en la evidencia de la fuerte temporada sin lluvias por las que ha atravesado la región cundinamarquesa este 2024.
“Si ustedes ven las declaraciones y las toman palabra por palabra, pues el presidente dice “quizás puede no haber agua”. Lo pone un poco en supuesto, pero lo que hay hoy es una realidad fáctica, probable y es que estamos atravesando unas sequías como no habíamos enfrentado antes, eso es una realidad fáctica”, señaló.
El responsable del organismo de emergencias recalcó que la crisis con ese servicio vital en la capital de la República era una consecuencia de que el 2024 ha sido “el año más seco del que tenemos registro” y recordó que la administración distrital antecesora, la de la exalcaldesa Claudia López, no implementó acciones de prevención y dejó el problema a su sucesor.
“Desde hace años estábamos viendo una situación que era cada vez más mala y el Gobierno anterior no tomó ninguna medida, un poco “pateó el balón” hacia adelante para dejarle el problema al alcalde actual”, aseguró.
Sin embargo, dio además un parte de tranquilidad y recordó que Bogotá no solo se abastece del embalse de Chingaza, que es el más crítico, pero contaba con más fuentes, por lo que por el momento la situación en la ciudad estaba controlada.
“En conclusión el presidente tiene razón al advertir que hay un fenómeno que es atípico, que es peligroso, que es riesgoso, pero nosotros desde el comité recomendamos que no se declare, por ahora, la situación de desastre”, concluyó.