En una decisión que marca un giro importante en su política migratoria, el Gobierno de Canadá, encabezado por el primer ministro, Justin Trudeau, anunció el jueves 24 de octubre de 2024, una nueva “hoja de ruta” que pretende reducir de forma significativa la entrada de residentes permanentes y temporales al país.
La medida tiene como objetivo controlar el rápido crecimiento poblacional que ha experimentado Canadá tras la recuperación económica posterior a la pandemia de COVID-19, pero afectará directamente a muchos colombianos que ven al país norteamericano como una opción para un mejor futuro, incluso, según la plataforma de Datos abiertos del Gobierno nacional, al menos, 50.872 connacionales están registrados como residentes permanentes en Canadá.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
El anuncio fue realizado por el primer ministro Trudeau en una rueda de prensa en la que explicó que el nuevo plan busca limitar el número de inmigrantes durante los próximos tres años, frenando así el crecimiento poblacional hasta 2026: “Reduciremos el número de inmigrantes que lleguen durante los próximos tres años, lo que resultará en una pausa en el crecimiento de la población durante los próximos dos años”.
En una publicación en su cuenta de X, Trudeau también destacó que la decisión de limitar temporalmente la inmigración responde a las necesidades actuales de la economía canadiense: “La inmigración es un tema central en la historia de Canadá. Nuestra decisión de reducir temporalmente el número de inmigrantes es pragmática, adaptada a los desafíos actuales”.
Una disminución planificada
Según el ministro de Inmigración, Marc Miller, el plan contempla una reducción gradual de los residentes permanentes que ingresan al país de 500.000 en 2025 a 395.000 en ese mismo año, continuando con un descenso hasta los 365.000 para 2027.
Asimismo, el Gobierno espera una disminución marginal en la población total del 0,2% en 2025 y 2026, antes de volver a un crecimiento demográfico más moderado del 0,8% en 2027.
Este plan no afecta solo a los residentes permanentes, pues desde marzo de 2024, el Gobierno anunció la intención de reducir el número de residentes temporales, como estudiantes internacionales y trabajadores extranjeros, a solo el 5% de la población total en los próximos tres años.
Trudeau también explicó que, aunque la inmigración ha sido una fuente crucial de crecimiento para Canadá, el sistema debe ser gestionado de manera equilibrada: “Nuestro sistema de inmigración siempre ha sido responsable, pero no hemos alcanzado el equilibrio adecuado en los últimos años. La inmigración es esencial para el futuro de Canadá, pero debe ser controlada y sostenible”.
Las razones detrás del ajuste
De acuerdo con lo que explicó el primer ministro, Canadá ha registrado un incremento sustancial en su población, que alcanzó los 41 millones de habitantes en abril de 2024, en gran medida debido a la inmigración.
En 2023, aproximadamente el 98% del crecimiento demográfico del país fue atribuido a los inmigrantes, de los cuales, el 60% eran residentes temporales.
El rápido crecimiento poblacional también ha generado problemas con los servicios públicos, particularmente en el sector de la vivienda y la sanidad, dado que en los últimos años, los precios de las viviendas se han disparado, con un promedio de 700.000 dólares canadienses, mientras que los alquileres han aumentado un 22% en los últimos dos años.
A esto se suma el aumento de la tasa de desempleo, que en 2024 se situó en el 6,5%, superando el 14% entre los jóvenes, por lo que esa nueva realidad llevó a un cambio en la percepción de los canadienses respecto a la inmigración.
Incluso, una encuesta reciente del Instituto Environics reveló que el 58% de los ciudadanos cree que los niveles de inmigración son demasiado altos, lo que dejó en evidencia un cambio significativo en la opinión pública que anteriormente apoyaba en gran medida las políticas de apertura migratoria.
Críticas y reacciones
La medida, aunque esperada, generó controversia, pues grupos activistas, como la Red por los Derechos de los Inmigrantes, criticaron la decisión argumentando que se está culpando injustamente a los inmigrantes de problemas estructurales que, en su opinión, son el resultado de décadas de políticas deficientes: “Los inmigrantes no son responsables de la crisis de la vivienda en Canadá, ni de la falta de empleo o los problemas en los servicios públicos”, afirmó el grupo en una carta abierta al Gobierno.
Por otro lado, algunas instituciones educativas y empresas han expresado su preocupación por el impacto que esta reducción podría tener, dado que con más de 800.000 estudiantes internacionales viviendo en Canadá en 2022, la reducción en los permisos de estudio, que se espera sea de un 35%, podría afectar el financiamiento de universidades y limitar el talento disponible para las industrias.