En Colombia ya se empezó a implementar la Ley 2381 de 2024, “por medio de la cual se establece el Sistema de Protección Social Integral para la Vejez, la Invalidez y la Muerte”, más conocida como reforma pensional, que se basa en un sistema de pilares (semicontributivo, contributivo, solidario y de ahorro voluntario).
La misma permite a ciertos cotizantes cambiar de fondo de pensión. Esta medida, aprobada por el Congreso de la República, establece un régimen de transición que ofrece una ventana de traslado entre regímenes para aquellos a quienes no se les aplica el articulado de la reforma.
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La norma estipula que hasta el 15 de julio de 2026, las personas que no estén afectadas por la reforma podrán hacer este cambio. El proceso para cambiar de fondo de pensión dependerá de varios factores, entre ellos las semanas cotizadas y la edad del cotizante.
Así las cosas, las mujeres que tengan al menos 750 semanas cotizadas y estén a menos de diez años de cumplir la edad de pensión, es decir, 47 años, podrán optar por el cambio. En el caso de los hombres, deberán contar con 900 semanas cotizadas o más y estar a menos de diez años de la edad de pensión, que es de 52 años.
El Gobierno de Gustavo Petro resaltó en varias oportunidades la importancia de que los cotizantes reciban información adecuada sobre qué tipo de sistema se adapta mejor a sus necesidades. Por ello, el nuevo sistema garantiza el derecho a la doble asesoría para todos los interesados en trasladarse de fondo de pensión. Sin embargo, el traslado efectivo dependerá del cumplimiento de los requisitos establecidos por la nueva ley.
Proyectos rechazados
Anteriormente, tanto el Ejecutivo como el Legislativo intentaron aprobar una ventana de traslado similar, pero los proyectos fueron rechazados. Ahora, con la aprobación del Congreso de la República, se espera que los cambios entren en vigor a partir de julio de 2025.
Al respecto, la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantía (Asofondos), que preside Andrés Velasco, recordó que cada caso es particular y destacó la importancia de revisar la historia laboral y las semanas cotizadas antes de tomar una decisión. Esta reforma busca ofrecer flexibilidad a los cotizantes, permitiéndoles trasladar sus ahorros entre Colpensiones y fondos privados, según sus preferencias y necesidades.
Naturaleza “agridulce” de la reforma pensional
Precisamente, el líder gremial compartió un análisis meticuloso de la reforma pensional durante el Foro Desafíos Económicos y Políticos de Colombia 2024-2025. En este, destacó la naturaleza “agridulce” de la reforma, por lo que mencionó que a pesar de los intentos de mejorar, hay deficiencias claras en áreas de cobertura pensional.
“El saldo es más agrio que dulce, ya que en cobertura pensional la reforma no pasa la materia”, afirmó. Sin embargo, se reconoció un incremento del 40% en la cobertura con la inclusión del pilar solidario y semicontributivo, aunque esto depende de la consistencia presupuestaria del gobierno.
Velasco resaltó que, a pesar de los intentos de la reforma para mejorar la equidad, persisten las desigualdades. Detalló que para ingresos de $2.000.000 a $3.000.000 no habrá cambios, mientras que para otros niveles, “redistributivamente desde el punto de vista de la equidad, la reforma sí mejora”. Esto abre una posibilidad de avance en la equidad, a pesar de que el panorama general sigue siendo mixto.
Sobre la sostenibilidad fiscal, el análisis del presidente de Asofondos mostró preocupaciones. Mencionó que el pilar solidario, financiado por el Estado, implicará costos adicionales, llegando a ascender a $6 billones. Esto equivaldría a un impacto fiscal de 1,4 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa $17 billones en la actualidad.
Ventana de oportunidad para transferencias y los sistemas de equivalencias
Otra parte importante de su análisis fue la ventana de oportunidad para transferencias y los sistemas de equivalencias que involucran a poblaciones como las mujeres, indígenas, afrocolombianos y campesinos. Al respecto, mostró escepticismo al decir “yo no creo que esté bien valorado y puede costar muchísimo dinero”. Esta inquietud refleja la posibilidad de costos imprevistos asociados a estos elementos integrados en la nueva reforma.
En términos de financiación futura, Velasco manifestó que “se genera una conciencia de que hay que ponerle plata al pilar solidario o como se llame en los siguientes gobiernos, pero es costoso”, poniendo de aliviar la importancia de un compromiso económico sostenido para asegurar la efectividad de estos cambios.