Después de 24 meses de ajuste, el gasto de los hogares, medido desde la canasta de Raddar, tiene un crecimiento casi igual a cero (-0.04%), muy posiblemente consolidando una tendencia de crecimiento de gasto.
Es así que, en septiembre de 2024, el gasto de los hogares, desde la medición de Gastometría de Raddar, fue de $87,2 billones. Esto, luego de que en el mismo mes de 2023 se ubicó en $82,4 billones, lo que significa un crecimiento en términos corrientes de 5,76% continuando con el cambio de tendencia. Sin embargo, en términos reales, el crecimiento anual del gasto fue de -0,04%, con lo que se acumularon siete meses de nuevo ajuste, o 23 meses desde noviembre de 2022.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
La colocación crediticia, sumando la causada con tarjeta de crédito, consumo - libre destinación e hipotecaria, tuvo un crecimiento anual de 4,9%, debido, mayormente, a la dinámica en colocación de crédito hipotecario frente al año pasado solamente 12,4%. El salario mínimo real vigente tuvo un aumento anual de capacidad de compra de 5,92% y de salario por ocupado de -1,7%.
“A nivel trimestral, el gasto de los hogares decrece -1,1%, dato que seguramente no estará alineado con el dato de PIB y de gasto de consumo de hogares en el PIB (como ya ocurrió en 2008 y 2016); esperamos tenga un crecimiento real y donde el producto crecería más que la cuenta de gasto de hogares”, expresó la entidad que dirige Camilo Herrera Mora.
Inflación en alimentos
La misma anotó que, desde agosto, el gasto de los hogares muestra un cambio positivo en su tendencia, impulsado por la desaceleración de la inflación en alimentos, bienes durables como electrodomésticos y semidurables como el vestuario y calzado. Esta dinámica sugiere una recuperación hacia el último trimestre del año, donde muchos hogares desde septiembre podrían adelantar compras para las próximas temporadas festivas y promocionales.
De igual manera, dio a conocer que el consumo se ve favorecido también por la lenta, pero progresiva recuperación de la colocación crediticia y el auge de remesas en los últimos meses, lo que inyectó recursos adicionales en algunos hogares del país. Sin embargo, el mercado laboral presenta un menor crecimiento en la generación de empleo, lo que incrementa los niveles de desocupación y podría limitar la recuperación del gasto en algunos segmentos más vulnerables.
En este contexto, aunque el gasto muestra señales alentadoras, la reactivación aún es frágil y desigual.
Recuperación en septiembre
Por otro lado, Raddar explicó que, en septiembre, la dinámica del gasto real mostró signos de recuperación tras la fuerte contracción registrada en 2023.
“Si bien aún no alcanza los niveles del promedio histórico, la mejora se apalanca en la desaceleración de la inflación, que ha permitido una leve recuperación en la capacidad de compra de los hogares. Este desempeño también contribuyó a que la caída en el tercer trimestre de 2024 fuera menos pronunciada, compensando parcialmente la contracción observada en julio, un mes que tradicionalmente impulsa el gasto, pero que este año se vio afectado por una lenta reducción de la inflación”, remarcó.
A su vez, puntualizó que, a lo largo de 2024, el gasto de los hogares se mantiene en terreno negativo, aunque cerca de una posible recuperación, con el último trimestre perfilándose como clave gracias a las festividades, promociones y temporadas de descuento. No obstante, señaló que la lenta reacción del consumo durante el año, con una mayor cautela en los hogares y cambios significativos en algunos ciclos de compra.
Contracción interanual
Este mes, agregó, el gasto de los hogares volvió a contraerse de manera interanual, pero mostró un cambio de tendencia, acercándose nuevamente al terreno positivo. Al analizar la dinámica por niveles de ingreso, se observa, según Raddar, que este repunte fue impulsado principalmente por el crecimiento del gasto en los hogares de ingresos altos, que en septiembre volvió a registrar cifras positivas.
“A esta mejora en el gasto de los hogares de ingresos altos se suma el reciente buen desempeño que empiezan a mostrar algunos indicadores, como las ventas de vivienda nueva y de vehículos, destacando la todavía positiva evolución de las ventas de vehículos eléctricos”, explicó la firma.
Este panorama se da a pesar de que Colombia se encuentra en plena temporada de pago de impuestos de renta para personas naturales, lo que probablemente ejerce mayor presión sobre los bolsillos de los hogares de ingresos medios y altos.