Carolina Cruz, una de las figuras más queridas de la televisión colombiana, ha sido una cara conocida en el país por más de dos décadas. Actualmente, es la presentadora de Día a día, pero su carrera en los medios de comunicación comenzó a raíz de su participación en el Concurso Nacional de Belleza en 1999.
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Con tan solo 19 años, la vallecaucana se destacó por su belleza y carisma, lo que la posicionó como una de las grandes favoritas para llevarse la corona de Señorita Colombia. Sin embargo, a pesar de todas las expectativas, Cruz no ganó el certamen, lo que desencadenó una serie de eventos que la marcaron profundamente, tanto en lo personal como en lo profesional.
Carolina Cruz confesó recientemente en su pódcast, Mi mundo, mis huellas que, antes de participar en el Concurso Nacional de Belleza, fue persuadida para someterse a varias cirugías estéticas. En aquel entonces, la presión para lucir perfecta en un certamen de belleza era inmensa, y la joven modelo de 19 años decidió someterse a un conjunto de procedimientos que incluían una rinoplastia, una liposucción y un aumento de busto.
En el pódcast, Cruz relató que estas intervenciones no fueron completamente su decisión, sino que fueron sugeridas por personas cercanas que creían que las cirugías aumentarían sus posibilidades de ganar.
“Me hicieron sentir que necesitaba esos retoques para estar a la altura de las expectativas del certamen”, explicó la presentadora, revelando que la decisión de someterse a esas operaciones no fue algo que surgiera de su propia iniciativa, sino una respuesta a las presiones externas de la industria de la belleza.
El resultado contraproducente de las cirugías
Aunque las cirugías estaban destinadas a mejorar su imagen para el certamen, uno de estos procedimientos resultó ser contraproducente. A pesar de su gran desempeño en el Concurso Nacional de Belleza y de haber sido una de las favoritas para ganar la corona, Carolina Cruz terminó en la posición de virreina. Este resultado, aunque admirable, no estuvo exento de controversias y rumores.
La presión social y los comentarios malintencionados sobre su apariencia física dejaron una huella profunda en la joven Carolina Cruz. En su testimonio, la presentadora describió cómo el haber sido señalada por tener un busto demasiado grande le provocó tal nivel de incomodidad que no dudó en regresar al quirófano para realizarse una reducción de senos. “Me traumaticé tanto que a los meses me hice otra cirugía para quitarme, hacerme una reducción”, confesó.
Esta segunda intervención fue una decisión que buscaba aliviar las inseguridades que habían surgido tras su participación en el certamen de belleza.
La carrera de Carolina Cruz después del concurso
A pesar de no haber ganado la corona, la experiencia en el Concurso Nacional de Belleza fue un trampolín para la carrera de Carolina Cruz en los medios de comunicación.
Poco tiempo después de su participación, comenzó a trabajar como presentadora, ganándose rápidamente el cariño del público colombiano. Su simpatía, profesionalismo y naturalidad frente a las cámaras la llevaron a consolidarse como una de las figuras más importantes de la televisión en el país, al punto de ser apodada ‘la novia de Colombia’.
Con el paso del tiempo, Cruz logró construir una exitosa carrera como presentadora y también como empresaria. Además, su experiencia en el certamen de belleza le permitió aprender importantes lecciones sobre la autoaceptación y las consecuencias de ceder ante las presiones externas.
A día de hoy, Carolina es un ejemplo de superación personal y profesional, y utiliza sus plataformas para promover mensajes de empoderamiento y amor propio.