En una intervención virtual ante el Senado de Colombia, la líder de la oposición venezolana María Corina Machado no solo denunció el fraude en las elecciones presidenciales de Venezuela celebradas el 28 de julio de 2024, sino que envió un mensaje crítico al presidente colombiano, Gustavo Petro. Durante su discurso, la política presentó actas de votación que, según afirmó, prueban que el verdadero ganador de los comicios fue Edmundo González, y no Nicolás Maduro, que fue proclamado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) como vencedor.
En sus declaraciones, la líder opositora instó al Gobierno colombiano y a la comunidad internacional a no guardar silencio ante lo que calificó como un “régimen dictatorial” en su país. “Es momento de definiciones, el silencio ya no es una opción frente a lo que viene ocurriendo en Venezuela”, señaló, al hacer una referencia directa a la postura de Petro, que, al conocerse las denuncias de fraude, optó por una posición neutral, prometiendo respaldar “la democracia”, cualquiera que fuera el resultado.
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El silencio del presidente Petro en los momentos cruciales del proceso electoral venezolano fueron interpretados por muchos como una actitud de indiferencia. Machado criticó esa falta de acción y resaltó la importancia de una postura firme, ya que, según ella, la estabilidad de Colombia está intrínsecamente ligada a la situación en Venezuela.
“Para Colombia, la libertad de Venezuela es también existencial, la transición democrática traerá esperanza en el futuro del país y no solo parará la migración, sino que millones regresarán a casa”, afirmó durante la plenaria.
El discurso de María Corina Machado no se limitó a las elecciones en su país. También hizo hincapié en la relación entre la paz en Colombia y la situación en Venezuela. “La verdad es, y ustedes lo saben tan bien como yo, que no habrá paz en Colombia mientras exista un régimen dictatorial criminal en Venezuela, que ha transformado nuestro territorio en un santuario para operaciones de grupos criminales y guerrilleros”, advirtió. La lideresa aseguró que su país se convirtió en una ruta segura para el narcotráfico, lo que afecta no solo a su país, sino a toda la región.
Esta declaración coincide con la reciente ruptura de los diálogos entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras varios ataques perpetrados por este grupo armado. Machado resaltó que la paz en ambos países está interconectada y que, mientras Maduro continúe en el poder, será difícil para Colombia alcanzar una paz sostenible.
Machado, que se mantiene en la clandestinidad tras más de dos meses de ser amenazada con cárcel por denunciar el fraude electoral, afirmó que la situación en Venezuela no solo es un problema para sus propios ciudadanos, sino para toda América Latina: “Aceptar la continuidad de un régimen dictatorial y represor es condenar a Venezuela a años de devastación y al éxodo de su población”, afirmó, y añadió que esto también afectaría gravemente a Colombia, que ya recibió a millones de venezolanos que huyen del colapso económico y social en su país.
¿Un futuro prometedor para Colombia?
En su intervención, Machado también destacó los posibles beneficios que Colombia podría obtener con la llegada de un gobierno democrático en Venezuela, liderado por Edmundo González —el vencedor de los comicios contra el dictador Maduro—. Afirmó que la restauración de la democracia en su país traería estabilidad a la región, lo que contribuiría significativamente a la resolución del conflicto colombiano y a las negociaciones de paz con los grupos armados irregulares.
“Nuestro gobierno ofrecer además grandes oportunidades para Colombia, tendrán genuino un apoyo para la negociación de paz con todos los grupos irregulares; adicionalmente, porque es muy importante insistir que, así como la paz de Colombia pasa por Venezuela, también la paz de Venezuela pasa por Colombia”, afirmó.
La postura de Machado plantea un desafío no solo para la dictadura venezolana, sino para la administración de Petro, que mantiene una relación ambigua con el régimen de Maduro.
Machado agregó que si Maduro seguía aferrado al poder, “significaría el entierro de la soberanía popular y un precedente catastrófico para todos los países de la región, aceptar la continuidad de un régimen dictatorial y represor es condenar a Venezuela a años de devastación y al éxodo de su población, y condenar a Colombia a vivir sin paz”.