Brayan Campo, el confeso asesino de la niña Sofía Delgado, cuyo cuerpo sin vida fue hallado la semana pasada, tras permanecer 19 días desaparecida, no solo causó una gran indignación en el país, si no que también desencadenó afectaciones a la señora Leidy Reyes, que tuvo el infortunio de arrendarle la casa en la que vivió el criminal en el corregimiento de Villa Gorgona, del municipio de Candelaria (Valle del Cauca).
Como se recordará, tan pronto se supo del hallazgo del cuerpo de la menor, y trascendió que el responsable de quitarle la vida fue Campo, una turba iracunda la emprendió en contra de ese inmueble en una asonada, con el que se pretendía hacer justicia por mano propia en contra del asesino.
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Con objetos contundentes atacaron el inmueble y le prendieron fuego, por lo que incluso fue necesario que al lugar acudieran bomberos para controlar la conflagración.
Luego de la violenta acción, Reyes señaló que instaurará las acciones jurídicas correspondientes para que respondan los implicados en los hechos de vandalismo contra su propiedad, ya que expresó que no tenía que ver con los terribles hechos que ocurrieron en esa población vallecaucana.
“El llamado a la comunidad para que, por favor, cesen las acciones en mi casa, confiando en las autoridades correspondientes para colocar las respectivas denuncias, para que la Secretaría de Gobierno de la alcaldía de Candelaria, pueda acercarse a nosotros”, imploró la mujer durante una entrevista en el medio de comunicación Canal 2.
Durante el diálogo, Reyes indicó que confió en la buena fe del arrendatario, además, porque estaba viviendo con su esposa y un menor de seis meses de edad.
“Lastimosamente, ver mi casa así me deja con muchísima tristeza y me gustaría hacer un llamado a la comunidad para que, por favor, nos comprendan un poco. Es una casa que fue arrendada a estas personas. Hicimos un proceso, un filtro, pero nos equivocamos, somos humanos”, agregó.
Insistió en que Campo daba una apariencia de ser una persona confiable, ya que tenía aparentemente una familia y le había rentado su propiedad recientemente.
“Hace muy poco tiempo le arrendamos. La verdad, dos, tres meses. Nos pareció una pareja normal con una bebé y arrendamos con los papeles correspondientes; y cuando nos cuando nos dimos cuenta era tarde”, reiteró la afectada.
Brayan Campo sigue en una estación de Policía
Entre tanto, luego de que le legalizaran la captura, Brayan Campo permanece privado de la libertad en una estación de Policía a la espera de que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) decida a que centro de reclusión lo enviarán, luego de que lo cobijaran con medida de aseguramiento por los delitos de feminicidio agravado, secuestro simple agravado, secuestro simple tentado agravado y ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio, informaron en el periódico El Tiempo.
Agregaron que, de acuerdo a lo que se conoce de la investigación de la Fiscalía General de la Nación, el confeso asesino la golpeó en la cabeza con un objeto contundente cuando intentó abusar sexualmente a la niña, y luego abandonó su cadáver en un cañaduzal aledaño, recordaron en el diario bogotano.
La Fiscalía entre tanto tiene tres meses para presentar el escrito de acusación contra Campo, para luego dar inicio al juicio correspondiente y se le dicte condena por los mencionados delitos, explicaron en El Tiempo.
El sábado, en Candelaria, una multitud acompañó el homenaje fúnebre a la niña de 12 años de edad que fue víctima de ese criminal, que en una nueva prueba de la ineficacia del sistema judicial en Colombia, quedó libre por vencimiento de términos en un proceso penal que le llevaban por el delito de abuso sexual de otra menor.