El impacto mundial que generó Pablo Escobar en los 80 y 90 ha generado que cuando se registra la captura de un capo de la mafia en Europa, se le asocie con el criminal colombiano; un ejemplo de ello es Jonas Sture Falk, un sueco que es conocido en su país como “Billy, el niño”, pero en el resto del continente lo referenciaban como “el antioqueño”.
Falk fue capturado en 2022 en Ibiza, España, siendo señalado por las autoridades como uno de los principales capos del narcotráfico en el continente; sumado a esto, destacaba por la forma que tenía para delinquir, puesto que no tenía contacto con la droga y solo se encargaba de financiar los cargamentos que se movilizaban de manera regular en veleros.
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Tras más de dos años de su captura, las autoridades españolas confirmaron la extradición de Falk hacia su país de origen, en donde deberá afrontar un juicio por extorsión contra un reconocido empresario en Suecia.
Sobre este caso, se sabe que el “Pablo Escobar sueco” le habría prestado cuatro millones de euros a Joachim Kuylenstierna, al que le pedía más de ocho millones a cambio de saldar su deuda y no asesinarlo, pero debido a que el empresario no accedió a ello, Falk ordenó quemar la vivienda en la que residía su víctima.
“La participación de Falk consistió en dar instrucciones sobre el delito y la relación del mismo y en formular exigencias y amenazas por escrito, las cuales fueron enviadas a Joachim Kuylestierna”, informó La Vanguardia sobre el caso que podría terminar con el “Pablo Escobar sueco” condenado a cadena perpetua.
Los negocios de Falk en Colombia y cómo influyeron en su captura
Cabe recordar que, la captura del sueco se registró en un operativo que no lo tenía como objetivo principal de las autoridades, ya que en realidad estaban buscando detener a Julio Andrés Murillo Figueroa, más conocido por su alias de H1; un capo colombiano que ocupó un rol principal en este negocio ilícito tras la caída de “Gonzalito”, ligado con “Chiquito Malo” y el Clan del Golfo.
Murillo Figueroa fue señalado como el expendedor principal del “Pablo Escobar sueco”, siendo un cargamento de más de 1.600 kilos de cocaína que fue incautado en Huelva, España, lo que provocó que las autoridades conocieran del vínculo que tenía el europeo con el colombiano.
De acuerdo con las autoridades, Murillo Figueroa encabezaba una estructura criminal que enviaba droga a España, Francia, Holanda, Bélgica e Italia, y con la captura de Falk destacaron su importancia en la venta de droga en los círculos de clase alta en el viejo continente.
“Este narcotraficante invisible, con nexos directos con el Clan del Golfo, especialmente con el cabecilla “Gonzalito”, es solicitado mediante Circular Roja emitida por Interpol España, por enviar grandes alijos de cocaína desde Sudamérica, a través de veleros” indicó la Policía Nacional.
Tras la caída de Falk, Murillo se radicó en Colombia y en marzo de 2024 fue capturado por la Policía Nacional en una mansión en Rionegro, Antioquia, que fue avaluada en más de 6.000 millones de pesos.
Sobre el operativo en el que cayó “H1″, las autoridades revelaron que la visita constante del capo a un centro veterinario, en el que estaba una de sus mascotas, permitió que los uniformados identificaran con claridad la ubicación de su residencia y las rutas de escape que podría tener el criminal.
“Señalado como máximo proveedor de cocaína del capo Jonas Sture Falk, conocido en Europa como el “Pablo Escobar sueco”, distribuidor de drogas de las organizaciones criminales Mocro Maffia y Ndrangheta”, informó la Policía Nacional al respecto.