Aumento de cultivos ilícitos en Colombia amenaza la biodiversidad y ecosistemas: más de 50 especies están en peligro

La proliferación de cultivos clandestinos está impactando negativamente en el entorno natural. Se destacan los riesgos para diversas especies y la integridad de ecosistemas vitales para las comunidades

Nuevas directrices buscan mitigar la expansión de cultivos nocivos. Se destacan soluciones innovadoras que combinan desarrollo sostenible con acciones de recuperación ecológica - crédito Luisa González / Reuters

Durante la Conferencia de las Partes (COP16), que se celebra por primera vez en Colombia y con Cali como ciudad anfitriona, el Ministerio de Justicia ha alertado sobre el impacto ambiental del aumento de los cultivos ilícitos en el país.

El director de Política de Drogas, Alexander Rivera, destacó que el área de cultivos de coca ha crecido un 10% en 2023, alcanzando las 253 mil hectáreas, lo que ha puesto en riesgo crítico a 54 especies y amenaza dos ecosistemas.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Rivera señaló que la expansión de los cultivos ilícitos, junto con otros delitos ambientales, ha llevado a que especies de árboles, anfibios, aves y crustáceos estén en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Además, los ecosistemas de mangle y bosque seco tropical están bajo amenaza, afectando a comunidades en 28 municipios de los departamentos de Nariño, Cauca, Chocó, Bolívar y Norte de Santander.

El papel de la cooperación global es vital para enfrentar la crisis ambiental. El plan incluye financiamiento estratégico y el apoyo de países con alta demanda de sustancias ilícitas - crédito COP16

El informe del Ministerio de Justicia también detalla la distribución de los cultivos de coca en el país. Norte de Santander, Putumayo, Nariño y Cauca son los departamentos con más de 30.000 hectáreas de cultivos, mientras que Bolívar, Córdoba, Antioquia, Chocó y Caquetá tienen entre 20.000 y 5.000 hectáreas. Otros departamentos como Valle, Meta y Guaviare registran entre 5.000 y 2.000 hectáreas, y Magdalena, Santander, Boyacá, Vichada, Guainía, Vaupés y Amazonas tienen menos de 500 hectáreas. Cesar es el único departamento que no reportó cultivos de coca en el último censo.

Para enfrentar esta problemática, el Ministerio de Justicia propone varias estrategias. Rivera sugiere la realización de investigaciones rigurosas para encontrar alternativas de comercialización de productos forestales no maderables y el pago por servicios ambientales.

También enfatiza la necesidad de recursos internacionales, especialmente de países con alta demanda de drogas, para financiar acciones de restauración de ecosistemas en Colombia. Además, se busca ofrecer oportunidades económicas legales a las cerca de 300.000 familias afectadas por las economías ilegales.

Detrás del aumento en áreas cultivadas, la biodiversidad sufre las consecuencias. Las especies en peligro y los ecosistemas deteriorados son las bajas silenciosas de este conflicto - crédito COP16

Durante la conferencia, se discutió también el impacto negativo de algunas intervenciones estatales, como la aspersión aérea y la erradicación forzada de cultivos ilícitos, que han afectado el medio ambiente. Juan Carlos Garzón, asesor de la Open Society Foundation, mencionó estos ejemplos como parte de los desafíos que enfrenta el país en la lucha contra el narcotráfico.

La situación actual subraya la urgencia de abordar el problema de los cultivos ilícitos desde una perspectiva ambiental y social, buscando soluciones que no solo reduzcan el impacto del narcotráfico, sino que también promuevan el desarrollo sostenible en las comunidades afectadas.

Liberación exitosa de pumas en el Parque Nacional Natural Paramillo

En un esfuerzo conjunto, la Fuerza Aérea Colombiana, el Ejército Nacional, y varias organizaciones ambientales lograron la liberación de dos pumas concolor en el Parque Nacional Natural Paramillo, ubicado en el departamento de Córdoba.

Este operativo, que tuvo lugar en la madrugada del 13 de octubre, fue parte de un proceso de rehabilitación para devolver a estos felinos a su hábitat natural.

El proceso de traslado inició con su captura, en medio de la madrugada - crédito @FuerzaAereaCol / X

El procedimiento comenzó a la una de la madrugada, cuando los equipos técnicos del Centro de Atención y Valoración de la Fauna Silvestre de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge (CVS), junto con la Fuerza Aérea y otras entidades, capturaron y sedaron a los pumas. Posteriormente, los trasladaron en jaulas especializadas al aeropuerto del batallón 23 del ejército, en el municipio de Puerto Libertador.

Los pumas, un macho y una hembra adultos, habían estado bajo cuidado en el centro de rehabilitación de la CVS, donde se aseguraron de que estuvieran en condiciones óptimas de salud antes de su liberación. Durante su estancia, se les realizaron exámenes exhaustivos para garantizar que eran aptos para regresar a la vida salvaje.

La liberación de estos felinos es un paso significativo para la conservación de la biodiversidad en Colombia, destacaron los participantes del operativo. El regreso de los pumas a su entorno natural no solo representa un éxito para los esfuerzos de rehabilitación, sino que también subraya la importancia de proteger los ecosistemas naturales del país.