El anuncio de la precandidatura de Miguel Uribe Turbay, senador del Centro Democrático, a la Presidencia de la República, generó reacciones en el escenario político. Aunque ya se había especulado sobre su intención de buscar la nominación de su partido, la confirmación oficial, realizada el 20 de octubre a través de una transmisión en vivo en sus redes sociales, despertó fuertes críticas, especialmente desde sectores afines al Gobierno actual.
Entre los más enfáticos se encuentra David Racero, representante a la Cámara por el Pacto Histórico, que usó su cuenta en X para arremeter contra el senador y, de paso, revivir algunos de los episodios más polémicos de la historia reciente del país.
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En su transmisión, Miguel Uribe Turbay habló del deseo de convertirse en el sucesor de Gustavo Petro para el periodo 2026-2030, al resaltar la necesidad de “volver a creer” en un país que, según él, ya ha superado episodios violentos en el pasado.
“Si superamos la violencia antes, podemos hacerlo de nuevo. Volvamos a creer”, señaló el senador, en referencia a su aspiración de recuperar el poder para su partido, tras varios años de supuestamente predominio de la izquierda, —esto lo dijo pese a que el Gobierno de Petro es el primero de esta línea ideológica—. Esta frase fue justamente la que aprovechó Racero para lanzar su crítica.
Racero, una de las voces más visibles dentro de la coalición oficialista, respondió a las palabras del senador de la oposición, y a través de sus redes sociales, compartió el fragmento del video donde el senador hace la mencionada afirmación y lo acompañó con la frase: “¿Volver a creer?”. A partir de ahí, el representante del Pacto Histórico elaboró una dura crítica al Centro Democrático y a su legado, evocando algunos de los escándalos más graves que marcaron el periodo en que Álvaro Uribe Vélez, líder político de Miguel Uribe Turbay, fue presidente de la República (2002-2010).
Entre los temas que mencionó Racero en su ataque estuvo la Operación Orión, llevada a cabo en octubre de 2002, y que sigue siendo objeto de controversia por las denuncias de violaciones a los derechos humanos en la Comuna 13 de Medellín. Racero también revivió el tema de los “falsos positivos”, ejecuciones extrajudiciales que involucraron a miembros de las Fuerzas Armadas entre 2002 y 2008, al señalar que estos hechos aún permanecen como una herida abierta en la memoria de muchas familias colombianas.
Además, vinculó al expresidente Álvaro Uribe con casos de corrupción y parapolítica, utilizando fragmentos de noticieros de la época en su video.
La respuesta de Racero no solo es un ataque a la figura de Miguel Uribe Turbay, sino que busca asociar su candidatura con lo que él considera un legado cuestionable del Centro Democrático. Al poner en la mesa estos temas, el representante del Pacto Histórico refuerza la narrativa que el Gobierno actual y sus aliados usan: la de un país que aún está en proceso de sanar heridas del pasado y que no debería volver a las políticas de seguridad implementadas durante la administración de Álvaro Uribe.
Sin embargo, la crítica no se limitó a esa intervención, ya que varios usuarios en redes sociales manifestaron su descontento con las “acusaciones” de Racero. Muchos argumentaron que él carecía de la autoridad moral para pronunciarse sobre el tema, dado que está bajo escrutinio público tras las denuncias en su contra presentadas por el periodista Daniel Coronell, que lo acusó de solicitar dinero a los funcionarios de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL).
Estos son los detalles de las denuncias en contra de David Racero
David Racero es objeto de una controversia tras las denuncias que lo señalan por presuntas irregularidades en el manejo su UTL. Las acusaciones, que se dieron a conocer a través de una columna del periodista Daniel Coronell, sostienen que el representante a la Cámara habría solicitado parte del salario de los miembros de su equipo de trabajo y asignado a algunos funcionarios para que atendieran asuntos relacionados con un negocio privado de su propiedad, un mercado de frutas y verduras.
En respuesta a estos señalamientos, Racero reafirmó su inocencia a través de un video publicado en la red social X, en el que expresó su confianza en que los organismos competentes actuarán conforme a la ley. “Estoy completamente seguro de que así como hace tres semanas salimos adelante por una denuncia por una supuesta indebida financiación en mi campaña, los entes correspondientes decidirán en derecho”.
Racero también tomó la iniciativa de solicitar formalmente a la Procuraduría y a la Corte Suprema de Justicia que investiguen las acusaciones sobre su manejo de la UTL, en un esfuerzo por demostrar transparencia y desmentir las acusaciones de manera formal.
Las denuncias, basadas en unos mensajes de WhatsApp revelados por Coronell, indican que Racero habría pedido a su equipo de trabajo en la UTL que le entregaran parte de sus salarios. Además, el periodista señaló que personal fue asignado para atender un negocio privado del representante. Estas revelaciones han encendido el debate sobre la gestión de recursos públicos y la posible malversación en las esferas políticas.
En su defensa, Racero explicó que las conversaciones a las que se refiere el periodista podrían estar relacionadas con préstamos personales que él y Estefanía Montoya, una de las integrantes de su UTL, solían hacerse de manera frecuente. Según Racero, los mensajes de WhatsApp podrían haber sido malinterpretados, y aseguró que en ningún caso dichos intercambios de dinero estaban vinculados con los salarios de los funcionarios. Montoya, por su parte, cuestionó la veracidad de los pantallazos presentados, argumentando que los mensajes podrían haber sido alterados.