Tres integrantes de la estructura delincuencial denominada Los Costeños, fueron capturados por miembros de la Policía Metropolitana de Bogotá tras varias diligencias de allanamiento y registro a viviendas en el sur de la ciudad.
Fueron seis las diligencias que arrojaron como resultado la captura de estos tres hombres, que operaban como los administradores de las líneas que se encargaban de la distribución de la droga en los barrios de San Bernardo, Las Cruces y una parte del Tercer Milenio.
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Estas residencias que fueron intervenidas en cercanías a colegios de la localidad de Santa Fe, eran utilizadas para el almacenamiento y comercialización de los estupefacientes. Se requirió de la colaboración de varios uniformados, que con martillos fueron derribadas puertas con sistemas de seguridad que los mismos había instalado para retrasar el ingreso de las autoridades en caso de que se pudiera presentar
Estos lugares contaban con varios circuitos cerrados de seguridad conformados por cinco cámaras ubicadas estratégicamente en las fachadas para que fueran alertados en caso de darse un posible ingreso de las autoridades. Las puertas y ventanas estaban reforzadas y tenían múltiples candados y cadenas para evitar el fácil ascenso teniendo en cuenta que en algún momento se podían presentar este tipo de operaciones.
Al interior también se identificó la presencia de varios caninos de razas peligrosas que eran utilizados para intimidar a los policías para ganar tiempo y lograr huir: “Usaban perros de pelea contra los policías para que les diera espacio de ocultar o deshacerse de las sustancias en los baños y sifones”, aclaró el coronel Pedro Saavedra, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Las autoridades lograron la incautación de $850.000 en efectivo, producto de las actividades ilícitas de esta organización criminal, 450 dosis de marihuana, 40 de bazuco, 115 cartuchos de munición, dos silenciadores para las armas de fuego, un arma de fuego tipo revólver calibre 38 y un arma tipo pistola Glock calibre 9 milímetros.
Las autoridades también lograron establecer en el momento de la cooperación, que en medio de los bloques de las paredes tenían varias caletas en las que guardaban las sustancias psicoactivas y las armas para evitar ser identificados en un primer momento.
Estos inmuebles tenían la fachada de inquilinatos y operaban como expendio fijo para la comercialización de estas sustancias en cercanías a entornos educativos, uno de ellos se encontraba a menos de 50 metros de una institución.
Los habitantes de calles eran instrumentalizados por esta organización, que recibían órdenes de ubicarse cerca a los colegios y vender marihuana, bazuco, anfetaminas, tusibi, cocaína, entre otros, actividades que les entregaban de manera mensual una suma cercana a los $150 millones.
Las autoridades en medio de la investigación lograron desvincular a esta organización con el Tren de Aragua que lleva varios años azotando a la ciudad, el proceso arrojó que tiene lazos con Loas Moreno, estructura dedicada a la distribución de pequeñas dosis de droga en los colegios de La Española, San Victorino, La Favorita, Las Cruces, y San Bernardo.
Se conoció de su existencia en el año 2020 y desde allí, no han logrado robustecer sus frente armado para enfrentarse por el control del territorio con el Tren de Aragua, por lo que se han dedicado a prestar sus servicios de homicidios por encargo y distribución de las sustancias ilícitas.
Sin embargo, si se han casado pelea con Satanás II y Las Tías por el control de la venta de drogas en los parques de las zonas ya mencionadas., entre las que se encuentra el perímetro del que era el anterior Cartuchos.
En el 2023 su máximo cabecilla reconocido por el alias de El Moreno, fue capturado tras ser buscado por la Interpol con una circular azul, y desde allí se han dedicado a fortalecer su presencia en el lugar con servicios de sicariatos y ampliando territorios para la distribución de la droga.