Iván Mordisco, uno de los hombres más perseguidos de Colombia, fue fotografiado navegando tranquilamente en un río del Caquetá

Néstor Gregorio Vera, conocido como alias Iván Mordisco, fue identificado en el departamento de Caquetá, según informes de inteligencia militar.

Este líder de las disidencias de las Farc, considerado el enemigo público número uno del país, fue captado en una fotografía navegando en una canoa por un río de la región. La imagen muestra a Vera vestido con un buzo azul, pantalón verde y una gorra, mientras se desplaza tranquilamente por la zona.

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El presidente de la República, Gustavo Petro, otorgó a la fuerza pública la autorización para capturar o neutralizar a alias Iván Mordisco, quien lidera el grupo disidente autodenominado Estado Mayor Central (EMC). Este grupo se formó tras una disputa interna que dejó a Vera al mando de 24 estructuras armadas, con aproximadamente 1.200 hombres.

Estas fuerzas operan principalmente en el suroccidente del país, en departamentos como Cauca, Nariño y Valle del Cauca, así como en el oriente, en Guaviare, Caquetá y Meta.

La influencia de alias Iván Mordisco se extiende principalmente en Guaviare, Caquetá y Putumayo, aunque su presencia en el suroccidente del país es menos frecuente. Según los informes, su estrategia incluye moverse con un grupo reducido de disidentes para evitar la detección por parte de las autoridades y sus enemigos, entre los que se encuentran los comandos de frontera de la Segunda Marquetalia, liderados por alias Iván Márquez, y otra facción disidente bajo el mando de alias Calarcá.

El Gobierno de Petro excluyó a alias Iván Mordisco del proceso de Paz Total en junio de 2024, lo que ha intensificado los esfuerzos para capturarlo. Bajo su liderazgo, el bloque Jacobo Arenas, que incluye al grupo Carlos Patiño, ha sido responsable de sembrar el terror en el departamento del Cauca, provocando una de las operaciones militares más grandes conocidas como Perseo.

La inteligencia militar destacó que, a pesar de su poder, alias Iván Mordisco prefiere no llamar la atención, lo que le ha permitido mantener su liderazgo en las disidencias de las Farc. Su capacidad de movilización y control sobre diversas regiones del país representa un desafío significativo para las autoridades colombianas en su lucha contra el crimen organizado y la violencia armada.

Desde hace varios meses, las autoridades colombianas intensificaron la búsqueda de ‘Iván Mordisco’, que se mueve estratégicamente en la región del río Caquetá. Según fuentes del gobierno citadas por El Tiempo, el líder disidente evita llamar la atención al vestirse de civil y mantener un pequeño grupo de seguridad.

La inteligencia de la Policía de Colombia logró ubicarlo en las aguas del río Caquetá, cerca de la desembocadura del río Orteguaza, y proporcionó las coordenadas a las Fuerzas Militares.

Alias Iván Mordisco, adoptó tácticas de evasión, como el uso de una chalupa para desplazarse por los ríos Caguán, Yarí y Apaporis, y la limitación de su estancia a no más de dos noches en un mismo lugar. Además, dejó de utilizar teléfonos celulares, recurriendo ocasionalmente a un teléfono satelital para comunicarse con un reducido grupo de personas de confianza.

El Gobierno nacional ofreció una recompensa de 3.000 millones de pesos por información que conduzca a la captura del líder de las disidencias de las Farc, que se unió a la guerrilla siendo menor de edad y se mantuvo fiel a la ideología marxista-leninista. Su rechazo a los Acuerdos de Paz de La Habana se debió a su negativa a entregar las armas y romper con sus ideales.

El reciente operativo militar en la zona rural del municipio de Solano, Caquetá, tenía como objetivo principal a ‘Iván Mordisco’. Durante esta operación, las Fuerzas Militares localizaron tres campamentos de las disidencias y resultaron en la muerte de nueve disidentes en combate.

El intento de acercamiento entre ‘Mordisco’ y el presidente Petro se deterioró debido a los constantes ataques de las disidencias bajo su mando contra la población civil y las comunidades indígenas en Cauca. La pregunta pública del presidente sobre la supuesta alianza con grupos narcotraficantes en Dubái ha sido interpretada como una ruptura definitiva en las negociaciones.