La fiesta de cumpleaños, organizada por una familia del barrio Belén Los Alpes, en Medellín, se vio interrumpida el fin de semana del 19 y 20 de octubre por los disparos que uno de sus vecinos realizó al aire, para persuadirlos de bajar el volumen.
De acuerdo con habitantes del sector, “la estruendosa” reunión estuvo encendida durante gran parte del fin de semana, hasta que decidieron “aguarles la fiesta”.
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O al menos así lo habría percibido la comunidad del barrio Belén Los Alpes, según el reporte compartido con el portal de denuncias Colombia Oscura: “un ciudadano cansado del estruendoso ruido que hacían sus vecinos en el festejo de un cumpleaños decidió confrontar la situación y realizó varios disparos para dispersar a los ruidosos”.
El incidente fue registrado por los mismos asistentes a la fiesta que, desde la puerta de su casa, grabaron cuando el vecino, iracundo, se acercó hasta el portón para disparar.
Uno de los presentes intentó enfrentarlo, pero, desde dentro, su familia logró convencerlo de regresar y evitar un problema aún mayor: “José, Dios mío, que vengas, te estoy hablando”, se escucha gritar a una mujer, de fondo.
Sin embargo, las reacciones al enfrentamiento estuvieron divididas entre quienes catalogaron como desmedida la respuesta del vecino y quienes lo apoyaron a tomar “la sartén por el mango”: “Son costeños, viven en Medellín, pero creen que su cultura de vivir 4 días de parranda la tienen que tolerar todos”, “Si la Policía no hace nada, la población civil empezará a hacerlo”, “Se debe hacer algo para controlar el exceso de ruido, generalmente, las personas en su rumba no piensan en los vecinos”, “¿Cómo sería el desespero que llegó a tal extremo?”.
¿Cuál es el mayor desencadenante de riñas entre vecinos?: la encuestadora Properix responde
La seguridad y el uso de las zonas comunes son las principales inquietudes para los residentes de conjuntos residenciales y edificios en Colombia, según una encuesta realizada por Properix, dirigida a 500 personas. Este estudio reveló que estos aspectos son clave para la calidad de vida, aunque a menudo generan desacuerdos entre vecinos. Otros problemas comunes incluyen los ruidos molestos, la música alta, la tenencia irresponsable de mascotas, el consumo de sustancias psicoactivas y los altos costos de administración.
El gerente comercial de Properix, Daniel Laverde, afirmó que estos conflictos, que frecuentemente se discuten en las asambleas de residentes celebradas en febrero y marzo, representan un reto para las administraciones. Según Laverde, “Estos temas suelen ser los más frecuentes en las asambleas de residentes que se llevan a cabo durante los meses de febrero y marzo, y representan un reto para las administraciones. Estas dificultades pueden generar tensiones entre residentes y evolucionar a casos más serios, como demandas, multas y sanciones”.
Para resolver los problemas de este tipo, la plataforma fue enfatica en la necesidad de fomentar una comunicación sana entre residentes y administración, sugiriendo el uso de la tecnología para gestionar de manera más eficiente las quejas y reclamos. Properix resaltó que las herramientas tecnológicas permiten un seguimiento más transparente y organizado de las peticiones, facilitando asambleas y reuniones más eficaces.
En casos de conflictos que no se resuelvan de manera verbal, las autoridades pueden intervenir cuando se afecte la convivencia, de acuerdo con lo estipulado en el Código Nacional de Policía y Convivencia. Los residentes pueden solicitar asistencia a través de la Línea de Atención de Emergencias 123, en situaciones que comprometan la tranquilidad en espacios públicos o privados, tales como ruidos excesivos, consumo indebido de alcohol o sustancias prohibidas, o actos irrespetuosos en lugares públicos.
En caso de infringir estas normas, la ley contempla multas que varían según la gravedad del comportamiento:
- Multa tipo 2: 8 salarios mínimos diarios legales vigentes.
- Multa tipo 3: 16 salarios mínimos diarios legales vigentes.
- Multa tipo 4: 32 salarios mínimos diarios legales vigentes.