Álvaro Uribe, Iván Duque, María Fernanda Cabal y muchos más, así reaccionaron los políticos a la muerte de Egidio Cuadrado: “Será siempre un gigante”

El fallecimiento del acordeonero Egidio Cuadrado es noticia en el mundo del espectáculo en Colombia. Sus notas y composiciones fueron parte de no pocas parrandas de colombianos amantes del vallenato. Varias figuras públicas nacionales han expresado su sentir frente a la ausencia definitiva del músico, que permaneció hospitalizado varios días, luego de haber llegado al centro asistencial por dificultades respiratorias.

El expresidente Iván Duque fue uno de los primeros, desde el ámbito político, en pronunciarse sobre la muerte de Cuadrado. El exmandatario compartió una fotografía en la que posa junto al artista, estando este en tarima y el político en primera fila.

“Egidio será siempre un gigante por su talento, su calidad humana, su sencillez y su carisma. Gracias por todo lo que hizo por nuestro país y su folclor. Nuestro afecto y oraciones están con su familia en estos momentos de dolor. ¡Viva la Provincia!”, escribió en X.

El expresidente Álvaro Uribe Vélez también lamentó la muerte de Cuadrado. “Las notas que alegran en un país con tantas tristezas”, expuso el líder del Centro Democrático en la red social X.

La senadora María Fernanda Cabal, de la colectividad de los dos anteriores políticos, también hizo público un post, dando a conocer el pesar que siente por la partida del músico.

“Lamento el fallecimiento del gran artista y maestro del folclor vallenato Egidio Cuadrado. Que Dios le dé fortaleza a su familia y a sus amigos en estos difíciles momentos. Su legado quedará para siempre en el sonido de su acordeón”, señaló.

Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, tampoco se quedó por fuera de la lista de condolencias: “Fueron muchos momentos inolvidables en Valledupar escuchando el arte y la magia de uno de los más grandes. Siempre amable y con una sonrisa en su rostro. El folklore vallenato y colombiano está de luto. Abrazo solidario a su familia, amigos y a todo el pueblo de La Provincia. QEPD querido Egidio”.

Nacido en Villanueva, La Guajira, Cuadrado destacó desde muy joven por su habilidad con el acordeón, instrumento que comenzó a tocar a los seis años. Su maestría lo llevó a ser coronado Rey Vallenato en 1985, un reconocimiento que marcó el inicio de una prolífica carrera musical.

En los años 90, fue invitado por Carlos Vives a formar parte de la agrupación La Provincia, una banda que se convirtió en símbolo de la fusión de la música tradicional colombiana con ritmos contemporáneos. Juntos, crearon obras icónicas como La tierra del olvido, en la que el acordeón de Cuadrado jugó un papel fundamental.

La contribución de Egidio a la música vallenata y su capacidad para traspasar fronteras lo convirtieron en un referente del folclore colombiano. Su talento lo llevó a ser una figura clave en el resurgimiento del vallenato a nivel internacional, llevando el sonido de su acordeón a audiencias globales.

Pese a su delicado estado de salud en los últimos años, Cuadrado continuó trabajando en proyectos que le apasionaban. Participó en el álbum “Escalona nunca se había grabado así”, inspirado en el cuaderno perdido de Escalona, y volvió a los escenarios en 2023 para tocar junto a La Provincia en el Estadio El Campín, en el marco de ‘El tour de los 30′, una celebración de su larga trayectoria con Vives.

Carlos Vives expresó su tristeza por la partida de su amigo y compañero de batallas musicales: “Ya son varios años caminando por La Provincia sin el acordeón de mi compadre Egidio, acompañándolo en su lucha por arrancarle pedazos a la vida y que el sueño que hemos vivido en estos 30 años nunca se acabe, juntos hasta el final”.

El legado de Egidio Cuadrado va más allá de su música. Su espíritu generoso y su dedicación al folclore vallenato seguirán inspirando a generaciones de músicos. Su partida deja un vacío profundo en el mundo de la música, pero su acordeón y su memoria seguirán resonando en los corazones de quienes lo conocieron y admiraron.

Cuadrado será recordado no solo como un virtuoso del acordeón, sino como un símbolo de la alegría y el sentido de comunidad que caracteriza al vallenato, un género que él ayudó a preservar y a llevar al mundo.