La controversia que causó en redes sociales la propuesta del presidente de la República, Gustavo Petro, al dar a conocer su intención de comprar la producción de la hoja de coca a los campesinos del corregimiento El Plateado, en zona rural de Argelia (Cauca), y así combatir la economía ilícita derivada de la transformación de esta planta en clorhidrato de cocaína, sigue siendo tema de conversación; pese a que han pasado cuatro días desde se conoció esta iniciativa del primer mandatario.
“Nosotros, en El Plateado, vamos a iniciar la compra estatal de cosecha de coca. Me van a caer rayos y centellas, menos mal la procuradora y el fiscal ya se fueron. Si no cambiamos los métodos, pues no cambiamos. Y si vamos a repetir con los mismos instrumentos, todos sabemos que no se solucionan los problemas”, afirmó el gobernante el viernes 18 de octubre, durante la firma del Pacto por la Democratización del Crédito Solidario, y en medio del más reciente informe de la ONU.
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A las diferentes versiones, tanto a favor como en contra, se conoció el lunes 21 de octubre que esta no sería una idea original del jefe de Estado, sino que uno de sus antecesores la había puesto en consideración: el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que hace aproximadamente 19 años había promovido esta discusión, luego de lanzar la propuesta durante uno de sus acostumbrados Consejos Comunales de Gobierno, que caracterizaron su acercamiento con el pueblo.
En efecto, Infobae Colombia pudo constatar con los archivos de la Presidencia de la República, que el 23 de julio de 2005, durante el Consejo Comunal 104 de la administración de Uribe Vélez, que se celebró en Villavicencio (Meta), el entonces mandatario mencionó la posibilidad de que fuera el Estado el que comprara la producción de hoja de coca para darle una mano a los campesinos de esta región del país, que dependían de venderle este insumo a la guerrilla de las Farc.
¿Qué dijo Álvaro Uribe sobre la compra de hoja de coca?
En su intervención, en la que explicaba los motivos por los cuales no se podía desarrollar una erradicación manual, debido a cuestiones de orden público, el que era por aquella época el presidente promovió como alternativa para combatir las estructuras criminales que fuera el Estado el que adquiriera esas cosechas. Aunque en la práctica, lo que en esa época proponía Uribe Vélez era una especie de incentivo para entregar sus producciones al Gobierno, con el compromiso de no cultivar más.
“Cuando empezó la operación militar Emperador, las Farc dejó de comprarles coca a los campesinos y los campesinos le vendieron esa coca a unos mal llamados paramilitares, se la venden a uno u otro bandido. Tomamos la siguiente decisión esta mañana: en el Consejo de Seguridad, aquí en Villavicencio: vamos a ofrecer en esa área que los campesinos que tenga coca, la traigan y el Gobierno les paga una recompensa económica para que la entreguen”, explicó Uribe.
Al parecer, la concepción del líder del Centro Democrático tiene un trasfondo distinto a lo que pretende Petro, que no exigiría que se deje de sembrar esta planta. En otras palabras, era una forma más de erradicación, previo acuerdo económico con el productor, para limpiar sus territorios de lo que creía era una yerba maldita. Basado, entre otras, en que el hoy mandatario tiene una concepción más ancestral de la coca, para que sea empleada en otros campos ajenos al narcotráfico.
Uribe, al respecto, dijo en aquel Consejo Comunal una frase que enmarcó su iniciativa. “Eso tiene que ser muy serio, preste la coca, tome la platica. Como en la feria, preste el marrano, tome la plata, pero con un compromiso adicional, que esas familias se comprometan todas a cuidar el área libre de droga de ahí en adelante. Ese tiene que ser el compromiso adicional y vamos a molestar un poco a la ciudadanía del Meta”, advirtió el presidente (2002-2010).
De hecho, en aquella intervención, el que era jefe de Estado se mostró preocupado por el éxito de la idea. “Con controles para que no entren más insumos allá, porque nada nos ganamos erradicando la droga allá y siguen entrando insumos. Entonces vamos a molestarlos”, afirmó Uribe Vélez en dicha visita, en la que afirmaba que era “nuestra eficacia es lo que va a garantizar la credibilidad en estos procesos”; en relación con la lucha con grupos armados ilegales que operaban en la región de los Llanos Orientales.