Carlos Vives despidió a Egidio Cuadrado con emotivo mensaje: “Él seguirá vivo en su música, en las historias que nos contaba”

Entre lágrimas y con la voz cortada, el cantante samario recordó sus vivencias junto al que fuera su compañero en la música por más de 30 años

Carlos Vives compartió momentos íntimos del último concierto con el maestro Egidio Cuadrado - crédito Juan Manuel Arias/Infobae

Carlos Vives vivió un día de dolor y despedida el lunes 21 de octubre de 2024, tras la muerte de su amigo y acordeonero, Egidio Cuadrado. En una emotiva rueda de prensa, Vives compartió su pesar por la partida de quien fue, no solo su compañero musical por más de 30 años, sino un hermano en la vida artística y personal.

Con la voz entrecortada y los recuerdos a flor de piel, el samario intentó expresar lo que significó para él esta pérdida, rememorando anécdotas, palabras y momentos que compartieron: “A mi compadre llevo mucho tiempo llorándolo”, fueron las primeras palabras de Vives, que no pudo ocultar el duelo que había comenzado antes de la muerte de Cuadrado, debido a su prolongada enfermedad.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

En su intervención, Vives admitió que aunque la despedida era dolorosa, quería que fuera un momento para recordar a Cuadrado con la alegría que siempre caracterizó su relación: “No se prepara uno para este momento”, aseguró, mientras, entre una risa que ocultaba la tristeza, reconoció que no estaba listo para hablar de la muerte de su amigo, aunque sabía que era un destino inevitable.

“No se prepara uno para este momento”, aseguró Vives ante el adiós a Cuadrado - crédito Juan Manuel Arias/Infobae Colombia

Cuadrado, acordeonero oriundo de Villanueva, La Guajira, fue una figura clave en la carrera de Vives, pues desde que se conocieron en los rodajes de la serie Escalona, en la que el acordeón de Cuadrado fue la banda sonora del éxito que le siguió, su amistad fue creciendo hasta consolidarse en un lazo que iba más allá de lo profesional.

“Siempre decía que mi matrimonio más largo fue con él,” mencionó Vives en tono jocoso, recordando cómo Cuadrado bromeaba sobre la duración de su asociación artística, la cual, superó las tres décadas: “Fueron como los pilares, musicalmente hablando, donde se sostuvo nuestros comienzos,” agregó el cantante.

Pero, el sentimiento de pérdida para Vives no se limitó a lo personal, sino a su conexión con la música vallenata, un género que ambos contribuyeron a revitalizar y modernizar.

Según Carlos Vives, Cuadrado simbolizaba la conexión con las raíces del vallenato - crédito Juan Manuel Arias/Infobae Colombia

Cuadrado, a pesar de no ser considerado el acordeonero más virtuoso en su momento, era para Vives un símbolo de autenticidad, de conexión con las raíces campesinas de la música que compartían: “Para mí, su virtuosismo estaba en su conexión con la tierra y con el origen,” explicó Vives al hablar del talento particular de su amigo.

A lo largo de la rueda de prensa, Vives recordó cómo Cuadrado nunca perdió la esperanza de recuperarse, incluso en sus últimos días: “Lo llamé antes de su último ingreso a la clínica y lo sentí bien, él me decía: ‘Compadrito, ya salimos de esta’”; sin embargo, la realidad fue otra y Vives tuvo que enfrentar el deterioro de la salud de su amigo, algo que, confesó, le resultó difícil de asimilar.

Carlos Vives despidió al que fuera su acordeonero por más de 30 años - crédito Juan Manuel Arias/Infobae

“Me di cuenta de que no había avance, que él se estaba deteriorando”, aseguró al recordar uno de sus últimos conciertos en Bogotá, cuando Cuadrado solo pudo interpretar tres canciones, incluso, confesó que, ya montados en la camioneta del Vives, a su acordeonero le costó recuperar el aire.

Cuadrado no solo era un músico excepcional en el ámbito técnico, también era un hombre que, según Vives, supo mantener viva la esencia del vallenato tradicional.

Para el samario, la muerte de su compañero representa la pérdida de una conexión invaluable con las raíces del folclore colombiano: “Creo que es de esos acordeonistas que seguían muy conectados con la esencia”.

Carlos Vives despidió a Egidio Cuadrado asegurando que lo que se va a enterrar será la cédula del acordeonero - crédito Juan Manuel Arias/Infobae Colombia

Una de las anécdotas que compartió Vives fue sobre los comienzos de su relación con Cuadrado, en medio de cámaras y set de grabación: “Fue en la serie (Escalona), compartimos mucho tiempo hablando, viajando, y fue ahí cuando me di cuenta de que él era el acordeonista que necesitaba”.

A partir de ese momento, comenzó una relación musical que no solo definió su carrera, sino que marcó una época en la música colombiana, pues para Vives, la provincia — nombre del álbum que lo dio a conocer y de ese grupo de músicos que lo acompañaron desde sus inicios— siempre fue una especie de banda de rock, con Cuadrado como el símbolo del campesino orgulloso de su tierra y sus tradiciones.

El legado musical de Cuadrado también fue tema de conversación durante la rueda de prensa, dado que el acordeonero estaba trabajando en un proyecto musical antes de fallecer: “Él tenía varias canciones que me cantaba, incluso una donde decía que yo lo había vuelto rockero”, aunque Cuadrado no pudo culminar ese trabajo, Vives expresó su confianza en que su música seguirá viva gracias al amor y dedicación que siempre puso en ella.

La relación de Vives y Cuadrado no siempre fue fácil, dado que durante los primeros años de su carrera juntos discutían sobre lo que significaba el folclor y cómo debía proyectarse al mundo: “Él pensaba muy diferente a mí, pero al final, ir conectando esos mundos improbables fue lo que hizo nuestra música tan auténtica”.

Esas diferencias, lejos de separar a los dos músicos, enriquecieron su colaboración y permitieron que construyeran una propuesta musical que fusionó la tradición con la modernidad, algo que se ha convertido en el sello distintivo de la carrera de Vives.

Según Carlos Vives, Cuadrado simbolizaba la conexión con las raíces del vallenato - crédito Juan Manuel Arias/Infobae Colombia

La muerte de Cuadrado es, sin duda, un golpe fuerte para Vives, pero también una oportunidad para reflexionar sobre el impacto que ambos tuvieron en la música vallenata: “El verdadero vallenato no puede estar desconectado del Egidio que recogía café y que le robaba el acordeón a su hermano porque no se lo prestaba”, señaló Vives.

A lo largo de su intervención, el samario fue claro en que su dolor es compartido por muchos, no solo en Colombia, sino en todo el mundo: “Hay mucha gente que tiene el corazón como una uva pasa hoy por mi compadre”, por lo que destacó cómo la muerte de su compañero llega en un momento en el que las raíces del vallenato parecen desvanecerse: “Se está perdiendo esa conexión con la naturaleza, con la tierra, con lo que representan los campesinos en nuestra música”.

En sus últimas palabras, Vives reiteró su gratitud por el apoyo recibido y por el reconocimiento que siempre se le dio a Cuadrado en vida: “Mi compadre seguirá entre nosotros”, aseguró convencido de que el legado de Cuadrado no se desvanecerá con su muerte: “Estamos en el entierro de su cédula, porque él seguirá vivo en su música, en nuestros recuerdos, en las historias que nos contaba” concluyó el cantante.

Carlos Vives expresó su convicción de que el legado de Cuadrado permanecerá vivo - crédito Juan Manuel Arias/Infobae Colombia

Con esta despedida, Carlos Vives no solo dijo adiós a un compañero de vida, sino también a una parte fundamental de su propio recorrido artístico; sin embargo, como él mismo dijo, el espíritu de Egidio Cuadrado seguirá presente, tanto en las notas del acordeón que resonarán en futuras generaciones como en los corazones de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y disfrutar de su música.