Avanza el ciclo número 17 de la medida de racionamiento de agua adoptada por las Alcaldía de Bogotá y sus municipios adyacentes, en abril, para hacer frente a la crisis por desabastecimiento en el sistema de embalses Chingaza.
El esquema que, desde julio, establecía la suspensión del servicio por zonas día intermedio fue modificado por decisión del alcalde Carlos Fernando Galán, a partir del 29 de septiembre, con el ciclo 15, en vista de que las lluvias esperadas para la segunda mitad del año jamás llegaron a registrarse.
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“Las lluvias que estaban previstas para Bogotá no llegaron, como todos lo han visto julio, agosto y septiembre, que son históricamente los meses que tienen más precipitaciones en la ciudad y la región han sido atípicamente secos”, precisó el mandatario.
De ahí que el esquema de corte diario fuera retomado y, por tanto, el lunes 21 de octubre la suspensión del servicio afecte a residentes y trabajadores de algunos “barrios en las localidades de La Candelaria, Ciudad Bolívar, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal, Santa Fe y Tunjuelito”.
La medida, como viene ocurriendo desde abril, iniciará a las 8:00 de la mañana y se extenderá de manera ininterrumpida durante 24 horas, con posibles retrasos en la reconexión del servicio.
Mapa de los sectores afectados por la medida de racionamiento el lunes 21 de octubre:
Límites entre los que será realizada la suspensión del servicio a partir de las 8:00 a. m. del lunes 21 de octubre:
- Entre el río Tunjuelo y calle 78 sur, entre carrera 15 y carrera 27L.
- Entre la avenida Caracas y límite oriental ciudad, entre calle 32 sur y diagonal 67 sur.
- Entre carrera 10 este y límite oriental ciudad, entre diagonal 67 sur y calle 87 A sur.
- Entre diagonal 7 sur y calle 32 sur, entre carrera 3 y transversal 12 este.
Consulte el mapa por zonas, en las que se dividen los días de cada ciclo:
- Zona 1 abarca barrios de las localidades de Antonio Nariño, Barrios Unidos, Chapinero, Los Mártires, Puente Aranda, Rafael Uribe Uribe, Santa Fe, Teusaquillo, Tunjuelito y Usaquén.
- En Zona 2, la medida afectará a los barrios de las localidades de Engativá y Fontibón, así como a la zona industrial de Cota.
- Zona 3 comprende barrios de las localidades de Barrios Unidos, Suba y Usaquén.
- En Zona 4, los barrios de las localidades de Bosa, Ciudad Bolívar, Kennedy, Puente Aranda y Tunjuelito, así como el sector de Cazucá y Soacha, experimentarán suspensiones programadas.
- Zona 5 incluye barrios de las localidades de La Candelaria, Ciudad Bolívar, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal, Santa Fe y Tunjuelito.
- Zona 6 abarca la localidad de Suba y Ciudad Bolívar, además del municipio de Soacha.
- Zona 7 está conformada por barrios de las localidades de Fontibón y Kennedy, así como puntos de suministro en los municipios de Funza, Madrid y Mosquera.
- Zona 8 incluye barrios de diez localidades: Antonio Nariño, Bosa, La Candelaria, Chapinero, Kennedy, Los Mártires, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal, Santa Fe y Usaquén, además de los puntos de suministro de La Calera y Arboretto.
- Finalmente, Zona 9 verá restricciones en sectores de Usaquén y Suba, así como en los puntos de suministro de Chía, Cajicá, Cojardín, Sopó y Tocancipá.
¿Por qué la crisis hídrica en Bogotá no parece haber mejorado a pesar de las lluvias de octubre?
Según Alfred Ignacio Ballesteros, director de la CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca), las lluvias de octubre en Bogotá no han sido suficientes para mitigar la crisis de abastecimiento de agua que atraviesa la capital. Aunque la temporada húmeda ha iniciado, las precipitaciones se concentran en áreas urbanas, lo que limita su impacto en los embalses que abastecen a la ciudad. La situación es preocupante, ya que los ecosistemas de alta montaña, donde deberían caer las lluvias para recargar los embalses, han experimentado seis meses de sequía. Según Ballesteros, “la tierra está seca y las plantas absorben la poca humedad”, lo que impide la acumulación necesaria de agua en las represas.
El Sistema Chingaza, que provee el 70% del agua consumida en Bogotá, solo había alcanzado un nivel del 44,36% de su capacidad en las primeras dos semanas de octubre, de acuerdo con los informes de la CAR. Este sistema, junto a otros embalses como Neusa, Sisga y Tominé, juega un papel crucial en el abastecimiento de la capital y la región de la Sabana, pero las autoridades esperaban que en octubre los niveles alcanzaran el 70%, algo que no sucedió.
El racionamiento implementado por la Alcaldía de Bogotá se ha convertido en una medida necesaria para enfrentar el impacto de la que ha sido considerada la peor sequía en la historia de la ciudad, según los expertos. La administración esperaba que las lluvias de octubre solucionaran en parte la crisis, pero la realidad ha sido distinta. Ballesteros hizo un llamado a la ciudadanía para seguir con las medidas de ahorro, advirtiendo que “si el agua que sale de los embalses continúa siendo mayor que la que entra, los volúmenes de estas represas serán más críticos a finales de noviembre e inicios de diciembre”.