Durante la inauguración de la COP16 sobre biodiversidad, celebrada en Cali (Colombia), la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Susana Muhamad, destacó la relevancia de este evento como un paso adelante en la lucha por la conservación y el desarrollo sostenible en América Latina. La cumbre, que tiene lugar de un contexto ambiental crítico, se presenta como un espacio crucial para la discusión y el compromiso internacional.
Durante su discurso inaugural, Muhamad resaltó la singularidad de que Colombia fue seleccionada para albergar no solo la actual cumbre, sino otra en el país vecino. La ministra indicó que “fue por una casualidad que tendremos dos años de discusiones ambientales en América Latina: COP16 de biodiversidad en Cali y COP30 de clima en Brasil, pero las casualidades no existen”.
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La ministra también se refirió a la historia reciente de Colombia, marcada por el conflicto armado, y cómo este ha influido en la relación del país con su entorno natural. La ministra enfatizó que “después de 60 años de conflicto armado con esta diversidad cultural de pueblos (...) que por tantas décadas nosotros mismos ni siquiera podíamos apreciar”, se abre una oportunidad para reconstruir no solo el tejido social, sino la conexión con la naturaleza.
Muhamad enfatizó que la paz no se puede consolidar sin la inclusión de la diversidad y el respeto por la naturaleza, afirmando que “no se puede consolidar la paz en el territorio sin hacer también paz con la naturaleza”. En su discurso, hizo un llamado a cambiar la percepción sobre la naturaleza, al afirmar que “la naturaleza no es un recurso; es la fibra de la vida que hace que nosotros mismos también seamos posibles”.
Durante su intervención, la ministra también abordó la necesidad de transformar los valores y los paradigmas de desarrollo actuales, por lo que señaló: “Debemos buscar un cambio de visión”. Afirmó que es fundamental acelerar la transición energética y la descarbonización, pero que esto no puede hacerse a expensas de la vida misma.
“Esta confluencia tiene que encontrar en la naturaleza su principal aliado”, agregó, al destacar sobre la importancia de recuperar y restaurar los ecosistemas para enfrentar el riesgo climático y la pérdida de biodiversidad.
“La naturaleza no es un recurso. La naturaleza es la fibra de la vida que hace que nosotros mismos también seamos posibles”. Este enfoque resalta la importancia de considerar la biodiversidad no solo como un bien económico, sino como un componente esencial para la existencia humana.
Muhamad hizo hincapié en que “la recuperación de la naturaleza puede contribuir en casi un 40% a la solución de estabilizar el clima”, lo que demuestra la interconexión entre la preservación del medio ambiente y la estabilidad climática. La ministra instó a los asistentes a considerar esta cumbre como un foro mundial donde se deben establecer mecanismos y regulaciones para abordar estos retos.
Con un mensaje de esperanza y colaboración, Muhamad agregó su intervención dando la bienvenida a todos los participantes, destacando que la COP16 es un espacio para la movilización de la sociedad y para hacer de la conservación de la biodiversidad una prioridad: “Hoy, juntos, podremos hacer una exitosa COP16″.
“De esas 23 metas del marco Kunming Montreal, que no son retóricas, que fue un gran resultado del multilateralismo, que fue un resultado importante de la negociación internacional, que ha generado también una movilización de todos los actores de la sociedad, que empieza a generar curiosidad en todos los sectores de Gobierno porque biodiversidad no es un problema del ministro o la ministra de Ambiente, sino que también se empieza a generar una movilización de toda la sociedad bajo ese legado, no solamente de mecanismos de implementación; de recomponer, de redescubrir, ¿cómo vivimos conjuntamente en la diversidad en un sistema que no genere permanentemente a la naturaleza como una víctima del desarrollo?”, agregó la alta funcionaria en su discurso de bienvenida a la COP16.
En su intervención, la ministra abordó la complejidad de los desafíos ambientales actuales, al señalar que, aunque se observan esfuerzos significativos para avanzar en la transición energética y la descarbonización, estos no pueden llevarse a cabo a expensas de la vida misma: “Esa transición no puede ser a costa de la vida misma”.