Aunque ya había dado pistas de sus intenciones, Miguel Uribe Turbay, en la actualidad senador del Centro Democrático, confirmó el domingo 20 de octubre que finalmente sí será precandidato a la presidencia de la República, por lo que buscará quedarse con la nominación de su colectividad; en una puja en la que competirá contra la también congresista María Fernanda Cabal y, al parecer, con dos aspirantes más que aún no confirman su aspiración: Paola Holguín y Paloma Valencia.
Uribe Turbay, a través de una transmisión en vivo en sus redes sociales, se refirió al anhelo de convertirse en el sucesor de Gustavo Petro, de cara al periodo 2026-2030, en lo que sería –en caso de imponerse en las urnas– el regreso del partido de derecha al poder. Aunque de entrada no será un camino fácil, pues no marca en las encuestas, a diferencia de Cabal, que partió como la más opcionada, el joven político quiere seguir los pasos de su abuelo, Julio César Turbay.
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Desde Copacabana (Antioquia), en donde hace 33 años fue asesinada su madre, la periodista Diana Turbay, a manos de hombres del capo Pablo Escobar Gaviria, el senador opositor dio a conocer su aspiración. “La persona a la que más amaba, se despidió un día de mí alzándome en sus brazos y dándome un beso para emprender un viaje del cual nunca regresó”, inició en su declaración el bogotano de 38 años, que quiere convertirse en el mandatario más joven del país.
Así anunció su deseo de ser presidente en 2026
Y con la herencia que, según él, tuvo de su madre, la de no negociar principios y de que los intereses personales no debían estar por encima de los del país, el congresista expresó su deseo de luchar por el bien de los ciudadanos. “Pude haber crecido buscando venganza, pero decidí hacer lo correcto”, expresó el hoy precandidato, que recordó cómo el apoyo de su familia, en especial de su abuela, Nydia Quintero de Turbay, fue fundamental para sobrellevar esa pérdida.
“Decidí perdonar, pero nunca olvidar. Perdonar me hace fuerte, recordar me hace firme”, afirmó Uribe, que reiteró que tiene como propósito que Colombia sea un país sin violencia y, por ello, se ha preparado para conducir la nación. “Desde el sitio en que todo comenzó para mí, y desde donde aprendí el verdadero valor de la vida, y desde donde mi más profundo dolor y mi propósito de vida se unen, quiero anunciar que he tomado la decisión de ser candidato a la presidencia”, acotó.
Así pues, dijo que liderará un “poderoso movimiento” que sea convocante de los diferentes sectores políticos, teniendo como contexto una guerra que, en su concepto, es peor de la que se libró hace más de tres décadas, “porque esta se pudo haber evitado”, pues tiene la agravante de que el Gobierno “negoció lo innegociable”, como la seguridad de los colombianos. E hizo una breve descripción de la situación actual que se registra en el país.
Las pullas de Miguel Uribe a Gustavo Petro
Acto seguido culpó al actual mandatario de lo que acontece. “El principal responsable de todo esto es Gustavo Petro, que ha demostrado una incapacidad absoluta para resolver los problemas de los colombianos. Perdió el control y se le salió el país de las manos y es el máximo responsable de esta inseguridad desbordada”, dijo Uribe, que hizo énfasis en el enfrentamiento anterior que tuvo con el jefe de Estado, cuando él era concejal y su contradictor alcalde.
También mencionó cómo en 2022 aceptó la invitación del expresidente Álvaro Uribe Vélez para encabezar la lista del Centro Democrático al Congreso, al ser elegido como el senador más votado de Colombia. Y se refirió al éxito de la seguridad democrática, que quiere replicar en su posible mandato. “Si superamos la violencia antes, podemos hacerla de nuevo”, destacó Uribe Turbay en su pronunciamiento, que se extendió por más de 8 minutos.
Y remarcó que sin iniciativa privada no hay política social, al punto de destacar lo que sería, para él, la lucha contra la delincuencia, “día y noche”, y a implementar una política de seguridad que “incentive al criminal a dejar las armas”. Anunció que devolverá el apoyo a las Fuerzas Militares, que desde su óptica se perdió durante el Gobierno Petro, en especial el moral, “para retomar el control territorial”, con la experiencia de los oficiales que fueron desvinculados.
“A Petro le quedan 656 días, ni uno más. Derrotaremos a él y a su candidato, porque sí lo vamos a sacar, pero con votos”, expresó el senador, que aprovechó la ocasión para pedir que lo respalden en esta cruzada; no sin antes señalar a Petro de querer robarse las elecciones del 2026. “Por eso les informo que los expertos electorales de María Corina Machado en Venezuela hacen parte de mi equipo”, reveló Uribe, para construir “el mejor ejército de defensa del voto” que se haya visto.