Su cercanía con Bogotá, a la que tiene a menos de 220 kilómetros, pero también con Cali, en una especie de compás que se expande entre el centro y el occidente de Colombia, y que justo la ubican en el centro del rango de ambas ciudades, hacen de Ibagué, la capital musical, en el destino ideal para empezar a desarrollar otra de las vocaciones con las que cuenta en su visión de futuro: la de ser un gran centro de distribución y logística de las grandes firmas del país.
La capital del Tolima está emergiendo como un potencial epicentro de la logística, pues al tratarse de un punto –si se quiere– satélite de la capital de la República, cuenta con la capacidad para albergar en su territorio nuevos proyectos que suplan las necesidades del mercado, de compañías que quieren estar más cerca del obligatorio cruce de La Línea, pero sin tener las dificultades de los bloqueos que suelen afectar la operación cuando se está al otro lado de la cordillera.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Y es que según Andrés Sierra, gerente de Strategik, una de las empresas que ha empezado a explotar esta olvidada cualidad, y considerado un experto a nivel nacional en el tema, la posición geográfica del Tolima facilita, sin duda, la conectividad con otras regiones: lo que es esencial para el transporte eficiente de mercancías hacia los principales mercados nacionales. No en vano logró que dos grandes empresas del territorio nacional, como D1, del Grupo Santodomingo, y Colanta, compañía lechera por excelencia de Antioquia, aterrizaran.
Históricamente, Ibagué ha cargado con el Inri de ser una de las ciudades con mayores índices de desempleo. Pese a que este ítem ha tenido una leve disminución, es claro que el comercio local enfrenta desafíos debido a la baja en el consumo; pues según un informe de Fenalco Tolima, más del 60% de los comerciantes reportaron ventas por debajo de lo esperado durante la Semana Santa, lo que reflejó una desaceleración económica que preocupa al empresariado local.
“La región tiene tres grandes vocaciones: la turística, la agrícola y, ahora, la logística, tres escenarios en los que debemos mostrar resultados a corto plazo”, afirmó Sierra, que lidera la segunda generación de una empresa regional, que justamente basa su éxito en la correcta distribución de productos de grandes multinacionales, en los departamentos de Tolima, Huila, Cundinamarca, Putumayo y parte de Caldas. Es por eso que está convencido que hay un potencial allí.
Las necesidades para convertir a Ibagué en centro competitivo a nivel nacional
A la par del mejoramiento de la calzada que la comunica con Bogotá, y que se espera esté lista hacia mediados del 2025, para Sierra es claro que es vital mejorar la infraestructura existente en la ciudad. En otras palabras, transformar los frentes de desarrollo a los que, por décadas, le ha apostado el departamento, y dar el paso no solo hacia una región tecnificada desde lo agroindustrial, sino de permitir que sea epicentro de las operaciones de recepción y despacho de mercancía.
Si bien el Ibagué cuenta con una base sólida, es claro que se requiere una ampliación en los centros de distribución, además de las vías que comuniquen a estos puntos. Para ello, es vital que se desarrollen tres viejos proyectos que no han tenido, hasta el momento, la trascendencia requerida: volver al río Magdalena en un cauce fluvial navegable; recuperar los trayectos férreos que cruzaban por el Tolima, y la adecuación del Santiago Vila, ubicado en Flandes, como una terminal de carga.
Con el concepto de parques empresariales, que son sitios especialmente adecuados para que las compañías dispongan de gran parte de su mercancía, con el cargue y descargue 24 horas, ya son dos las zonas que están siendo aprovechadas en la Ciudad Musical. Pero, a diferencia de Funza, destino logístico de alto impacto en el centro del país; y de otros fuertes competidores, como Pereira y Armenia, la gran ventaja estaría en las facilidades de tipo tributario, además de su ubicación.
“Con el sector público estamos promoviendo una serie de incentivos para que llegue la inversión a la ciudad. Hay que apuntar a ventajas muy puntuales que permitan marcar la diferencia con respecto a otras regiones”, agregó Sierra. Entre las claves para sacar adelante una iniciativa que podría sacar del atraso a una región que padece uno de los grandes males que afectan a las grandes urbes, ha estado –según él– en la capacidad de gestión ante las oportunidades.
Visión a largo plazo y relaciones con el Gobierno
Para ello, enfatizó el experto, es clave tener una planeación a largo plazo, y dejar de ver el futuro en un lapso corto. Además de generar un aumento significativo en el empleo, la intención que es mejorar la calidad de vida de sus habitantes, con las buenas prácticas medioambientales, en el uso eficiente de recursos como el agua y la luz solar, pues en las instalaciones que sirven de depósito se ha impulsado el uso de paneles solares para disminuir costos y reducir el impacto en la red energética.
“El tema logístico es la fortaleza de toda una región y un país, porque además es transversal a toda la economía. Si logramos eficientar la operación, los productos que llegan a los hogares de Colombia serán más económicos”, remarcó Sierra. Y puso como ejemplo, en ese amplio campo de acción, el gran impacto que tiene a nivel mundial una empresa de distribución como DHL, que se ha encargado de “poner en el mapa” a los principales puntos logísticos que existen en la actualidad.
Por último, desde la región también se ve con preocupación las políticas impulsadas por el actual Gobierno, en específico con la reforma laboral. “No incentiva, en ningún punto, la generación de empleo. Y si la gente no tiene trabajo, debe salir a buscar, de cualquier forma, el sustento; ya sea en el campo informal, o lo que no se quiere; en la delincuencia”, apuntó Sierra a esta redacción, que hizo énfasis en cómo grandes firmas internacionales han dejado de asumir riesgos en infraestructura.