En medio de la polémica que generó el anuncio del presidente de la República, Gustavo Petro, de que su Gobierno le comprará la producción de hoja de coca a los campesinos de la zona de El Plateado, zona rural de Argelia (Cauca), el senador Humberto de la Calle, reconocido por su papel de jefe negociador del proceso de paz adelantado con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), entregó su opinión y no dudó en calificar la medida como “improvisada”.
“Vamos a iniciar la compra estatal de cosecha de coca. Me van a caer rayos y centellas, menos mal la procuradora y el fiscal ya se fueron. Si no cambiamos los métodos, pues no cambiamos. Entonces al campesinado del Micay le vamos a comprar sus cosechas de coca, mientras aparece la economía lícita”, indicó Petro en su intervención en el Pacto por la Democratización del Crédito Solidario, evento que se efectuó el viernes 18 de octubre en Bogotá.
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Al respecto, De la Calle, en entrevista concedida a W Radio, indicó que la propuesta del Ejecutivo, que buscaría con ello combatir el flagelo del narcotráfico, es inapropiada. Además de considerarla como una vieja idea que no ha prosperado, pues si bien parte del objetivo de acabar con la comercialización ilegal, tiene alcances, a su juicio, “utópicos”, al menos al corto plazo. Para ello, desde su perspectiva, sería necesario tomar medidas más de fondo.
“Para tratar de ser, dijéramos, lo más objetivo posible, esa idea ha rondado desde antes: porque tiene una mirada que podría ser positiva, que elimina el comercio ilegal, que es el semillero de la violencia y delincuencia. Pero a mí me suena utópico”, dijo el congresista caldense, que acto después explicó los motivos por los cuales cree que son más los aspectos en contra que a favor de esta idea; con la que el primer mandatario generó una fuerte discusión en las redes sociales.
¿Por qué De la Calle cree que no es una “buena idea” la propuesta de Petro de comprar coca?
En este sentido, el senador de 78 años, que también fue vicepresidente de la República durante el Gobierno de Ernesto Samper Pizano, indicó que, en primer lugar, los presupuestos con los que dispone el Gobierno para una estrategia como estas “no alcanzan”, y remarcó cómo el presidente se ha quejado de cómo los recursos estatales no son suficiente. “La compra de las cosechas de la hoja de coca, y en particular en El Plateado, es enorme”, destacó el senador De la Calle.
A lo que se sumaría, en caso de ser exitoso el proceso, la normal petición de otros productores del país, pese a ser este un negocio enquistado en la ilegalidad, de tener el mismo tratamiento; en cuanto a la posibilidad de que sus cultivos también sean adquiridos por el Gobierno. Al punto de que la respuesta inicial de Petro ante esta problemática, la del impacto de la droga en los territorios, “puede ser un bumerán”; pues lograría el efecto de incentivar una mayor siembra y procesamiento.
“Entran en un contrasentido con el Estado mismo, porque entonces en qué quedamos: o se persigue o se abre la puerta a una negociación. Repito: quiero ser lo más riguroso posible, y me suena como una propuesta demasiado improvisada”, expresó el senador. En ese orden de ideas, el enfoque del Estado de priorizar la incautación del producto terminado (cargamentos de coca) y no la siembra, le parece interesante, aunque también hizo algunas observaciones.
Afirmó que él es partidario de que se lleve a cabo una interdicción, pues “es más eficaz”, pues no se pone como objetivo directo la labor del campesino sembrador, que es el “eslabón más débil de la cadena”. A su vez, indicó que ha existido una especie de “explosión” que alimenta la percepción de que “cada vez estamos más ahogados en cocaína”, por lo que invitó a una reflexión nacional en torno a esta situación y evaluar si, a largo plazo, la política estatal es sostenible.