La provincia de Ocaña, Norte de Santander, se enfrenta a una alarmante reactivación del delito del secuestro. Desde la noche del viernes 18 de octubre, tres personas fueron plagiadas en diferentes incidentes que reflejan el clima de inseguridad que azota la región.
Este hecho ha generado preocupación entre la población y las autoridades, quienes se ven desafiadas a desentrañar el misterio detrás de estas desapariciones.
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El secuestro de un reconocido ganadero y su hijo
El primer incidente tuvo lugar en la carretera que conecta Norte de Santander con el sur del Cesar, específicamente en la vía que une a Ocaña y Aguachica. Allí, Fernando Arévalo y su hijo, también llamado Luis Fernando, fueron interceptados por hombres armados mientras se desplazaban en su camioneta.
Eduardo Esquivel, secretario de Gobierno de la región, confirmó la situación y enfatizó sobre la complicada situación de orden público que enfrenta Norte de Santander. Según las autoridades, el vehículo de las víctimas fue encontrado abandonado en circunstancias inusuales en un sector conocido como Villa de San Andrés, donde se han registrado actividades delictivas de diversos grupos armados, lo que ha generado aún más incertidumbre sobre lo sucedido.
Información preliminar reveló que, aunque el vehículo fue localizado, las pertenencias de ambos hombres quedaron en su interior, incluyendo las llaves de la camioneta color rojo.
Asimismo, se conoció que, en horas de la mañana del sábado 19 de octubre, el joven Luis Fernando recuperó la libertad mientras su padre sigue en cautiverio. La Policía y el Ejército están trabajando en la recolección de información que incluya entrevistas a familiares, amigos y conocidos de las víctimas.
La hipótesis principal que se maneja hasta el momento es que se trataría de un secuestro extorsivo, una práctica que ha cobrado fuerza en la región y que ha generado rechazo de varios defensores de derechos humanos como Nelson Enrique Arévalo Carrascal.
“Es lamentable lo que está ocurriendo en la zona donde secuestran a gente trabajadora y humilde, campesinos que han dedicado toda su vida a labores del campo y nunca han hecho daño a nadie”, expresó el líder al medio local La Opinión, en un llamado al Gobierno para que haga presencia en la región.
Un tercer secuestro en Teorama
La situación de seguridad en Norte de Santander se complica aún más con el secuestro de José Luis Reyes, un ingeniero civil y contratista de obras en el corregimiento de San Pablo, jurisdicción del municipio de Teorama. Reyes fue interceptado por varios hombres armados tras ser citado por un grupo que supuestamente estaba detrás de su secuestro.
Extraoficialmente, se ha indicado que la firma con la que trabaja está siendo víctima de extorsión en la región del Catatumbo, lo que podría estar relacionado con su secuestro.
Esta zona de Norte de Santander es conocida por la presencia de diversos grupos armados, como las disidencias de las Farc, el ELN y Los Pelusos, que han sido responsables de múltiples acciones violentas, incluidos secuestros y extorsiones. Estos grupos operan en la sombra, creando un ambiente de temor e incertidumbre entre los habitantes de la región, que se sienten atrapados en una espiral de violencia.
El misterio que rodea la desaparición de Fernando y Luis Fernando Arévalo, así como de José Luis Reyes, plantea serias preguntas sobre la seguridad en Norte de Santander. A medida que se desarrolla la situación, la comunidad espera que las autoridades logren desentrañar este enigma y que se restablezca la tranquilidad en la región.
Las autoridades han manifestado su compromiso de luchar contra el secuestro y la extorsión en la región. Sin embargo, el desafío es considerable, dado que los grupos armados se han reconfigurado y han aumentado sus actividades delictivas. Las acciones que se están llevando a cabo incluyen la intervención de las Fuerzas Militares y la colaboración con la comunidad para obtener información que permita la captura de los responsables.