Las aberraciones contra menores de edad es una constante que genera extrema preocupación y pone sobre la mesa las medidas que se deben tomar para protegerlos de sus agresores.
De hecho, el jueves 17 de octubre, se conoció la judicialización de un hombre señalado de haber abusado sexualmente de al menos tres niñas, de la que una de ellas sería su propia hija. Las menores de edad comprenden edades entre los 12 y 13 años.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
“Por solicitud de la Fiscalía General de la Nación, un juez con función de control de garantías de Neiva (Huila) impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a un hombre, presuntamente, implicado en el abuso sexual de tres menores cuyas edades oscilan entre 12 y 13 años, una de las víctimas sería su propia hija”, expuso el comunicado de la Fiscalía.
Los hechos se habrían registrado entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, en la vereda La Legiosa, en el municipio Colombia (Huila), donde el hombre se aprovechaba de la inocencia de las menores para intimidarlas afirmando que pertenecía a un grupo armado ilegal y se personificaba vistiendo pasamontañas. El hombre las amenazaba asegurando que si decían algo atentarían contra ellas y la seguridad de sus familias.
Asimismo, la información revelada destapó que el sujeto aprovechaba estar a solas con su hija para abusarla sexualmente, y le exigía a la menor que invitara a sus amigas para también atacarlas carnalmente.
“El hombre habría afirmado durante los abusos que pertenecía a un grupo armado ilegal, y que debía incurrir en las agresiones sexuales para evitar que la organización criminal las reclutara o les hiciera daño a ella y a sus familias. Además, se determinó que mientras incurría en los abusos, el presunto agresor cubría su rostro con un pasamontaña para no ser identificado”, complementó el ente acusador.
Por estos actos, un juez en función de control de garantías de la Fiscalía General de la Nación, seccional Huila, decidió imponerle medida de aseguramiento en centro carcelario contra el presunto abusador por los delitos de acceso carnal violento agravado y uso de menores en la comisión de delitos, cargos que no aceptó
Cifras alarmantes de violencia contra menores de edad en Colombia
Los diferentes tipos de violencia contra menores de edad presenta cifras alarmantes, especialmente, en casos de homicidios y desaparición forzada. A propósito, de acuerdo con información de la Fiscalía General de la Nación entregada a Infobae Colombia, durante 2023, 886 niños, niñas y adolescentes fueron asesinados o fueron víctimas de desaparición forzosa. En 2024 las cifras no mejoran, pues, a corte del 31 de mayo, 441 menores de edad han sido víctimas mortales o desaparecidas. Si la aterradora tendencia continúa, podría igualar o superar las cifras del año inmediatamente anterior.
Entre tanto, Infobae Colombia consultó con Laura Villamil, médica especialista en psiquiatría, salud mental y experta en toxicomanías del hospital de Vall d’ Hebron (España), sobre los patrones de comportamiento de una persona proclive a cometer un crimen o abuso, especialmente en contra de un menor de edad.
“Son personas que tienen ciertos rasgos en su forma de ser, es decir, en la estructura de su personalidad, y esto sí se puede identificar desde etapas muy prematuras de la vida, desde la infancia, desde la adolescencia; entonces, las personas que van a cometer crímenes hacia un menor de edad son personas que desde muy jóvenes no respetaban la vida en general, porque son personas que muchas veces, incluso, durante su infancia, comenzaron haciendo daño a animales”, afirmó la especialista.
Por último, la especialista habló de las principales señales de alerta en un menor de edad que está siendo víctima de algún tipo de abuso o maltrato:
“Los niños empiezan a aislarse, a cambiar esa forma de ser extrovertida por una forma más en introvertida. Empiezan a presentar llanto varias veces al día o a la semana, en los niños es muy frecuente que cuando se están deprimiendo baja su rendimiento académico. A veces, cuando el abusador está en el mismo colegio, evitan ciertos lugares, incluso, entrar al baño, porque por acoso evitan lugares donde se encuentre el acosador; se altera el sueño, porque se la pasan pensando en esta situación. El patrón de la alimentación también se puede ver alterado en los niños, porque dejan de comer; si se tornan muy ansiosos, aparecen síntomas físicos como dolor de estómago, dolor de cabeza”, indicó la especialista.