La inseguridad en Barranquilla vive uno de sus momentos más álgidos en su historia reciente por cuenta del índice de homicidios que se han registrado en lo corrido de 2024 en la ciudad, y en los municipios cercanos que componen el área metropolitana de la capital del departamento del Atlántico.
En uno de los casos más recientes que se registró en esta región situada al norte del país, tuvo como protagonistas al dueño de una panadería del municipio de Soledad, que se salvó de morir luego del ataque a bala que perpetró un hombre que llegó hasta su establecimiento, ubicado en el barrio Prado Soledad.
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El caso quedó grabado por una de las cámaras de seguridad ubicada dentro del local, y desde la cual se pudo confirmar que los hechos se presentaron la tarde del miércoles 16 de octubre de 2024. Sin embargo los hechos solo se conocieron dos días después a través de las redes sociales, el viernes 18 de octubre.
Según lo que consignaron los medios regionales que difundieron el video, los hechos se presentaron cuando el comerciante estaba atendiendo su panadería pasadas las 4:12 p. m., momento en el que aparece en el plano el hombre que llegó vistiendo una gorra y, sin mediar palabra desenfundó el arma de su pantaloneta con la cual le propinó cuatro heridas al dueño de la panadería, que se alcanza a apreciar cómo sale corriendo ante la arremetida del criminal. Uno de los tiros le alcanzó a dar en su rostro.
Los agentes de la Policía que llegaron hasta el punto donde se produjo el ataque armado, que según el reporte preliminar fue en la calle 37 con carrera 5, aseguraron a medios locales que fueron algunos vecinos los que trasladaron al comerciante hasta la clínica Adelita de Char, en donde se confirmó que la víctima de las balas fue Carlos Alberto Cala Monsalve, de 39 años.
Debido a los impactos que recibió el estado de salud de Cala Monsalve es reservado por el momento, indicó El Heraldo, quien según lo que pudo confirmar en diálogo con la Policía Metropolitana de Barranquilla, es que este hecho obedecería a una posible retaliación por no pagar una extorsión.
Entre tanto, las pesquisas siguen adelántandose por parte de las autoridades locales, quienes esperan con la recopilación de más videos de cámaras de seguridad, y sumado a los testimonios de varios habitantes de la zona, poder dar con los dos hombres, dado que se conoció que el bandido que atentó contra la vida del comerciante, habría llegado junto a su cómplice a bordo de una motocicleta.
La violencia en Barranquilla está desbordada, así lo indican las cifras
Barranquilla ha registrado un aumento significativo en la tasa de homicidios, alcanzando 16,2 casos por cada 100.000 habitantes, la cifra más alta desde 2016. Este incremento del 16% en el primer semestre de 2024 refleja una intensificación de las disputas entre organizaciones criminales por el control territorial, según el Observatorio de Seguridad Ciudadana.
El informe titulado El homicidio como indicador de competitividad criminal, destaca que el Departamento del Atlántico también ha experimentado un alarmante aumento del 89% en estos crímenes.
El documento del Observatorio subraya que los homicidios intencionales están principalmente vinculados a enfrentamientos entre grupos criminales que buscan establecer su hegemonía en el territorio. Esta situación ha debilitado la percepción de seguridad entre los ciudadanos, lo que exige una respuesta institucional urgente y coordinada para abordar las causas subyacentes de esta crisis.
El profesor Janiel Melamed del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, y líder del Observatorio, advirtió que la dinámica de homicidios y extorsión en la región proyecta una consolidación de la problemática de seguridad. Las causas de este deterioro son múltiples, incluyendo la intolerancia, la extorsión, el robo de tierras y el hurto, que han proliferado en el área.
El informe del Observatorio de Seguridad Ciudadana enfatiza la necesidad de una respuesta institucional que no solo aborde los síntomas de la violencia, sino que también se enfoque en las causas estructurales que permiten su proliferación.
La falta de control territorial y la lucha por el poder entre grupos criminales son identificadas como los principales riesgos para la gobernabilidad en la región.