El municipio de El Plateado, Cauca, ha sido azotado por la reciente ola de violencia como consecuencia del conflicto armado que se vive en el país. Los habitantes tienen relación con las disidencias de las Farc al mando de ‘Iván Mordisco’. Este grupo armado ilegal se apoderó de la zona y utiliza a la comunidad para intimidar al Gobierno Nacional.
El Ejército se encuentra tratando de recuperar el control del sector por medio de la operación Perseo; sin embargo, varios pelotones de uniformados fueron secuestrados en la Vereda El Filo, zona rural de Argelia. En la mañana del sábado 19 de octubre el conflicto se agudizó, pues en el sector decenas de viviendas y comercios amanecieron con grafitis alusivos al ELN.
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De acuerdo con las primeras informaciones, las autoridades establecieron que alias Giovanny y alias Tabares, dos de los principales cabecillas de la estructura Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, serían los responsables de este hecho que generó consternación en la comunidad. Estos criminales habrían enviado dos grupos de cuatro personas para distribuirlos en diferentes sectores del pueblo.
La intención de estas ocho personas era poner grafitis y escritos alusivos al frente José María Becerra del ELN. Este accionar criminal tendría el objetivo de generar confusión y temor en la población civil, la cual se sentiría amenazada ante una posible llegada de este grupo armado ilegal.
Las tropas del Ejército Nacional procedieron inmediatamente a borrar los grafitis y quemaron la bandera de esta organización criminal. Los ocho miembros de la guerrilla dejaron dos latas de aerosol, las cuales se encuentran siendo analizadas por expertos para poder dar con los responsables por medios de los rastros y huellas.
Las autoridades hacen un llamado a la comunidad para que denuncie ante los medios de comunicación y las redes sociales las amenazas por parte de los criminales que pretenden sembrar miedo para así presionar la salida de las tropas del Ejército Nacional. Se estima que haya más acciones intimidantes como esta, entre ellas la colocación de vallas, cilindros con explosivo en las vías, grafitis en los vehículos y demás.
Así mismo, estos responsables se encuentran huyendo de los uniformados, quienes ofrecieron una recompensa para las personas que den información que pueda ayudar con sus capturas.
En el Tambo, Cauca, la situación es aún más crítica como resultado de la retención de 60 soldados por parte de más de 300 campesinos del municipio. El general Federico Mejía, comandante del comando Específico del Cauca, confirmó que se inició el protocolo para la liberación de estas personas.
“Hablando con las comunidades, con todo el mundo, los militares se están conduciendo a una parte alta, ahí en el mismo sector, los vamos a evacuar en helicóptero y los vamos a reposicionar dentro del mismo cañón del Micay, o sea, las operaciones continúan más fuertes que nunca, se adelantarán las acciones judiciales que haya que hacer contra todas estas personas que de una u otra forma impidieron continuar con la labor que hace el soldado”, dijo en diálogo con Caracol Ahora.
Por su parte, Marcial Ruiz, líder social de la región, compartió el miedo que hay en la comunidad por los posibles enfrentamientos y el impacto que podrían tener en su territorio. Para él, la retención de los uniformados es una medida necesaria para su protección.
“No queremos un baño de sangre, porque es inminente los choques armados con los otros actores que están en el territorio y siempre quedamos en medio de los combates, por eso para protegernos, optamos por detener el avance de este contingente militar, además no queremos que vengan a dañarnos el territorio para que después se vayan, sin dejarnos alternativas”, indicó.