Comunidades del Putumayo reemplazan la coca por chontaduro y sacha inchi

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) llegó hasta Puerto Asís, Putumayo donde apoya la sustitución de cultivos ilícitos.

En este lugar las comunidades le apuestan a chontaduro y sacha inchi. Esta última, aunque parezca un producto nuevo desde hace siglos las comunidades indígenas en el Amazonas han cultivado y consumido esta semilla.

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“Esta semilla elimina el colesterol, los triglicéridos y las grasas acumuladas en el organismo. Además, ayuda a la conexión de las neuronas y tiene un alto contenido de proteína, omega3, omega6 y omega9″, explica Olver Antonio Carbonel, presidente de la asociación productora de sacha inchi ‘Agroincolsa’ en Puerto Caicedo municipio del Putumayo.

El chontaduro por su parte es un fruto de la palmera amazónica catalogado como un alimento versátil y muy nutritivo. De acuerdo con el portal especializado WorldGastronomy org su alto poder nutricional se argumenta por un elevado contenido de fibra, ß-caroteno y aceites. El chontaduro contiene ocho de los veinte aminoácidos esenciales conocidos y las sustancias proteicas que se generan por este motivo colaboran a la buena salud muscular y a vigorizar uñas y cabellos.

La FM radio llegó hasta ese departamento y dialogó con campesinos que desde hace algunos años abandonaron la planta de coca. Hay que tener en cuenta que a varios la violencia los obligó y otros buscaron cambiar la visión de los jóvenes.

“No fue tan fácil. Yo le dije a mi esposo ‘esto que estamos haciendo no nos va a llevar a nada’. Cada día más violencia. En ese tiempo que hubo esa crisis, entraban diferentes grupos y mataban a campesinos que porque uno ‘tenía plata’, y si uno no tenía plata, simplemente sobrevivía”, le dijo al medio mencionado Noralba, una campesina putumayense.

Por su parte el Bienestar Familiar desarrolló un conversatorio con varias de estas mujeres campesinas. En el encuentro algunas le pidieron a las autoridades nacionales y regionales más apoyo económico y psicológico para que otras familias se unan a este tipo de proyectos.

El instituto busca que tanto el chontaduro como la sacha inchi se conviertan en componentes para la bienestarina de la que dependen miles de niños en el país.

La Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos que también estuvo visitando el terreno anunció una inversión por $28.000 millones para 1.200 hectáreas de cultivo de sacha inchi y en una “planta transformadora para que se pueda agregar valor al producto”.

“Los que quieran entrar a este proceso de transformación en el Putumayo van a tener la posibilidad de dialogar con la dirección de sustitución (…). Vamos a venir la próxima semana acá a dialogar directamente con las comunidades para ver quiénes son las familias que tienen voluntad”, indicó Gloria Miranda, directora de Sustitución de Cultivos Ilícitos.

El representante de la ONU contra la Droga y Delito en Colombia Olivier Inizan le dijo a la FM que en articulación con el Gobierno se está trabajando en varios programas de sustitución de cultivos ilícitos. Confirmó que se han beneficiado 700 familias con el cambio a sacha inchi en el departamento mencionado.

En la mañana del domingo 13 de octubre de 2024 el Ejército Nacional a través de sus redes sociales informó sobre la desmantelación de un laboratorio de procesamiento de drogas en la vereda La Caucasia de Puerto Asís (Putumayo).

De acuerdo con información de las autoridades en una operación conjunta con la Fiscalía General de la Nación se logró ubicar el lugar que pertenecería al Grupo Armado Organizado Residual E48 Comandos de Frontera (GAO-r E48).

Durante el operativo se hallaron 630 galones de pasta base de coca en proceso, 560 galones de insumos líquidos y 150 kilogramos de componentes sólidos. Fue así como el material incautado fue dejado a disposición de las autoridades competentes.

Con esta operación se dio un fuerte golpe al Grupo Armado Organizado Residual E48 Comandos de Frontera debilitando sus rentas criminales con operativos de incautación de estupefacientes y elementos de uso privativo de la Fuerza Pública.

Las autoridades locales continúan sus esfuerzos para desmantelar infraestructuras de narcotráfico en la región a través de operaciones integradas y el uso de inteligencia militar con el objetivo de reducir la capacidad operativa de los grupos criminales y salvaguardar la biodiversidad de las zonas afectadas.